Quien ama la vida, ama el Cine.

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El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

martes, 1 de junio de 2021

LOS DIRECTORES : ANDRE DE TOTH - SERGIO LEONE.

La mirada caprichosa e inteligente.

"Los crímenes del museo de cera" /"House of Wax" ( 1953 ), fue la primera película en tres dimensiones de la historia del cine, dirigida por el solvente André de Toth, un director cunetero siempre metido en producciones B, que sorteó con mucha eficacia e inteligencia, los escasos recursos con que contaba para rodar. De su obra, nos encargamos en esta nueva entrada del blog, y junto a otro gran genio, como fue el director italiano Sergio Leone.


"Los crímenes del museo de cera" :
Alma Mater de las películas B.

¿ Cómo conseguir parecer una producción A, si en realidad estás trabajando en una película B ?  En la época del star system era interesante observar a estos grandes artesanos del cine rápido, que trabajaban sorteando sus recursos económicos mínimos, con el máximo de talento e inspiración. El director André de Toth nunca traicionó las bases de sus recursos estrechos, y cuando logró obras increíbles, superaba sus propios límites con un oficio narrativo ejemplar y un gusto por lo estético realmente asombroso. La película de terror "Los crímenes del museo de cera" ( 1953 ), tiene esa tremenda virtud de hacerte creer que, estás en medio de una superproducción aparatosa y novedosa, porque lucen los escenarios filmados bajo techo, el vestuario, la recreación de época, el debut de la técnica 3D y las interpretaciones de Vincent Price, un eterno adalid de estos esfuerzos, Frank Lovejoy, Carolyn Jones y Phyllis Kirk. La historia sórdida del Profesor Henry Jarrot ( Vincent Price, por supuesto ) que tiene sus cualidades sumidas en las esculturas de cera que efectúa para su museo, donde se recrean los más grandes crímenes de la historia, remite a todos esos cuentos macabros de Edgar Allan Poe, aunque aquí se trate de un cuento de Charles Belden hecho guion por Crane Wilbur. Traicionado por su socio, quien originará un incendio del museo estando él dentro, Jarrot buscará la venganza sembrando el pánico entre quienes acudan al restaurado sitio, que está plagado de "esculturas vivas" hechas con los cuerpos de las víctimas del atribulado profesor. 


Históricamente ésta fue la primera película en 3 D, por lo tanto en esta escena donde un malabarista hace piruetas con unas paletas de ping pong, imagínese a la pelotita saliendo fuera del telón como por arte de magia. Los espectadores de la época quedaron con la boca abierta. El director André de Toth integró la técnica sin descuidar los detalles en la puesta en escena. Además, su obra logra interés porque era un experto en controlar el suspenso y crear situaciones de último minuto, donde primaban las soluciones inteligentes y rápidas. 


Charles Buchinsky, conocido después como Charles Bronson desempeña un rol secundario, como Igor, un diligente y atrevido empleado que oculta bajo espesas capas de cera, los cuerpos de las víctimas de su patrón. Eran los tiempos en que Bronson no usaba bigote.  


El veterano actor de carácter Dabbs Greer - ¿ lo recuerdas como sacerdote en la serie televisiva "La pequeña casa en la pradera"?-, junto a Frank Lovejov investigando el caso del museo de cera. Otra característica del cine de Toth, eran sus diálogos directos, sumarios, breves, sin recovecos, y donde la improvisación daba paso a la percepción más significativa. En este sentido, este par de sabuesos policiales, encarnan las mejores pretensiones investigativas de un hecho macabro y detestable.


Las chicas en los filmes de Toth, son hermosas, astutas, sensuales, fuertes, y a veces muy vulnerables por hechos complejos relativo a sus pasados. Sue Allen ( Phyllis Kirk), es hermosa, perspicaz y nunca se doblega para presentir que tras una escultura de Juana de Arco se esconde Cathy Gray, presumiblemente desaparecida. Toth logra una gran película de misterio y horror. Utilizando un estudio que simula una magnífica avenida de época, le saca partido a los espacios dentro del set, a los juegos claro oscuros de la iluminación, a los decorados, y a las distintas situaciones que originará la venganza del profesor Jarrott.


