Quien ama la vida, ama el Cine.

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El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

viernes, 16 de agosto de 2024

CINCO CLASICOS INOLVIDABLES EN BLANCO Y NEGRO:

La memoria colectiva en entrañables películas.

Gary Cooper, Franchot Stone y Richard Cromwell en el clásico "Tres lanceros bengalies" /"The lives of bengal lancer", 1935, dirigida por Henry Hathaway, revive una de las mejores adaptaciones que se han hecho sobre una novela de aventuras escrita por Francis Yeats-Brown. Acerca de esta película y otros cuatro grandes clásicos del cine, escribimos en esta nueva entrada del blog. 


Aventuras sorprendentes.


"Tres lanceros bengalíes"/ "The lives of bengal lancer" (1935) de Henry Hathaway. Un gran clásico del cine de aventuras que tiene ese equilibrio justo entre los tonos de comedia, humor, romance, exotismo, acción y suspenso a grados superlativos. Presenta las andanzas de tres compañeros de armas del 41 Regimiento de Lanceros de Bengala, en la frontera noroeste de la India Británica.  Donald Stone (Richard Cromwell) es el hijo del comandante (Guy Standing), que no quiere ningún privilegio de su padre y que soporta la obstinada manera del trato de su progenitor, a expensas de ser cruel y a veces injusto en sus órdenes castrenses. El teniente Alan McGregor (Gary Cooper) y el teniente John Forsythe ( Franchot Tone), acabaran siendo amigos del joven soldado, en una anécdota salpicada de aventuras, riesgos y disfraces, con ambientes exóticos y un humor sustantivo.          


Al margen de lo que pareciera ser una mirada occidental de las culturas desconocidas, la película tiene su mayor virtud en que nunca deja de ser interesante, ni siquiera en los momentos más triviales. Esta agudeza para trazar situaciones siempre atractivas se debe al dominio que Hathaway efectúa de los tiempos muertos, donde pareciera que no va a ocurrir nada y ocurre todo. Su claridad para exponer situaciones de alto riesgo, persecuciones, ataques sorpresas, anécdotas divertidas y salidas de madre, caracterizan el material literario que tiene la obra más sostenida en los climaxs y en los momentos de suspenso. 


Kathleen Burke como Tanya Volkanskaya, es la chica atrevida del bando contrario que sigue la lucha de las fuerzas rebeldes de Mohamed Khan y que atrapa con sus encantos a los protagonistas, sin trasponer el riesgo en que estarían estos soldados, cuando asisten a una cena de honor para discutir materias beligerantes. Detrás de barbas postizas, turbantes y maquillajes que oscurecen la piel, se esconden los nombres de: Douglas Dumbrille, Monte Blue, Akim Tamiroff, J.Carroll Naish y Noble Johnson, un puñado selecto de actores de carácter inolvidables.  


Uno de los momentos más divertidos, es cuando se produce la aparición de una cobra en la habitación, mientras el teniente John exacerba con su "flauta mágica" al teniente Alan. La irrupción del reptil obligara a John a tocar sin dejar de soplar un minuto, para salvar su vida de una muerte segura. Alan cobrara un alto precio baleando a la bestia, sin menoscabar la burla espontanea de John que se creía infalible.   


Para efectos prácticos, la película se rodó enteramente en California simulando que estaban en la India. Se mando a construir un enorme decorado en el Iverson Movie Ranch, uno de los mayores staff de la Paramount, que recrean la fortaleza del villano Mohamed Khan. Es, además, uno de los momentos más sublimes de la película, que con sensibilidad cinéfila intento repetir Steven Spielberg en "Indiana Jones y el Templo de la perdición" a escala espectacular y en colores.


Puede que la película discurra motivaciones políticas de época respecto a las colonias británicas en la India, pero en su conjunto, funciona muy bien, como una cinta de aventuras lograda, consumada en el dibujo que efectúa de sus personajes centrales, y atendible como un divertido viaje a las tierras del Khan, donde todo es posible.  Extraordinaria muestra de lo que el cine clásico de época lograba en la minuciosidad de sus detalles, en la exposición elocuente del espectáculo visual atractivo y sugerente, y en las magníficas interpretaciones que considera algunas de las mayores figuras de su tiempo de las escuderías americanas y británicas.  Muy entretenida y recomendable.    


"Cuatro hombres y una plegaria"/"Four men and a prayer" (1938) de John Ford.  Historia consistente y convincente acerca de los cuatro hijos de un desacreditado oficial británico, que deben descifrar el enigma que se esconde tras la muerte repentina de su padre. Limpiar el honor de la familia, ya que se cree que el padre se suicidó, los llevara a investigar las causales que descubrió su progenitor, y que se relacionan con el tráfico de armas en países subdesarrollados. Ford filmo esta notable historia, con abundante acceso a medios artísticos y económicos que se notan en sus magníficos resultados. Aunque también se percibe su mano maestra sobre todo en la transfiguración de sus personajes, o como estos van cambiando a medida avanza el relato siempre interesante y sorprendente.


