Quien ama la vida, ama el Cine.

Quien ama la vida, ama el Cine.
El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

martes, 17 de septiembre de 2024

ESPECIAL DE FIESTAS PATRIAS/ ENTREVISTAS A PEDRO SIENNA Y JORGE DELANO (COKE).

 Por la huella del cine chileno.

"El Húsar de la muerte" (1925) es el gran clásico mudo chileno que ha sobrevivido para la posteridad. Como una manera de homenajear el recuerdo de Pedro Sienna, director, actor, productor y otros oficios, hemos dedicado esta entrada a reproducir una de sus últimas entrevistas concedidas al periodista Osvaldo Muñoz Romero. Además, incluimos otra conversación con Jorge Delano( Coke), que bien nos matizan parte de lo que fue la historia del cine chileno. 


Pedro Sienna: 

Memorias de un hombre cultísimo. 


En la película silente "Los payasos se van" (1921).

Originalmente esta entrevista fue publicada para la Revista ECRAN numero1.788, aparecida el martes 4 de mayo de 1965 y realizada por el periodista Osvaldo Muñoz Romero, que visito el hogar del erudito Pedro Sienna. 

En aquella época el hombre de teatro, cine y ex galán de moda de la década de los años veinte, que hizo "Los payasos se van", "Un grito en el mar", "El Húsar de la muerte", y "La última trasnochada", estaba retirado y vivía entregado a la redacción de sus memorias y a dar conferencias sobre teatro, literatura, poesía y pintura chilena, todos temas que dominaba a la perfección. 

¿Cuáles fueron las primeras películas que viste en tu vida y cuales fueron tus reacciones, acaso las recuerdas?

"¡Vaya, lo recuerdo como si fuera ayer! Aunque, la verdad, en forma un tanto borrosa fuera de foco, para emplear un término del oficio. Las primeras exhibiciones de cine (o de biógrafo, como antes se decía), se efectuaron en la terraza del Cerro Santa Lucia. Al aire libre, lógicamente. Yo era muy niño, cuando mis padres me llevaron a ver ese espectáculo recién llegado a la capital. Me acuerdo de que era una tibia noche de verano, y que nos sentamos en unas sillas plegables, frente a una enorme sabana. Primero pasaron unas vistas de ciudades francesas. Escenas urbanas sin ninguna relación entre sí. Aparecían coches y victorias tirados por caballos al trote, que cruzaban plazas y bulevares. Se veían también numerosos transeúntes muy apresurados, que a veces saludaban al espectador, sacándose el sombrero y sonriendo mucho. Estatuas, monumentos, fuentes que vertían altos chorros de agua, y otras cosas por el estilo. A un lado de la sabana subido en una tarima, un caballero muy elegante con flor en el ojal, y poseedor de una potente voz explicaba cada panorama, con acento extranjero, por medio de una gran corneta, pintada de blanco que supongo seria de cartón. ¡Paris! ¡El bosque de Bolonia! gritaba, por ejemplo. Luego siguió una serie de paisajes marinos: Playas desiertas con roqueríos azotados por las olas que iban y venían levantando montañas de espuma. Mas playas...más olas...más espuma. Puertos con barcos que atracaban al muelle o que partían. Mucha gente que agitaba, manos y pañuelos... Y el caballero gritaba ¡El puerto de Marsella! 


En "La última trasnochada" (1926) con Dolores Anziani.


Pero ¿No daban películas de argumento?

Espérate pues hombre, que ahora vienen. Después de un entreacto, dieron dos o tres cintas cortas de argumento. La que me produjo más impresión fue una que se llamaba "Guillermo Tell", especialmente en ese instante en que al chico- que era más o menos de mi porte-, le dispararon la flecha que atravesaba la manzana puesta sobre su cabeza. De las otras cintas, no me acuerdo casi nada. Y eso es todo.

¿Cuáles fueron tus reacciones artísticas?

"Mis reacciones no creo que fueran de tipo artístico. Por lo que te digo, más bien fueron nerviosas. Tampoco me sentí muy maravillado del espectáculo. La función me entretuvo indudablemente, pero para mí, y seguramente para todo el sector de espectadores infantiles, es decir para los que estábamos en una feliz edad en que el "como" y el "porque "de los inventos no causan inquietudes de ninguna especie, porque son "cuestiones de los grandes", eso que veíamos ahí no era otra cosa que fotografía en movimiento con lo cual todo quedaba explicado. Y luego no me parecía verosímil que yo cambiara por ese aparato, mi linterna mágica, que tenía vistas en colores. Total, que no me desilusione del todo, pero mi entusiasmo de ningún modo fue excesivo".


En "El Húsar de la muerte"(1925) con María de Hanning.


¿Cuál entonces fue el motivo que te indujo a ser actor y director de cine?

"Mira, si he de decirte la verdad, la idea no nació precisamente en mí. La culpa fue de Carlos Cariola y Rafael Frontaura. 

¿Qué curioso! ¿A ver cómo fue eso?