En el set, aparecen André de Toth junto al experto en F Xs  J. Peverel Marley, frente a la estatua de Juana de Arco. Sin duda que, estamos frente a una película de terror lograda por sus tenebrosas atmósferas, - muy bien simulada en el technicolor de la época- , su atractivo contenido argumental, sus excelentes actuaciones, y la mirada perspicaz de Toth, atento siempre a mantener la tensión dramática con algunas buenas ideas de guion y un correcto uso de la puesta en escena. Un clásico que despertará el apetito de las nuevas generaciones de entusiastas del género del miedo. 
 


"Mercenarios sin gloria"/ "Play Dirty" :
Jugando sucio contra el destino.

Se trata de una gran película bélica estrenada en 1969, que tiene toda la pericia y solvencia narrativa del director  André de Toth, aquí en el frenesí de sus capacidades cinematográficas expresivas para crear secuencias prodigiosas de suspenso, acción y pirotecnia.  Fue su última película, y por lo tanto, una muestra magnífica de conocimiento del "entertaiment" más popular. En efecto, la historia  es acerca de un grupo de mercenarios, encabezados por el Capitán Douglas ( Michael Caine), un autosuficiente soldado inglés y el Capitán Cyril Leech ( Nigel Davenport ), un determinista soldado americano, ambos enviados al norte de África a destruir los depósitos de combustible que tienen las tropas nazis, sin los cuales Rommel , el zorro del desierto, no podría llevar a cabo sus planes. Son nueve hombres elegidos por la comandancia que, sin embargo, planifica alternativamente enviar a otro escuadrón similar para monopolizar los resultados. En este juego sucio de tiras y aflojas, donde la confianza es madre de la muerte, Toth efectúa un brillante ejercicio de escenas completas, sin diálogos donde priman las acciones, el suspenso más tenso y febril, y las actuaciones de unos actores irrepetibles.    

En esta secuencia clave, ambos capitanes viven desde la altura el enfrentamiento que tendrán las tropas alemanas con las británicas, sin mascullar palabra porque cada segundo es vital para sobrevivir en un mundo salvaje y hostil. Toth es pródigo en asumir las virtudes del montaje, integrando primeros planos y planos generales en situaciones de alto riesgo, y soslayando las soluciones artificiales, para entregar un filme lúcido, atento, inteligente y sofisticado en la  construcción de los climaxs.   

El equipo del Capitán Douglas es variado, multicultural y aperturista. De hecho, integra entre sus filas, a dos árabes homosexuales expertos en explosivos, y a un astuto griego ( Takis Emmanuel, de "Los jóvenes afroditas" y "Zorba, el griego"), diestro para desarmar minas subterráneas. La cinta se beneficia de los parajes naturales de Almería en Andalucía en España y los estudios Shepperton en Gran Bretaña, que simulan las extensas y áridas dimensiones del desierto del Sahara. Al respecto, se incluye una escena prodigiosa desarrollada durante una tormenta de arena.

El Coronel Masters ( Nigel Green ) es un experto en combustible que ha fotografiado las supuestas reservas de petróleo que tiene  los nazis, y convence con documentación en la mano, al Brigadier Blore ( Harry Andrews ) de enviar a un puñado de mercenarios a destruir las reservas.  El director André de Toth acentúa la ambigüedad que existe en las relaciones castrenses de estos dos altos militares, ambos con intereses diferentes, que actúan en virtud de obtener un reconocimiento por parte de la jerarquía.  

El intento de violación que sufre una enfermera alemana prisionera, interpretada por Vivian Pickles, desdibuja el paisaje del sabotaje, para subrayar la animalidad encubierta que asumen los soldados en un momento determinado de la historia. Toth , como era su costumbre, filma esta secuencia sin concesiones mayores y permite reconocer que estamos frente a un momento histórico absolutamente irrefrenable.


"Mercenarios sin gloria" ( 1969 ), es el canto del cisne de un director subvalorado, redescubierto por la crítica europea, a propósito de sus mayores virtudes narrativas que, en el caso de esta película, están de sobra expuestos con absoluta dignidad. En todo caso, se trata de una gran película de acción, muy disfrutable, y que perdura en el tiempo en razón de sus bien planificadas secuencias audiovisuales donde prima el suspenso, los silencios, el poder de la mirada del espectador y la sabiduría de un realizador que conocía su oficio a carta cabal.  



Acerca del Actor.