Los cuatro hermanos Leigh organizándose para iniciar la búsqueda de los verdaderos asesinos de su querido padre. Los países que visitan incluyen la India y Argentina con sus tangos y ambientes exóticos que considera la mirada hollywoodiense.


Ford era capaz de trabajar mediante la imagen, la sugerencia visual de los momentos más dramáticos o desafortunados del conjunto, como el juicio castrense que se cierne sobre el coronel Loring Leigh, estupendamente interpretado por el gran característico ingles C. (Charles) Aubrey Smith (1863-1948), que apareció en muchísimas producciones de la MGM y la Warner, en roles de poder o de respetable posición social. Véanlo de nuevo en: "El pequeño Lord", "Huracán sobre la isla", "La mascota del regimiento", "El prisionero de Zenda", "Rebeca", "Diez negritos", "Los Inconquistables" y "Mujercitas". 


Loretta Young como Miss Lynn Cherrington , la hija de un acaudalado industrial que se supone está metido en el entramado de corrupción respecto al tráfico de armas, aparece rodeada de los hermanos Leigh, William Henry como Rodney, David Niven es Christopher, Richard Greene es Geoffrey y George Sanders es Wyatt.   


Los villanos de esta entretenida película, como Reginald Denny que interpreta al Capitán Douglas Loveland, parecen ambicionar más de la cuenta el dinero que emana de intereses clandestinos. Ford somete el material literario de la novela de David Garth a una adaptación muy conseguida en lo formal y que resulta una entrañable matinée que se disfruta de veras. Además, es un buen ejemplo de las dotes narrativas que tenía su director, para contar con entusiasmo, inteligencia y oficio un relato de aventuras clásico y circunstancial. Muy ameno.


"Beau Geste" (1939) de William A. Wellman. Otra de las grandes producciones de los estudios de Hollywood que se rodaron en la década de los años treinta, y una muestra extraordinaria del clásico touch estilístico de los estudios Paramount Pictures. A partir de la novela homónima de Percival Christopher Wren, cuenta la historia de tres entrañables hermanos que se van a enrolar en la Legión Extranjera, después de hurtar una valiosa joya familiar para esconder la ruina económica de su nobiliaria familia. Ray Milland, Gary Cooper y Robert Preston, logran uno de sus puntos más altos en sus respectivas carreras frente a las cámaras.   

En el segmento introductorio del relato aparece un jovencísimo Donald O'Connor como Beau Geste, mucho antes de su éxito en "Cantando bajo la lluvia", y el carismático niño actor Martin Spellman como Ditgy Geste. Este último prodigio, tuvo una meritoria carrera, hoy día olvidada, en películas de interés para MGM y WB, y un estudio B como Monogram, en títulos como: "Con los brazos abiertos", "Let Us Live", "El hijo de la armada", "Barrios de Nueva York" y "Fangs of the Wind" con el perro Rin Tin Tin Jr.  



Martin Spellman en una pose publicitaria.


Otro destacado prodigio que aparece en esta clásica aventura es el olvidado Billy Cook, que interpreta a John Geste y que también tuvo su cuarto de hora glorioso, en los años treinta y cuarenta, gracias a películas como: "Tom Sawyer, detective", donde obtuvo el rol central y trabajo de nuevo con Donald O'Connor, "Hombres con alas", donde hizo de Ray Milland cuando era niño, y "Los enemigos del honor"/"Naval Academy", junto a Freddie Bartholomew.


En "Beau Geste" se puede comprobar como la Paramount, trabajaba el material literario para desarrollar una puesta en escena, fastuosa, brillante y muy sofisticada. Sus escenarios construidos en los mismos estudios eran grandes decorados, con una profusión palpable en lo barroco, pero también en la idealización del exitismo orientalista. Wellman era un gran director de actores masculinos, y fraguaba en sus relatos, un estilo de cine de acción muy acomodaticio al gusto de las plateas de su tiempo. La hermandad, la camaradería, el sadismo de un opresor, la disciplina castrense, el sentido plausible del espectáculo, se aseguraba con un interés creciente en los esfuerzos de estos tres hermanos que estaban encerrados a su suerte en medio del desierto, atacado por tribus fuertemente armadas en el norte de África.  


