Quien ama la vida, ama el Cine.

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El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

lunes, 6 de abril de 2020

DESDE EL PROGRAMA "CINEMANIA" / 50 GRANDES SOUNDTRACKS :

Porque la música de películas, también es una obra de arte. 


"La forma del agua" ( 2017 ) cuenta con la música del talentoso Alexander Desplat, y ha sido una de las bandas sonoras favoritas de los auditores del programa emitido por Radio Universidad de Talca. A nuestro modo, efectuamos un balance con las 50 soundtracks más destacadas transmitidas en estas temporadas.


10 Grandes Clásicos.


"Lo que el viento se llevó"/"Gone with the Wind" ( 1939 ) de Max Steiner. Puede parecer un lugar común pero la banda sonora de este clásico melodrama sureño irrepetible, es significativamente, la más difundida y venerada por los expertos en sinfonías categóricas de la historia del cine. La primera vez que lanzamos el tema central en el programa radial "Cinemanía", nos enviaron más de 100 solicitudes para integrarla en un gran especial dedicado al músico para el cual fue creada la palabra "Director musical" en el cine.


La partitura del sonido clásico de Hollywood está contenida en esta obra maestra absoluta. Max Steiner tomó de la Opera el concepto del leit motiv , que otorga a un personaje o a una situación concreta su propia melodía o textura recurrente, y arropó a los personajes y a las acciones de la película, con texturas orquestales propias del romanticismo del siglo XIX, sin dejar de lado, sonidos de la música folclórica adaptada del profundo Sur. Su partitura completamente original, ganó el Oscar. Cabe destacar que, Steiner ese mismo año compuso para otras once producciones diferentes. Era, sin duda, un auténtico genio. 


"Taxi Driver" ( 1976 ) de Bernard Herrmann. Fue la última partitura que alcanzó a crear el notable compositor neoyorquino, que ya venía dando muestras de creatividad absoluta en películas como: "Ciudadano Kane", "Intriga Internacional", "Psicosis" y "Carrie". Como si percibiera la invitación posterior de la muerte, Herrmann  se disecciona en una trama macabra llena de complejos sonidos y cautivadoras emociones. El sofocante tema en clave de blues que interpreta un saxofón, había sido originariamente escrito como una pieza que se integraría en la acción del film de modo realista. Sin embargo, el compositor acabó adaptándola como el tema central de su banda sonora de fondo y creo un paisaje sonoro en el que se combinan de modo desconcertante lo sórdido y lo profundo.


Gracias a su característica fusión de disonancias abruptas, jazz, e impresionismo ambiental, esta banda sonora supuso un broche de oro para una carrera caracterizada por un enorme talento. Herrmann demostró aquí su habilidad para penetrar en el corazón psicológico de una película y transmitirlo a través de una música de gran economía de medios y originalidad. Sencillamente, un notable trabajo.  


"Africa Mía"/"Out of Africa" ( 1985 ) de John Barry. Para los que idolatramos la carrera musical del compositor y músico británico, nos conmueven las imágenes del vuelo por Africa, igual ayer que hoy, como si recién hubiésemos asistido a la premiere. Estudiante de música clásica y jazz, Barry ya venía dando grandes saltos entre los críticos por sus trabajos anteriores, sobre todo para la saga de 007 James Bond, la película ecológica "Nacida libre", la aventura australiana "Walkabout" y el drama urbano "Perdidos en la noche". Pero con esta cinta de desatado romanticismo, Barry logró una de sus mayores cumbres sinfónicas. 


Compuso una banda melódica y sinfónica memorable considerando un relato muy poco narrativo. Barry se implicó profundamente con los dos protagonistas, y compuso un tema basado en la interacción con el paisaje. "Traté de ponerme en su situación del mismo modo en que lo haría un dramaturgo, con el fin de componer una música que reflejaran lo que  veían", dijo una vez. 