Michael Caine ( nacido en 1933, en Trotherhithe, Londres ),  debe ser unos de los actores ingleses más perdurables de la historia del cine actual. Sin duda, porque nunca ha dejado de estar en las marquesinas interpretando papeles interesantes y valiosos con una constancia y una solidez realmente asombrosa. Su vida andariega como Michael Joseph Micklewhite - su nombre real-, comenzó a los quince años cuando decidió dejar sus estudios para trabajar en lo que viniera, antes de formar filas en el ejército británico y participar como tal, en la guerra de Corea. De vuelta a casa, su vida gravitó en el teatro logrando empleo como asistente de escena. Adoptó el apellido Caine que su agente tomó prestado de la película "El motín de Caine" ( 1954 ). En los años posteriores, trabajó en más de 100  dramas televisivos y en cine desde su debut en 1956, su gloria ha estado en ser muy versátil, estricto en la disciplina de actuar sin mostrarse muy sofisticado, y con un agudo sentido de la pertenencia. Desde que llamó la atención en el drama histórico de guerra "Zulú" ( 1964 ), que su nombre ha sido valorado en su justa medida, confirmando su tremenda capacidad para entender la sicología de los personajes que le ha tocado interpretar en la gran pantalla.


En "Zulú" ( 1964 ) dirigido por Cy Endfield, el actor Michael Caine supo ser irónico, valiente y desprejuiciado. Fue su primer papel estelar, por el que llamó muchísimo la atención de los críticos. 


Convertido en todo un rompecorazones, mujeriego intachable, pícaro y algo embustero, en la comedia "Alfie" ( 1966) realizada por Lewis Gilbert, que terminó por sellar a fuego y presión, su nombre en el mundo de las películas. 


Interpretando a un ladrón de guante negro en "Gambit" ( 1966 ) de Ronald Neame, en sus esfuerzos por lograr el atraco perfecto. Elegante en el vestir y un truhan sofisticado en toda su regla.


Combatiendo a los nazis en "La batalla de Inglaterra" ( 1969 ) dirigido por Guy Hamilton, en la Real Fuerza Aérea Británica.  Recordando sus años en Corea, aunque la película se sitúa en la Segunda guerra mundial. 





Cara a cara con el legendario Laurence Olivier en el thriller  "Juegos macabros"/"Sleuth" ( 1972 ), dirigido por Joseph L. Mankiewicz, en una curiosa batalla de ingenios con resultados espeluznantes. 


Adaptando a Kipling junto a su viejo amigo Sean Connery en la inolvidable "El hombre que sería ser rey" ( 1975 ) de John Huston. Encarnan a dos simpáticos  ladrones que intentaron apoderarse de las riquezas de unos monjes y que terminan pagándola muy caro.  


En "El último" valle" ( 1971 ) la adaptación que hizo de la novela de J.B.Pick, el director, dramaturgo y guionista James Clavell. Determinismo histórico para una película olvidada. Además, Caine siempre calzó bien en estos filmes legendarios. Durante esta década, fue particularmente interesante verlo en películas como :  "La inglesa romántica", "La banda de la mala pata", "Un puente demasiado lejos", "Traficantes del dinero" y "El enjambre". 


Junto a Sylvester Stallone en "Fuga a la victoria" ( 1981 ) de John Huston, un relato bélico futbolístico que tuvo gran aceptación popular. El precio de la libertad está en el arco del contrincante, en un duelo que se produce en la cancha. Caine está muy a gusto entrenando las tácticas que tiene planificadas con los mejores jugadores del momento.



Con Julie Walters en "Educando a Rita" ( 1983 ) de Lewis Gilbert. Caine sabe ser intimista y sensible cuando aborda esta clase de papeles. Nunca deja ser un actor natural, lejos de artificios teatrales, aunque algunos guiones provengan de las tablas. 


Actuando para Woody Allen en la inolvidable "Hannah y sus hermanas" ( 1986 ), junto a Barbara Hershey. Pareja dispareja, que se acomoda por obra y gracia del autor neoyorquino a las tribulaciones del Amor.


En "Mona lisa" ( 1986 ) con Bob Hopkins, en uno de sus grandes papeles. Cierto cinismo, unido a una practicidad envolvente en sus modismos y gestualidad en escena, convierten a Michael Caine, en un actor original, distinto y atemporal.  O sea, perdurable en el tiempo.