La fábrica de Hollywood haciéndote creer que estas en el desierto más distante del mundo, con una guarnición vejada por el feroz proceder del sádico sargento Markoff (Brian Don Levy en una de sus inolvidables interpretaciones de villano de turno), con una amenaza latente en el exterior, que los obliga a resguardarse y desprotegidos de toda posible salvaguarda. Es cine de aventuras al estilo clásico, extremadamente logrado en sus supuestos narrativos básicos, que integran el humor, la pasión, el suspenso, el misterio y la unión, dentro de una fortaleza constantemente amenazada de muerte.    


La película considera la aparición de una jovencísima Susan Hayward como Isobel Rivers cortejada por los hermanos Geste. Este filme constituyo su segundo papel acreditado, que le afianzo su carrera para convertirla en un icono del cine dramático y de ribetes románticos. Solo recuérdenla en: "Mañana llorare", "La dama marcada", "Las nieves del Kilimanjaro", "Con una canción en mi corazón" o "David y Betsabé".


El actor Brian Don Levy hizo muchos papeles en su vida y calzaba muy bien como villano. Pese a su corta estatura, su inflexión facial y su voz gruesa y gutural, le permitieron abordar con convicción estos roles, como el del sádico sargento Markoff en "Beau Geste", pero también sus distintas interpretaciones en: "Impacto", "La llave de cristal", "El beso de la muerte", "Un sueño americano" y "Quatermass 2". Sin duda que "Beau Geste" merece estar entre las películas de aventuras más logradas de la historia, sobre todo por sus óptimos resultados narrativos y estéticos. Sobresaliente.   


100 años en la vida de una familia.


"Paz en la tierra"/"The World Mores On" (1934) de John Ford. Cuando el maestro del cine americano se proponía contar un relato tan ambicioso, que abarca cien años en la vida de una familia propietaria de una prospera fábrica textil en Luisiana, la tarea no resultaba nada fácil. Resumir las anécdotas más sobresalientes, contrastar los distintos momentos en la historia humana con imágenes de archivo o sugerencias visuales, perfilar a los personajes desde el punto de vista más romántico y psicológico, depararon a Ford uno de sus proyectos más complejos, en los tiempos en que no había informática o efectos visuales tan desarrollados, para insertar en los contenidos de un relato conmovedor. Pero Ford lo logro, gracias a su astucia para acentuar en los detalles más singulares de su propia narrativa el paso del tiempo. El filme se puede reducir como la historia de amor no consumada de una pareja, que salta de época en época, sin lograr encontrarse o medianamente relacionarse en sus afectos. Puede ser un antecedente de una película posterior "Pídele al tiempo que vuelva", pero en realidad este anacronismo, no es más que una excusa superficial para mostrar espiritualmente las relaciones de una pareja que parecen reencarnarse de un tiempo a otro hasta que en su consumación final tampoco llegan a entenderse.


Ford testimonia en este interesantísimo filme, que los deberes del poder contrastan con el anhelado equilibrio de las relaciones de una pareja, y si en un momento, es la fábrica la que se desarrolla por sobre los sentimientos más profundos de sus propietarios, es porque, lisa y llanamente, el amor como nexo no pareciera tener cabida en las ambiciones materiales. El relato abarca desde 1824 hasta 1924, desde su expansión hacia Europa (Francia, Alemania e Inglaterra), hasta la primera guerra mundial, y finalmente la recuperación económica post bélica, y logra integrar, una serie de personajes que van a influir sobre la pareja protagonista a través del tiempo.    


Madeleine Carroll y Franchot Tone agudizan sus sentidos y manifiestan distintos caracteres, a medida avanzan los años y las décadas cuando culminan con algún hecho histórico inolvidable. Esta pareja que se une y se distancia, para reencarnarse después en sus símiles y volver a reencantarse, subrayan el lado más romántico que tenía Ford en sus películas. ¿Como un hombre que por fuera era más bien hosco, duro y magnánimo, podía en su interior ser un romántico empedernido? Misterios del cine. Sin duda.   


"Paz en la tierra" merece una urgente reivindicación, porque muestra a Ford siendo muy joven, en la plenitud de sus dotes narrativas y de su extraordinario talento para la puesta en escena. Una película algo desconocida, que mostraba ya el tremendo talento para narrar que tenía Ford con relatos como estos. Imposible dejarla pasar por alto. Asoman su nariz por determinadas escenas, actores tan talentosos como: Lumsden Hare, Raúl Roulien, Reginald Denny, Sig Rumann,  Louise Dresser, Stephin Fetchit, y Dudley Diggs. Imperdible.     


Comedia de una mujer enamorada de dos hombres.