"Para que lo comprendas, tengo que darte algunos antecedentes en cuatro palabras. Cuando muchacho, como tú sabes, entre otras cosas me intereso el teatro. Como en ese tiempo no había ninguna escuela de arte escénico, no había nada que se le pareciera, salí del país enrolado en la compañía dramática española que dirigía el gran actor Bernardo Jambrina. Ahí me forme. Regresamos a Chile al cabo de dos años. Después de trabajar en Santiago, debíamos hacer Valparaíso y luego seguir la gira hasta llegar a España, si Dios quería. Ahora bien, antes de que partiera de la capital, Cariola y Frontaura, que entonces escribían comedias en colaboración, fueron a verme al camarín y me encandilaron los ojos con un proyecto estupendo. Habían escrito un argumento de película. Se llamaría "El hombre de acero". La filmación duraría un mes a lo sumo. Me ofrecían el papel protagónico. ¿Qué iba a hacer? No lo pensé ni un segundo. Acepte. Cumplí la temporada en Valparaíso y me despedí de Jambrina con la promesa de reintegrarme a la compañía en Lima en cuanto finalizara mi trabajo cinematográfico.  


En "Un grito en el mar" junto a Enrique "Chilote" Campos que termino en México.


El destino cambio su rumbo.

"Pero el destino había dispuesto otra cosa. La filmación se prolongó más de lo que se pensaba. Y una vez terminada la película, ocurrió algo definitivo para mí. Por ese tiempo, los recordados artistas nacionales Arturo Bührie y Enrique Báguena organizaban la primera compañía de teatro chileno y me ofrecieron el puesto de galán. La tentación era demasiado fuerte. Hasta esa fecha yo solo había hecho genero español, y estaba ansioso, como es natural, de interpretar papeles en que pudiera encarnar tipos de mi tierra. Por último, el cable trajo la fatal noticia: Jambrina, mi bondadoso maestro a quien yo quería entrañablemente, a poco de llegar a España había muerto trágicamente en un accidente automovilístico... Volviendo ahora a tu pregunta, te diré que en vista de la buena acogida que tuvo "El hombre de acero" nos quedó el gusto en la boca, y lo que hice fue alternar ambas actividades. Dejaba temporalmente la escena para trabajar en películas. Y hasta hubo un caso en que, para no perder una buena oportunidad en Valparaíso, hice teatro y cine simultáneamente. 

¿Fue un trabajo abrumador supongo? 

En realidad, la tarea resultaba dura y pesada. Pero no me compadezcas. En la juventud cuando hay entusiasmo por estas cosas, todo se hace con alegría, y hasta el mismo cansancio parece un don del cielo.  ¡Benditos tiempos! Lo triste para mi hubiera sido no ser capaz de hacerlo... concluyó. 


Un estudio de cine mudo en los veinte. Este pertenecía a Esteban Artuffo.


Jorge Délano (Coke):

Fue pianista en la época de las películas mudas.

Jorge Delano (derecha) y Guillermo Yanquez (izquierda) entrevistando y dibujando a Laurel & Hardy en Hollywood. 


El periodista Osvaldo Muñoz Romero también entrevistó a Jorge Delano ( Coke) en un momento determinante, cuando era considerado uno de los grandes iconos del cine chileno. Aquí reprodujimos su conversación también efectuada para la revista ECRAN. Apunta Romero: "Pocos hombres hay como Jorge Delano ( Coke) más ligados a la historia del cine chileno. El hizo y ha visto mucho cine. Estuvo en Hollywood en los tiempos de su época de oro. Periodista, caricaturista, pintor, escritor y.…espiritista, va al cine de este mundo y también del otro. Está un poco resfriado. Así lo encontramos en su casa. Guarda cama y a su alrededor se acumulan lápices, tinta china, cartones y apuntes diversos. El hombre no descansa. Además, tiene una memoria prodigiosa. 

La primera vez que vi una película en mi vida, recuerda, fue allá por el año 1905. En la Confitería Suiza en la Plaza Brasil, daban "Un viaje a la luna", el filme de Méliès que duraba unos pocos minutos. Después pasaban otra película que se llamaba "La manía del emboque", una cinta cómica que vi como cien veces. Años más tarde, las películas se pasaban, no en confiterías, sino en salas construidas especialmente para su proyección. Una de las salas más populares de esos viejos años de la primera década del siglo, fue el teatro "Royal" que más tarde se transformó en el "Splendid", y posteriormente en el "Miami".


Una foto de Coke, ya en su madurez.


Hacer la de Sánchez.

"Entre los cómicos de la pantalla de esos primeros años del cine, el más popular era el inglés André Breet, a quien en estos países de Sudamérica - no sé porque- se le llamaba Sánchez. Como este en sus películas, siempre estaba haciendo barrabasadas, nació de allí el dicho: ¡Ya hizo la de Sánchez! cuando alguien cometía una trastada.

"Todas mis películas mudas ("Juro no volver a amar", entre ellas), se estrenaron en los teatros del circuito de Valenzuela Basterrica, quien cedía su teatro Septiembre (Alameda esquina de Lira, en Santiago).