En la emotiva "Las Reglas de la vida" ( 1999), supo apartarse del arquetipo de pícaro, ladrón y aventurero, para dar con el tono más sensible del médico abnegado, que le lee cuentos a los niños huérfanos de un hogar. Fue uno de sus grandes roles a fines del siglo XX. 


En "Leones de segunda mano" le daba la réplica a Robert Duvall, para transformarse en los formadores de Haley Joel Osment, en una película que merecía verse más allá de toda duda. Michael Caine se acomoda muy bien a los tiempos, asumiendo una tercera edad, sana y promisoria. 


Acerca de "Batman,inicia" ( 2005 ) de Christopher Nolan dijo en una entrevista : "Es una de las cosas más grandiosas que he hecho".  En el 2020, a los 86 años recordó que, cuando  interpretó a Alfred Pennyworth, el mayordomo de Bruce Wayne, en la trilogía del hombre murciélago, suponía que no sería Batman por su edad, pero que siempre estuvo dispuesto a trabajar con el director, al que le admiraba por sus tres primeras películas. 


Como el Profesor Brand junto a Matthew Mcconaughey en "Intelestelar" ( 2014 ), otra vez colaborando con Nolan, en una historia muy original e innovadora de ciencia ficción. Durante este período, Caine se ha dado tiempo para participar también en películas como : "Kingsman : el servicio secreto", "Los Ilusionistas", "El último cazador de brujas", "Rey de ladrones", "Twist" y "Best sellers".  Por estos días trabaja en "Medieval", una producción histórica checa ambientada en el siglo XVI.




Acerca del director.

André de Toth ( 1913- 2002 ). Extrajimos su biografía de un singular resumen del crítico español Augusto M. Torres. "Hijo de funcionarios del Imperio austro-húngaro, estudió  Derecho en la Universidad de Budapest, para posteriormente, dedicarse al teatro, y sobre todo, al cine. Después de realizar seis irregulares películas en Hungría, y rodar la invasión nazi en Polonia, es contratado por su compatriota, el productor Alexander Korda, para quien trabaja como montador o director de segunda unidad en notables producciones británicas como : "Las cuatro plumas" ( 1939 ) de Zoltan Korda. Trasladado a Estados Unidos por los Korda, trabaja con ellos en las películas : "El ladrón de Bagdad" ( 1940 ) de Michael Powell, Tim Whelan y Ludwig Berger, "El libro de la selva" ( 1942 ) y "Sahara" ( 1943 ) de Zoltan Korda. Gracias a Harry Cohn dirige para Columbia, en siete días, "Passport to Suez" ( 1943 ), su primera película norteamericana, pero también "None Shall Escape" ( 1944 ), un interesante análisis del nazismo que anticipa el proceso de Nuremberg. Más tarde se especializa en películas B para pasar a rodar para diferentes estudios, atractivos policiales como "Aguas turbias", "Pitfall", "Furia del trópico", "Crime Wave" y  los westerns personales "El honor del Capitán Lex", "Last of the Comanches", "Pacto de honor", además de las películas de guerra "Monkey on my back" y "Mercenarios sin gloria". Tras rodar en Italia las fallidas "Los mongoles" y "Oro para el César", se instala en el Reino Unido donde trabaja como productor ejecutivo de "Un cerebro de un millón" ( 1967 ) de Ken Russell, y  "El Cóndor" ( 1970 ) de John Guillermin. Retirado del cine, se dedica a la pintura y la escultura, mientras vive en Estados Unidos.    


El director se casó tres veces, la segunda vez con la actriz Veronika Lake, con quien tuvo dos hijos.  Aunque hay biografías que señalan que contrajo matrimonio siete veces y tuvo 19 hijos. Uno de los mayores puntos de inflexión que tuvo con su familia, - de larga tradición militar en Hungría- , es que, todos esperaban que mantuviera la tradición, pero no lograron convencerle para que se embarcara en una carrera castrense. Su padre, un oficial de caballería del ejército, no le perdono nunca esta actitud, así que perdió toda comunicación con él.  


Frase para el bronce : "La vida es negra y maldita, y yo me dedico a fotografiar la Vida". 




"El bueno, el malo y el feo":
La nueva era del western.