"Doctor Zhivago" ( 1965 ) de Maurice Jarre. Difícil abstraerse del enorme potencial melódico de las partituras efectuadas por este magnífico músico y compositor francés, que trabajó estrechamente con el realizador británico David Lean. Recordó el maestro : "Viajé a España donde estaba rodando la película. Había construído Moscú en Soria, una localidad castellana no muy alejada de la capital, Madrid. Me comentó que había encontrado la música perfecta para el tema de Lara y me puso un disco de una antigua y hermosa canción rusa. Me pareció bien, porque así podría concentrarme en el resto de los temas. Sin embargo, poco después, la MGM afirmó que había un problema con los derechos de autor de la canción rusa, por lo que David me pidió que compusiera otra música".      


Una vez de regreso en Los Angeles, California, las primeras pruebas del tema de Lara no le gustaron a Lean, por lo que Maurice Jarre tuvo que desarrollar otras ideas. "Me di cuenta que, inconscientemente, estaba tratando de imitar aquella antigua canción rusa. Regresé el lunes y en una hora compuse el tema de amor. De hecho, el tema de Lara no tiene nada que ver con Rusia. Lo que le da cierta sonoridad rusa son las balalaikas, y su característico sonido, imposible de obtener con ningún otro instrumento. En la grabación, utilizamos treinta balalaikas : bajas, barítonas, altas y sopranos, Cuando se escucha el tema de Lara interpretado por un pianista, suena completamente diferente", arguyó.  


"Erase una vez en el Oeste" /"Once upon a time in the West" ( 1968 ) de Ennio Morricone. Uno de los trabajos más redondos del célebre maestro y compositor italiano hecho para una coproducción americano europea del gran Sergio Leone. La majestuosidad del paisaje del Monument Valley en Arizona, que homenajea el realizador está tan bien capturada por la música de Morricone, que hay temas que emocionan de veras. Uno de ellos : "Las horas" fue compuesto con la solemnidad de una lágrima de Claudia Cardinale en la tensa espera en la estación de ferrocarriles. Para Charles Bronson, Morricone trabajó el sonido de la armónica como si fuera una predestinación a la muerte. Los duelos están filmados a la altura de los actores de pie, y con un juego de close ups y planos detalles muy arrebatadores, que el músico acentúa en la consumación de los golpes entre los personajes principales y los antagónicos, representados por Henry Fonda y la empresa de ferrocarril. 


El tema "Las horas" se aparta de toda la sinfonía propiamente tal, porque subraya la enorme tragedia que vivirá el personaje de Claudia Cardinale cuando se entere que a su marido y a sus hijos adoptivos, los ha asesinado una pandilla de forajidos contratados por la empresa ferroviaria. Es, quizás, uno de los temas más antológicos de Morricone, y uno de los más hermosos de la historia del cine. El uso de la voz femenina y de los coros alcanzan aquí lo simplemente brillante. 



"Cuéntame tu vida"/"Spellbound" ( 1945 ) de Miklos Rosza. De todas las soundtracks que compuso el magnífico compositor húngaro, ésta parece ser la más completa. Entremezcla instrumentos clásicos y sinfónicos como el violín, el violoncello, flauta dulce, trombones, trompetas y los tambores, con un theremin - uno de los primeros instrumentos electrónicos- , y hay una infinidad de texturas que pasan de lo majestuoso a lo siniestro, de lo romántico a lo inquietante, siempre con una cuota de rigor estilístico que nunca desentona. Rosza entendió como pocos la emocionalidad de las acciones y potenció las imágenes de Hitchcock con una acertada forma de manipular el oído.   


Rosza varía el tema central y lo disecciona en diferentes tonos melódicos a  lo largo de su trabajo. Es usual por aquellos años, que las características singulares del relato lleven a los músicos a insistir en pequeños lapsos de tiempo, en repetir la musiquilla pegajosa que acompaña a los créditos. Rosza es un maestro de la insinuación y expande las sugerencias iniciales para reciclar y remozar una sola pieza. Violines agudos, juegos de flauta dulce y otros recursos sonoros, asumen en esta pródiga pieza maestra del cine. 