"Cuando llego el cine sonoro, las películas chilenas empezaron a estrenarse en el Cine Central gracias a la gentileza del gerente Manuel Troni. Allí se estrenó, por ejemplo, mi película "Norte y Sur".

"El administrador más popular de los años del mudo, fue Pancho Sanfuentes Smith, quien tuvo a su cargo la administración del Cine Unión Central, el cual en los primeros tiempos fue salón de actos de la Universidad Católica".  


Francesca Bertini una de las primeras divas de la historia del cine.


Fui pianista de cine mudo.

"También tengo una anécdota muy simpática de aquellos primeros y ya lejanos años - continúa contándonos el autor de "Botica de Turno". Ustedes saben que todas las películas mudas se pasaban en la pantalla, mientras un musico ejecutaba al piano, diversas melodías según fuese la acción del film. "Yo también toque muchas veces en diversos teatros (en el "Brasil", en el "Electra", en el "Splendid", etc.), como improvisado pianista. Los empresarios de las salas me iban a buscar a mi casa en coche, cada vez que le faltaba uno de sus pianistas titulares. Entonces yo cedía e iba a tocar ante el escándalo y el enojo de mi familia...No entendían que hiciese tal cosa, en circunstancias que, todas mis hermanas eran concertistas... Improvisaba en el piano e iba componiendo diversas melodías, según la trama e intención de la película. Tocaba de oído, por ejemplo, una marcha cuando en los noticiarios aparecía el kaiser... o ejecutaba una música más o menos dramática, cuando actuaba Francesca Bertini, que era la vampiresa del cine mudo de aquellos años". 


Coke haciéndole un retrato al carbón a Tito Davidson cuando actuaba en "Cheri-Bibi" en MGM en California en 1931.


Una anécdota.

"Siempre he pensado- recuerda Coke- que los aspectos más interesantes de mis películas fueron los hechos ocurridos detrás de las cámaras, o sea, las que el público nunca vio. En otras ocasiones, conté como un elefante me comió el guion de mi película "La calle del ensueño" y como un chimpancé fugado de un circo vecino al estudio, destruyo las escenas más importantes de esta película, que el año 1929 obtuvo el Gran Premio de la Exposición Internacional de Sevilla. (En esa oportunidad por primera vez, se combinaron los actores con dibujos animados). 


Douglas Fairbanks como "Robin Hood" en la versión de 1922.


Extraña coincidencia.

Durante el rodaje de dicha producción ocurrió también una extraña coincidencia. En el argumento de "La calle del ensueño" actuaba una pandilla de chiquillos, que jugaban a filmar películas. Seleccione niños y niñas muy parecidos a los artistas famosos de esa época. Mi sobrino, Alfredo Delano Concha, personificaba al ágil Douglas Fairbanks Jr., en su papel de "Robin Hood" escalando murallas y saltando tapias. Su actuación terminaba cuando moría al caer de la cúpula del Templo de los Sacramentinos.  Para filmar la escena del entierro del pequeño Fairbanks, contrate en una empresa de funerales, una carroza blanca que debía llegar a las cuatro de la tarde, a la calle Huérfanos esquina de Brasil en Santiago.

Allí la esperábamos los técnicos y la pandilla de niños, que simularía el cortejo. A las cuatro en punto, vimos aparecer la carroza. La detuve y le dije al cochero ¡Aquí vamos a filmar la escena! El cochero bastante perplejo, me contesto: ¿De qué escena me habla, iñor? Si yo vengo aquí a buscar a un angelito. No le entiendo ni jota de lo que me dice. Minutos después llegaba la otra carroza blanca, la que efectivamente yo había contratado. Ambas quedaron detenidas a pocos metros, una de otra. En la primera, colocaron un ataúd blanco con el cuerpo de un niño... En la otra, un ataúd también blanco, pero vacío. Estas misteriosas coincidencias pertenecen a esas que el psicólogo Jung el brillante discípulo de Freud, denomina "coincidencias significativas", concluyó el cineasta.


  La película más antigua de Chile.

Cueca en Valparaíso (1903), es el filme más antiguo que se conserva en Chile Fue encontrado en Francia y después de ser restaurada en el 2017, forma parte de la Cineteca Nacional. Fue rodada por el camarógrafo francés Maurice Massonier,  en Playa Ancha y muestra el baile más tradicional y característico de nuestro país.



Fotos-Gentileza: Revista ECRAN- Cine Chile- Cineteca Nacional- Memoria Chilena- Cine Gaceta- Revista Santiago- Diario Universidad de Chile- Pontificia Universidad Católica- La Semana Cinematográfica- Centro Cultural La Moneda- Mundo Películas- Ibermedia Digital- Chile Cinematográfico- Biblioteca Nacional- Cinema Chile- Historia del Cine Chileno de Carlos Ossa Coo- Cine Mudo Chileno de Eliana Jara Donoso- Películas Chilenas de Julio López Navarro- Archivo. - 


Gracias a los lectores y lectoras por entusiasmarse con estos temas del cine chileno. ¡Que tengan unas felices Fiestas Patrias en compañía de sus familiares y amistades! 


Y recuerden que el cine sigue siendo pasión de multitudes. ¡¡Grata semana!!



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