Fue un western italiano modélico, una superproducción de larga duración donde se puede apreciar el particular estilo de su realizador, Sergio Leone y sus juegos narrativos con el tiempo, que fue el trampolín estelar para la carrera de Clint Eastwood y el músico Ennio Morricone. Un relato circular alrededor de tres personajes centrales, que introduce la violencia como eje motor, y que supone, una mirada renovada del género tradicional. Culminación de una trilogía de westerns interpretados por Eastwood como "el pistolero sin nombre", especie de justiciero providencial que se manifiesta casi espiritualmente para recomponer o establecer justicia en lugares recónditos, donde dominan las fuerzas malignas. Cinco guionistas más el propio director, trabajaron para contar este itinerario lleno de sorpresas, vuelcos de última hora y resoluciones dramáticas efectivas.  


Lee Van Cleef es "ojos de ángel", un viejo experto paramilitar, bueno para dar y recibir balazos. Es un tipo astuto, perspicaz, individualista y pendenciero, que no da su brazo a torcer hasta cuando descubra el paradero de un cuantioso botín enterrado en una tumba sin nombre. Eli Wallach es "Tuco", con un hermano sacerdote, desprejuiciado, irónico, sarcástico, cómico, un aparente insignificante bandido, indisciplinado, que sufrirá todos los avatares por su cinismo y torpeza, aunque siempre conoce realmente el paradero de la fortuna, que sus otros compinches buscan desesperadamente. Clint Eastwood es "blondie", gringo impávido y justiciero, en eterno control del gatillo y calculador inteligente, que nunca depondrá sus esfuerzos por llegar primero al cuantioso botín. 


El director italiano Sergio Leone en control de sus tics, acomoda los close ups para extender hasta la saciedad el tiempo y el espacio en las escenas de los duelos, las confrontaciones cuerpo a cuerpo y las escapadas de último minuto. Este estilo personal, deudor de la filosofía de la contemplación orientalista,  ya había sido impuesta por el comic, aunque en la película adquiere parangones de inusitada tensión dramática y un sobrecogedor ritmo, con una eficacia maestra en el uso del montaje.

En el set, Leone gustaba ilustrar las acciones a sus actores, participando él mismo en lo que quería obtener para la pantalla y simulando muchas veces, todas las acciones. Su obra "El bueno, el malo y el feo" ( 1966 ), no es más que, la primera constatación efectiva de su estilo cinematográfico a sabiendas de sus anteriores trabajos para el cine del Oeste. 



"Erase una vez en el Oeste" :
El tiempo como base de la épica.

Si en "El bueno, el malo y el feo" ( 1966) , el realizador Sergio Leone dejó atisbar cuales eran sus principales características como autor completo, con esta épica colosalista del far west, no sólo pretendió homenajear al género que más impulsó su carrera, sino que demostró además, que su principal interés estaba ceñido a la idea del manejo del tiempo de resonancias épicas, para reconstruir la idealización del conquistador blanco en las indómitas tierras indígenas de los pieles rojas. Para eso, contó con un gran presupuesto que le permitió filmar en auténticas locaciones del Monument Valley, en Arizona, - los paisajes favoritos del legendario John Ford- , y hacer de esta larga y concisa historia de emigración, una increíble aventura femenina, donde las figuras de los hombres se repliegan frente a la valentía de una mujer independiente y luchadora, Jill McBain ( Claudia Cardinale ). 


Desde la primera secuencia, larga y tensa, de los pistoleros esperando el arribo en tren de Armónica ( Charles Bronson ), Leone nos sumerge por su juego de extender y contener el tiempo real, para originar un suspenso in crescendo que dominará todo el relato. A partir del asesinato que perpetrará el irascible pistolero Franco ( Henry Fonda ), contra la familia de la recién llegada Jill McBain, Leone tensiona los encuentros entre la mujer protagonista y los hombres, siempre obcecados en sus esfuerzos por venganza, legitimidad de roles o simple compromiso laboral, ya sea enviados para asesinar personas o desarmar propósitos que vulneren las ambiciones del dueño del ferrocarril ( Gabriele Ferzetti). En toda esta exposición de situaciones, Leone practica hasta los extremos, la idea de expansión del tiempo, para aumentar y potenciar el interés del espectador, siempre con la atenta utilización de la banda musical de Ennio Morricone y el montaje de Nino Baragli.