"E.T. El Extraterrestre" /"E.T.The Extraterrestial" ( 1982 ) de John Williams. Complejo imaginarse como hubiese sido esta clásica película infantil, sin la música del maestro de maestros contemporáneo. En un trabajo conjunto con el director Steven Spielberg, Williams le mostró cada día los temas que iba creando al piano, mientras iba grabando con la Orquesta para beneplácito de las audiencias. Cierto. Williams es un As siempre vigente bajo la manga y un candidato emérito de los Oscar, que nunca defrauda porque siempre tiene cosas novedosas o interesantes que mostrar. Aquí quedan para siempre en la retina y el oído del espectador avezado, los temas "Flying", sobre la escena de los niños volando montados en bicicletas cruzando la luna llena, y la variante de despedida rimbombante y emocionante de los niños frente a la nave nodriza.     


Hay algo de mágico en la conjunción Spielberg-Williams, siempre interactuando con las fibras de la colaboración segura. Williams es un exégeta de Tchaikovski y Brahms, que perdura por mantener la tradición de Max Steiner con ese sonido tan característico de Hollywood, y que sobre todo logra aciertos indiscutibles en conciertos en vivo junto a la Boston Pops, y otras agrupaciones. Toda su obra es dinámica, energética, romántica, aguda y sustanciosa. Ahí están para comprobarlo, su trabajo en : "La guerra de las galaxias", "Superman", "Tiburón", "Cazadores del Arca Perdida", "Imperio del sol", "Nacido el 4 de Julio", "Mi pobre angelito", "La lista de Schindler", "Parque Jurásico", y un largo etc.  ¿ Se puede pedir más en la sesión acústica de una soundtrack ?  


"Angustia de un querer" /"Love is a many splendored thing" ( 1955 ) de Alfred Newman. Del más prolífico de los prolíficos compositores del viejo Hollywood, se destacó como un notable creador de atmósferas, un insinuador, que tomó prestado de su experiencia anterior en revistas musicales y de las creaciones originales de Sammy Fain y Paul Francis Webster, la sabia directa desde donde habrían de emanar tantas melodías inolvidables. Heredero directo del estilo musical del maestro Erich Wolfgang Korngold, tuvo un fuerte lado romántico que repercutiría favorablemente en la génesis de esta meritoria obra maestra. Desde los sones de la canción que popularizara después "Los 4 Ases" con una obvia implicancia oriental, Newman se adjudica la creación de una modelo ejemplar de soundtrack perfectible.


El trío Newman- Fain-Webster aúna la puntería para esta maravilla de banda sonora que varía en tonos, ritmos y acertijos. En un instante, hay cuerdas y vientos, luego un swing con el tema central, aires orientales y unos momentos sorprendentes donde se lucen los sonidos más dulces y los coros para cerrar un relato sobre lo imperecible del Amor. Es la soundtrack ideal para matizar la celebración de una boda, o el registro romántico de un encuentro casual. 


"El Padrino" /"The Godfather" ( 1972 ) de Nino Rota. No es un lugar común pero "El Vals del padrino" debe estar en toda lista de música de películas que se precie de tal. ¿ Por qué ? Sencillamente porque es uno de los temas más identitarios del cine que nos convoca. Rota era un genio, al mezclar estilos y sugerir geografías. Su experiencia con Federico Fellini, René Clement y Luchino Visconti, le permitió visualizar la tragedia de Vito Corleone con una seguridad envidiable. Todos los temas de esta brillante saga, está entre lo mejor de lo mejor. Y modestamente, su vals entre los logros más característicos de la música para cine.   


La saga de "El Padrino" es para los analistas, una de las grandes películas de la historia. Sin embargo, su música debe por derecho propio estar a la misma altura, no ya sólo porque identifica instantáneamente la mitología de la novela de Mario Puzo, sino porque, antecede todas las secuencias más memorables vinculadas a la muerte, con una sagacidad abismante. Rota está en su cenit y alcanza a cerrar un ciclo vital con este broche de oro musical inolvidable. 