"Una mujer para dos"/"Design for living" (1933) de Ernst Lubistch. Si algo maravilloso tenía el cine de este maestro alemán, era su capacidad para sugerir detrás de las puertas. Nunca hubo antes o después un guiño más consecuente con el humor irónico y sexual, que Lubistch incorporaba para evitar en cierta forma de que sus historias fueran censuradas. Esta, por ejemplo, habla en primera persona de una mujer que ama a dos hombres, y como estos la comparten, en momentos determinados de sus vidas. En efecto, Gary Cooper y Friedrich March, que son amigos entrañables compartiendo las limitancias de una vida difícil, - uno como pintor y el otro como escritor de obras teatrales-, alían sus fortalezas gracias a la relación que entablan con una chica aventurera, interpretada por la sensacional Miriam Hopkins. Y llegan a un acuerdo tácito, vivirán en comunión dejando de lado el sexo.  


La premisa está dada y cuenta con el apoyo de los tres que, en un principio, hacen lo imposible por evitar las almohadas y las sábanas más insinuantes, para concentrarse en rendir en sus respectivos trabajos y pasar del hambre a la abundancia. Nada es fácil. La situación parece burlar la inestabilidad económica en que habitan, hasta que a Thomas Chambers (Fredric March) le compran una de sus obras para montarla en un teatro. George Curtis (Gary Cooper) por su parte, intentará despertar el interés por sus cuadros a sabiendas que la hermosa Gilda Farrell (Miriam Hopkins) será prescindible frente a las muestras materiales que tendrá luego su amigo.    


La lucha psicológica de Gilda estará entre el amor real y el platónico, ¿Cuál de los dos terminará por imponerse en el corazón de la perspicaz, aunque atribulada chica? Lubistch era un genio en el manejo de situaciones engorrosas, sobre todo en las insinuaciones sexuales más directas, y nunca sesgaba a los personajes, una vez lanzados al agua como piezas simbólicas de las complejidades que tienen las relaciones íntimas más adversas entre hombres y mujeres. En esta gran obra, como en las mejores de su filmografía, Lubistch juega y restriega con la idea de no se puede vivir con un solo corazón en cuestiones amorosas. 


De alguna manera Lubistch rompía los esquemas preestablecidos, para acomodarlos a una visión inconformista, agudamente irónica, donde sus personajes mostraban sus debilidades sin ponerse colorados. "Una mujer para dos" nos obliga a determinar lo adelantado que estaba el cineasta respecto a los temas de pareja, y como lograba equiparar, en este caso a partir de una obra de Noel Coward, estupendamente guionizada por el mismo Ben Hecht y Samuel Hoffenstein, las noblezas de los oficios artísticos con los deslices del amor.    

Miriam Hopkins (1902-1972). Actriz estadounidense algo olvidada, que fue, sin embargo, una estupenda comediante, refrescante, atemporal, llena de vivacidad y talento, para encarnar a mujeres integras que luchan por su libertad y se ríen de los desvaríos masculinos. Sus mayores obras están en el cine de Lubistch, pero también de Rouben Mamoulian ("El hombre y el monstruo"; "La feria de la vanidad"), Howard Hawks (" La ciudad sin ley") y William Wyler ("Esos tres"). Ya anciana efectuó un memorable papel en el drama "La jauría humana" de Arthur Penn.


Para la anécdota, recordar que esta película en su época, provoco un verdadero escándalo por su ligero tratamiento del "menage a trois". El toque Lubistch logro que la película eludiera la censura, manteniendo el espíritu original y subrayando con humor los momentos más escandalosos. "Una mujer para dos" es una comedia de situaciones que logra cautivar de principio a fin, porque está muy bien interpretada y porque nos mantiene atentos, gracias a la consolidada experiencia y experticia de su director con los recursos expresivos que tiene el cine. Muy recomendable.  

Fotos-Gentileza: Paramount Pictures- Los estudios de Hollywood de Ethan Mordden- John Ford de Peter Bogdanovich- Mis inmortales del cine de Terence Moix- Warner Bros Pictures- Archivos de Revista ENFOQUE ( Chile)-  Review ( USA )- The Hollywood Report" ( USA )- Variety ( USA)- Empire (GB)- Dr. Macro-  FilmFax- Film Updates- Cinema Tweets- Discusing Films- Filmin- More Movies- The Film Stage- Deadline Hollywood- Noirchick in Old Hollywood- Cinefilia Cult- Depressed Bergman- SensaCine- Ver Cine- Archivo.-


Cartel de "Tres lanceros bengalíes" de Henry Hathaway.


Afiche de "Cuatro hombres y una plegaria" de John Ford.


Poster de "Beau Geste" de William A. Wellman.

Afiche de "Paz en la tierra" de John Ford.


"Design for Living" de Ernst Lubitsch. 



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