El espléndido guion de Sergio Donati, Dario Argento, Bernardo Bertolucci y Sergio Leone, impone la figura femenina en el western, con una inusitada carga erótica y un carácter especialmente fuerte e independiente,  gracias a la interpretación de la preciosa Claudia Cardinale. En circunstancias extremas, Jill McBain llegará a acostarse e intimar con el asesino a sueldo de su familia adoptiva, y descubrir finalmente, cuál es la trama macabra que se esconde tras esas terribles muertes. 


Frente al cameraman Tonino Delli Colli, aparece el actor Henry Fonda como el pistolero de ojos azules, impávido, que no tiembla al matar a un niño, y el director Sergio Leone, que ajusta la expresividad facial de su intérprete, con un recargado maquillaje sobre las cejas.



Esta panorámica del pueblo que está expectante por la construcción de las rieles del ferrocarril, está animada por la música "Las horas" pieza maestra que el compositor Ennio Morricone escribió para impulsar la sorpresiva llegada de Jill McBain. Es una toma espectacular que Leone repetiría en toda su magnitud, para mostrar el árido e imponente paisaje del Monument Valley. En esta colosal película, se instauran los mitos de Leone : contemplativos, como en el Proust del "Tiempo Perdido", circulares, porque remiten a un tiempo de conciencia personal inmersa en los espectros del recuerdo y al ritmo pausado de las sagas irlandesas.  


Una foto para exégetas de Claudia Cardinale, mientras Sergio Leone le acomoda una vieja cámara para la artista. Por su encantadora personalidad, ella cautivó a todos en el set.


Durante la escena rodada en un bar que es también una caballeriza, aparecen Sergio Leone , Claudia Cardinale y Polo Stoppa, gran característico del cine europeo. 



"Erase una vez en América" :
La idealización destruida por el realismo.

Con esta magistral radiografía gangsteril ambientada en Nueva York, el realizador Sergio Leone completó su trilogía dedicada a resaltar la epopeya de la Humanidad en distintas épocas ( el far west con "Erase una vez en el Oeste", la revolución mexicana en "Erase una vez la revolución"...). Con una puesta en escena que recrea a la ciudad de los rascacielos en su época de máximo esplendor con la llegada de los emigrantes, Leone descarga todo su lirismo y grandioso talento, para contar la historia de cuatro amigos de la infancia en su escalada delictual. Sus relaciones amistosas y erráticas, sus desdoblamientos y roces, sus sueños y sus derrotas, alcanzan el cenit en esta epopeya brillante y mastodónica, llena de hallazgos visuales y abierta a las emociones más puras.


Revalorizando el uso del racconto, flash backs y forward, como elementos primordiales que sirve de base para desglosar acontecimientos anteriores y posteriores, Leone detalla el submundo del hampa, sus ritos y sus obsesiones, tomando como base narrativa la existencia de dos amigos entrañables, Noodles ( Robert De Niro) y  Máximo ( James Woods ), que nacieron y se criaron en los ghettos. Allí conocen el valor de la amistad y de la supervivencia, dan sus primeros pasos en el  amor,  se transforman en los dueños de una cuadra de su barrio, extorsionando a los policías que trabajan bajo cuerda para otros gángsteres




En realidad, lo que hace Leone en "Erase una vez en América" ( 1984 ), es "promover una revisión desde el punto de vista europeo del cine negro como del gran sueño americano". Todo ello se estructura en tres grandes líneas del relato que se entrecruzan :  un presente situado hacia la década de los años treinta del siglo pasado, una infancia revertida treinta años antes, y un futuro simétricamente proyectado. Esto armado en eficaces tratamientos temporales sobre la base de recursos sobre el racconto, los flash back y forward. Los tres tiempos recaen en una película monumental, de largo aliento, que alcanza una duración cronológica de tres horas y cuarenta minutos. Siempre siguiendo la clave de los tríos : tres momentos, treinta y tríptico.


El potencial dramático del relato se circunscribe al amor idílico entre Noodles y la pequeña Deborah ( interpretada por Elizabeth McGovern cuando adulta; Jenniffer Connelly cuando niña ). Su ansiedad erótica en la adultez, le lleva a suplir el delirio del amor por la violación de la chica de sus sueños. Hay en toda esta sugerencia patética de la imposición, un sesgo claro de la nula facultad de establecer un equilibrio emocional con la mujer amada.  