"Muñequita de lujo" /"Breakfast at Tiffany"s" ( 1961 ) de Henry Mancini. Fetichistas del mundo, rendiros frente a esta clásica banda sonora que matiza las sabias imágenes de Blake Edwards, y documenta la relación interior que se va produciendo entre un prostituto de señoras de alcurnia ( George Peppard ) y una chica rural de pobre pasado ( Audrey Hepburn), que se hace pasar por figura de la alta cultura neoyorquina.    


"Moon River" la canción coral que tiene como leit motiv  el romance de sus protagonistas, conoció diferentes covers, siendo los más celebrados, los que efectuaran Andy Williams, Frank Sinatra y Matt Monro. Aunque en su versión original, la interpretara desde su ventana y en guitarra, la delgada pero buenamoza actriz Audrey Hepburn.



10 Clásicos Europeos.


"Ladrón de bicicletas" ( 1947 ) de Alessandro Cicognini. Imprescindible pieza melodramática que tiene todas las emociones contenidas de la grandiosa película italiana. Es una joya musical por como está estructurada, concebida y ejecutada, y sin duda, una auténtica obra maestra en su género.


"Mi tío" de Franck Barcellini. El sonido típicamente francés aparece desde las primeras secuencias, y esta obra musical logra encauzar las imágenes de los distintos sketches con una abierta implicación del auditor. Si aún no has visto la película, conviene que repases su música, porque te dará una idea efectiva del sabor típicamente provinciano que tiene el relato.    


"París-Texas" de Ry Cooder. La melancólica guitarra del aires far west, asoma en este disco extraordinariamente emocional. Ningún rasgueo de cuerdas que ostentan: "Brothers", "Houston en dos segundos", "She"s Leaving the Bank", o "Canción Mixteca", está simulado por Cooder desconociendo las raíces del proyecto de Wim Wenders, que hace plausible con un encanto crepuscular, los estados anímicos de los personajes de esta obra maestra del cine. 


"Fanny y Alexander" de Daniel Bell. El espíritu de Bergman está sometido a un juego de contrastes que pasan de la música para piano de Schuman  ( Quintet Opus 44- Sinfonía número 4 en D menor Opus 120 )  y Chopin ( Sonata número 3 en B menor Opus 58, Alegro Maestoso ) a los sones de Bell, más aplicado a la filosofía del maestro sueco. Son piezas superiores que ambientan una obra superior, y en cualquier caso, pieza angular para conocer los temas de la filmografía valiosa de su autor.


"El Evangelio según San Mateo" ( 1964 ) de Luis Bacalov. La película que acercó la figura de Jesucristo a las personas comunes y corrientes, tiene una banda sonora que es pura raíz folclórica, jazz, música coral, clásica con Bach a la cabeza, y minimalista de gran acierto. Luis Bacalov logra así momentos extraordinarios como; "Gloria" o la hermosa balada góspel spiritual "A veces me siento como un niño sin madre", cantada por la afroamericana Odette acompañada por Bill Lee a la guitarra, con un desgarrador sentimentalismo.


"Zorba, el griego" de Mikis Theodorakis. Aclamado álbum que recupera las raíces griegas con la preponderancia del sonido del buzuki o bouzuki, un instrumento en forma de pera similar a la mandolina, el acordeón y las siringas, también conocidas como flautas de pan. El álbum es tan atractivo y refrescante como la película, una conjunción de vitalidad creativa, emotividad y nostalgias. 


"Juegos Prohibidos" de Narciso Yepes. El tema "Romance" ejecutado por el maestro español Narciso Yepes caracterizó el drama bélico de esta singular película francesa. Inolvidable la fusión que logra el sonido del guitarrista con varias secuencias emotivas, asinceradas por la emoción de los niños actores, y sin duda, por la soberbia magia del sonido de las cuerdas. Son temas breves, transparentes, sumariales, como piezas de un rompecabezas que se arma con las imágenes rurales de este relato inocente y triste de dos niños sufriendo la destrucción de la guerra. 


"El Tercer hombre" de Anton Karas. El tema central ejecutado en cítara, por el músico vienés despertó la atención del director inglés Carol Reed que lo vió tocar en una taberna y le ofreció trabajar en su película. Fue tal la influencia del sonido que tiene este instrumento de cuerdas, ( originalmente, proviene de la Europa Central y tiene entre 29 y 42 cuerdas que se tocan con una púa especial ), y que la película debe parte de su memorable éxito y perdurabilidad en el tiempo, a su singular soundtrack.   


"Carmen" ( 1983 ) de Paco de Lucía. La música flamenca condiciona esta nueva versión al clásico operístico que el director español Carlos Saura lleva a los ambientes peninsulares, con unos aires asombrosos de innovación, gracias también la talento del cuerpo de baile de Antonio Gades. Hay ópera y flamenco, zapateo en las tablas en seco, y un increíble resultado final. 


"Fitzcarraldo" de Popol Vuh. Si las piezas de Opera acentúan el esfuerzo demencial de un soñador, la música de Vuh que colaboró con Werner Herzog en otras ocasiones, alcanza lo sublime. Hay una respuesta satisfactoria para el melómano, aunque sin duda, también un hermoso homenaje a los que aman la lírica, siempre condescendiente a un nivel de público por estos lados muy elitista. Un gran trabajo que fusiona estilos y géneros.


10 Clásicos Orientales.


"Los siete samurái" ( 1954 ) de Fumio Hayasaka. El primer gran acercamiento que tuvimos de la música nipona se produjo con las películas de Akira Kurosawa. Sin duda, estamos frente a uno de sus títulos más conocidos, y por lo mismo, es una soundtrack dominada por las percusiones de los tambores, tumbaoras, panderetas, los coros masculinos, y ese tono de suspenso que antecede toda la aventura de estos guerreros medievales. Hayasaka deja que la voz remarque las acciones para someter al espectador a una experiencia para su tiempo muy innovadora. Se incluye en algunos pasajes la utilización de violines, cellos, contrabajos, flautas dulces, pero sobre todo, una música diegética que es solemne y angustiosamente energética.  


"Pather Panchali" ( 1955 ) de  Ravi Shankar. El sitar bengalí caracteriza este gran trabajo acústico del ahora venerado Shankar. Fue la obra que lo dio a conocer internacionalmente, y que lleva por título" The Song of Little Road", y es un magnífico  compendio de los trozos más significativos que afianzan las realistas imágenes del maestro Satyajit Ray.  


"Historias de Tokyo" ( 1952 ) de  Takanobu Saito. Toda la majestuosidad de los grandes clásicos abren y cierran esta obra maestra japonesa. Saito aplica sus conocimientos prácticos en una fina muestra de romanticismo donde prima el uso de los violines y las arpas. Se trata de una delicada muestra de inspiración, que reinterpreta la obra cumbre de Yasujiro Ozu con la opulencia de los clasicistas melódicos.  


"Alexander Nevsky" de Sergei Prokofiev. Imposible abstraerse de esta pieza cultísima de música y cine. Hay estudios voluminosos sobre los esfuerzos de interactuar el movimiento cinemático con la música, que Eisenstein llevó a los límites de la perfección. El cineasta ruso planificó cada fotograma en razón de la partitura original de Prokofiev y sus resultados saltan a la vista. Se estrenó en una versión restaurada en celuloide en los años noventa, dentro de los ciclos de Cine Arte de la Universidad de Talca. 


"La Infancia de Iván" ( 1962 ) de Vyacheslav Ovchinnikov. La película abre con el sonido de un pájaro cucú, y luego, avisoramos al niño Iván delante de una telaraña, mientras se escucha el placentero sonido de una flauta dulce, y más adelante, se agregan los violines y las arpas que resuenan para acentuar que lo que estamos viendo es parte de un sueño infantil. Toda esta concepción musical deviene en una joya que brilla por su autenticidad, ritmo, originalidad, y por reinterpretar sin aspavientos, el simbolismo de sus imágenes. 


"La casa de las linternas rojas" ( 1991 ) de Naoki Tachikawa y Jiping Zhao. Novedosa creación musical para este drama sobre el confinamiento femenino en época anterior, que tiene la inclusión de instrumentos típicamente chinos como : el qixianqin - de siete cuerdas-, el láud redondo o yueh-chin, o la cítara china o ku-cheng. Es un trabajo diferente, preponderantemente acústico - por momentos- o con gran prominencia de cuerdas. La cultura oriental encuentra un leit motiv en esta sustanciosa entrega.


"Madre India" ( 1957 ) de Naushad. El musical hindú más famoso parte con esta obra ejemplar. Las voces humanas se entremezclan con el sonido de sitar, el sarangui - un instrumento de cuerda similar al violín- y el bansuri - flauta transversal alta hecha de bambú-. Las canciones se suceden en una vigorizante manifestación de amor por la tierra de fuertes raíces autóctonas. 


"Deseando Amar" ( 2000 ) de Michael Galasso y Shigeru Umebayashi. El característico "Tema de Yumeji", que es una especie de tango dolorosamente triste imperceptiblemente interminable, abre esta obra cumbre de la música oriental. Trabajo minimalista que incluye un homenaje al bolero con "Te quiero dijiste"/"Quizás, quizás, quizás" interpretada por Nat King Cole. Sin duda, una obra ejemplar a su modo, y que dimensiona los avatares de esta singular historia de amor. 


"Cuando pasan las cigüeñas" ( 1957 ) de Moisej Vajnberg. Ataviada de suficiente mordiente como para no dejar impávido a nadie, es esta historia de amor y guerra, con sabor a nostalgias recurrentes de la chica que esperó a su amado que nunca retornó del frente. La música suministra algunos de los mejores pasajes del relato sin tergiversar el fondo. Sutil, amable, trágica, habla sobre la soledad inspirada por los ángeles del paraíso transformadas en grullas/cigüeñas.


"El Castillo Vagabundo"/"El Castillo Ambulante" de Joe Hisaishi. Es la pieza que más quiero de todas las que ha creado este genial maestro japonés. Agudiza sus sentidos en función de un gran relato, imaginativo, tierno, divertido, fantástico. Hisaishi logra transformar los dibujos planos del maestro Miyazaki, en auténticas deidades capaces de sentir, pensar y sufrir las consecuencias de sus propios destinos, gracias a su increíble partitura donde preponderantemente dominan el sonido del piano y de los violines. El vals de apertura, es sin duda, uno de los grandes temas de las soundtracks. Una auténtica obra maestra como lo es, esta notable película animada.


10 Maestros Contemporáneos.


"La forma del agua" ( 2017 ) de Alexander Desplat. Extraordinaria banda musical que confirma el talento original del músico francés. Un gran acierto el juego de sonidos y ritmos que efectúa en esta increíble historia romántica entre un ser anfibio y una mujer muda que trabaja limpiando pisos en una central de seguridad. Una auténtica delicia para los oídos más sensibles.


"Amelie" /"El fabuloso destino de Amelie  Poulain"( 2001 ) de Yann Tiersen. Si la película es una brillante historia de positivismo arrebatador ambientado en la luminosa París, entonces su música es una prueba fehaciente del aliento romántico ilusorio de este cuento de amor para adultos. Una grandiosa partitura que subrayan los distintos pasajes que comprende esta inolvidable película. 


"Blue" ( 1993 ) de Zbigniew Preisner. Parte de la trilogía de los colores, Preisner compuso para esta película algunas de las piezas más estructuradas y detalladas de su carrera. "El noventa por ciento de la música se grabó antes del rodaje. El guión de Kieslowski describía detalladamente la música", contó el músico. El compositor utiliza una gran paleta orquestal en breves y abruptos pasajes, rebosantes de colorido. Sin embargo, a pesar de la magnitud del poderío instrumental , su música sigue conservando una sobriedad característica, debida, en muchos casos, al uso de armonías muy separadas. 



"El joven manos de tijeras" de Danny Elfman. Para crear la música en que Edward hace de peluquero, Elfman se inspiró en un tema gitano. Cuenta : "Empezó con un aire de música gitana española, luego se hizo húngaro, y acabó regresando a la música gitana española". Para las escenas del barrio residencial, Elfman compuso una música de aires lounge. En muchos sentidos, la partitura tiene una sensibilidad casi religiosa. "No trataba de ser religioso, pero creo que el lado etéreo de un cuento de hadas puede adoptar tonalidades casi religiosas. La idea me viene probablemente de la etapa en que compuse música para ballet", acota. Mi tema favorito es, sin duda, "Ice Dance", que inspira una escena clave de la película. 


"Titanic" de James Horner. No es menos cierto que la canción "My heart Will go on" fue un hit antes de que la película se estrenara gracias a la interpretación de Celine Dion. Pero su banda sonora es más que eso. Está el refinamiento orquestal del gran Horner a caballo con una pieza maestra "Hymn to Sea" y su característica y armónica forma de visionar los sonidos. Quedan los aires irlandeses de una obra excepcional que, supera los logros narrativos de la monumental superproducción de los años noventa.


"Guasón" de Hildur Guönadóttir. Obra compleja llena de resonancias interiores, sicológica, hermética, llena de sonidos inconexos, audible pero nunca popular, es uno de los trabajos más auténticamente innovadores que se han registrado en estos años. No es gratuito que sea una mujer la que esté detrás de esta acierto sonoro musical, que tiene su lado minimalista pero también un valor diegético muy significativo. Es la oscuridad de una mente en completo frenesí, interpretado por Hildur, con toda su carga emocional al descubierto.


"Danza con Lobos" ( 1990 ) de John Barry. Seguramente el melómano me echara en cara que Barry fue mejor en la saga Bond, pero melódicamente para mí desde la modestia, sigue siendo su mejor trabajo. De una espesura instrumental y de una apoteosis musical que te atrapa y no te suelta. Desde el característico "Tema de Dunbar", crea un vínculo emocional con el espectador donde impera la sensibilidad y la majestuosidad. El contó una vez : "Para establecer un vínculo emocional con el público, seleccione dos temas principales y utilicé el resto como refuerzo dramático. Intentaba imaginar lo que veía y pensaba el personaje, y componía una música que reflejara sus sentimientos". 


"La lección de piano" de Michael Nyman. El célebre compositor británico trabajó todo el contenido en su hogar. "Me senté a componer en mi casa, entonces en fase de construcción con un sintetizador apoyado sobre un banco de trabajo. Fue la primera vez que compuse sin un piano. Curiosamente, creé una de mis partituras más delicadas con un instrumento carente de sensibilidad", recuerda. La directora Jane Campion rechazó algunos fragmentos de la banda sonora , que sustituyó por una música de referencia a base de otras composiciones de Nyman. 


"El silencio de los inocentes" de Howard Shore. El músico canadiense partió creando la música después de leer exhaustivamente el guion. Después visionó fragmentos de la película y se reunió con Jonathan Demme. El spotting debía centrarse en la figura del personaje interpretado por Jodie Foster dotado de una enorme profundidad emocional. "Es una música vibrante que obliga al espectador a concentrarse en el lado emocional de Starling ( Foster), subraya el artista. 


"Furyo" de Ryuichi Sakamoto. La obra cumbre del músico japonés, está creada sobre la idea de los fronterizo. Recuerda el compositor : "Quería escribir una música que sonara en algunos momentos oriental, tanto para la gente de Occidente como para la gente de Oriente. Quería componer una música fronteriza. Escribí la banda sonora a principios de los años ochenta, cuando empezaban a surgir los primeros samplers. El principal instrumento era el EMUI. Grabé toda la música con sintetizadores y sampleadores y a continuación le añadí un piano y un verdadero conjunto de cuerdas".   


Un extra : "Las Horas" de Philip Glass. "Siempre que compongo música para cine me rodeo de tantos datos sensoriales como puedo, ya sean palabras o imágenes. Aunque debo confesar que he inventado una serie de métodos para eludir las frustraciones y convenciones de la industria del cine, para que una película pueda formar parte de una actuación y ser dinámica, de manera que su impacto sobre el público sea mucho mayor", acota. Es una soundtrack donde el sonido del piano reinterpreta los conflictos emocionales de esta obra maestra. 




10 Albumes Inolvidables.


"King Kong" de Max Steiner. La primera auténticamente soundtrack en la historia del cine. 

"Las Aventuras de Robin Hood" ( 1938 ) de Erich Wolfgang Korngold. El estilo Korngold se consolidó con esta obra ejemplar de aliento épico. 


"Que verde era mi valle" ( 1942 ) de Alfred Newman. La música galesa encuentra aquí su más relevante obra, gracias a la conjunción de música coral, instrumental y folclórica.


"Matar a un ruiseñor" ( 1962 ) de Elmer Bernstein. Pieza capital que rehúye los lugares comunes y las repeticiones artificiales, y que mantiene un tono nostálgico, auténtico y perdurable.


"Espartaco" ( 1960 ) de Alex North. Toda la solemnidad romana transmitida a través de un conjunto de piezas musicales maestras, barrocas, marchas incluidas, donde se percibe su desaforado lirismo. 


"Walkabout" de John Barry. La belleza y misterio del desierto australiano es capturado con insolente e innovadora mirada por el notable músico que transforma la música coral en una auténtica instropección casi metafísica. 


"La guerra de las galaxias" de John Williams. La grandiosidad de la epopeya galáctica deviene en una potente banda musical que tiene mucho de la pomposidad de  Richard Wagner, pero también de Liszt y Haendel.  


"Pinocho" ( 1940 ) de Leigh Harline. La banda sonora definitiva de Disney, no es sólo la canción oscarizada "When You Wish Upon a Star", sino más bien, la sinfonía lógica de un cuento maravilloso que a medida pasan los años, se escucha mejor y se revaloriza para las nuevas generaciones. Y eso, pese a "El Rey León".


"Carros de Fuego" de Vangelis. Obra cumbre del gran músico griego, que modernizó las barrocas imágenes del clásico del cine deportivo británico con el uso de los sintetizadores, y transmitió a su modo, todas las energías renovadoras de un duelo en el atletismo de su época.


"Harry el sucio" de Lalo Schifrin. "Existen tres grandes tradiciones de thrillers, la francesa centrada en la sicología; la británica, que gira en torno al suspenso, y la estadounidense que hace hincapié en la acción". Para la sección rítmica de la banda sonora, Schifrin utilizó tablas. "Preferí utilizar tablas en lugar de congas o bongos, ya que necesitaba establecer un pulso.  A partir de ahí, construí y construí...hasta desembocar en el silencio", recuerda. 

Fotos-Gentileza : Metro Goldwyn Mayer- Columbia Pictures- Universal Pictures- Twentieth Century Fox- Paramount Pictures- Walt Disney Pictures- RKO Pictures- Image Entertaiment- The Criterion Collection- Los Angeles Times- The New York Times- Variety- The Guardian- Embassy Pictures- Total Film Home Entertaiment- MosFilm- British Lion Film Corporation- BBC- Archivo.-



Portada de la soundtrack de "Africa Mía" de John Barry.




Carátula de la banda musical de "Deseando Amar" de Michael Galasso y Shigeru Umebayashi.



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