Deborah es la insinuación idílica del amor eterno, nunca realmente consumado por Noodles, debido a su yoyoismo y su impotencia sexual, y también a causa del cumplimiento con los otros ( la pandilla, la barriada judía). Las ideas sobre la soledad, la amistad y el amor, se entrecruzan así, en un constante panegírico, donde Leone retoma su visión de la depresión económica y sus resonancias en los años siguientes. 


Leone manifestó en su momento que "Erase una vez en América" es "una fábula vista a través de los filtros del opio". Quiere decir que lo mítico asume un nueva dimensión, esta vez, desde la conciencia alterada por el alucinógeno. De alguna manera, el sueño del opio es la metáfora de la caída del viejo sueño americano. La corrosión de las bases sustentadoras de los sistemas sociales se hacen evidente, y producto de aquello, se manifiestan la presencia corrompida de los mecanismos del poder, donde los niños en su infancia, asumen las limitancias económicas de su entorno y se prestan para jugar en el lado más vulnerable y prohibido. 


Por eso, resulta tan simbólica la muerte de uno de ellos, el menor de los chicos, que en una escaramuza pierde la vida frente a la policía. Detrás de la sicología tan compleja de sus personajes, Leone demuestra su profunda inquietud por indagar en el alma humana. De ahí que asuma las relaciones de la pandilla, como un constante juego de apariencias, donde se manifiestan la amistad, la desconfianza y la delación, que acabará en una interacción del amor trágico y grandilocuente.  


Leone contrapone la pureza sublime de Deborah con la sensualidad prostibularia de Eva ( Darlanne Fluegel ),  una prostituta de alterné, que no tiembla al compartir techo, pan y comida con algunos de los personajes centrales del relato. En este juego de insinuaciones, tampoco pasan desapercibidas ciertas obsesiones que rayan en lo ambiguo. De hecho la amistad entrañable entre Noddles y  Máxime, puede significar a los ojos más extremos, una pasión homo erótica más insinuada en la adultez, que en la adolescencia de los personajes. 


"Erase una vez en América" ( 1984 ), es una de las grandes películas de la historia del cine. Una gran obra maestra hecha en homenaje a ciertos momentos jubilosos de Hollywood, y que considera también la narrativa de Hemingway o Chandler, pero sobre todo, al género negro del cine policial. Hay en este titánico esfuerzo, que fue el último suspiro de Leone, un obsesivo apego por ilustrar las mejores basas de la cultura americana. 


A través de su metódica estética, su acabado formal lleno de recursos expresivos y estilísticos, Leone nos legó su pasión por el cine de géneros.  Una obra mayor para el arte de las mil maravillas en las tierras de Oz. Imperdible película para ver más de una vez y valorar todo el ingenio y el talento superior de un director intelectual y cinéfilo. 


En el set de la película-río, aparecen director y actor preparando una escena. Sin duda, es uno de nuestros filmes favoritos. 




Acerca del director.

Sergio Leone (  1929- 1989 ). Encasillado injustamente como realizador de spaghetti westerns, fue hijo del realizador italiano de cine mudo Vincenzo Leone, y de la actriz Bice Valerian. Estudia Derecho antes de dedicarse de lleno a su pasión por el cine. Este oficio que le deslumbra y que llegará a dominar, bajo el alero de notables maestros norteamericanos como Wyler, Walsh y Welles, se unen indisolublemente a uno de los momentos más significativos del cine italiano : el neorrealismo. Por enfermedad de Mario Bonnard, con quien trabaja intensamente como ayudante, termina "Los últimos días de Pompeya" ( 1959 ), nueva versión de la obra de Bulwer Lytton, y dirige la segunda unidad de "Sodoma y Gomorra" ( 1962 ) de Robert Aldrich, pero su primera película como realizador es el peplum hispano-italiano "El coloso de Rodas"  ( 1961 ). El crítico y semiólogo chileno Luis Cecerau Lagos apunta : "Inspirado en los contemplativos ritmos de la cinematografías de la India y Japón, en particular de la obra de Kurosawa, irrumpe en el año 1964 con "Por un puñado de dólares", filme que propone una nueva imaginería para el género western, en donde la violencia, como danza de la muerte, va marcando un particular sello al periplo del héroe-antihéroe, sobre las bases de un western que ya deviene abstracto, incluso a partir del filme de Zinnemann, "A la hora señalada". Sobre la recurrencia temática referida a la soledad y la violencia, la negación de la amistad, y la caída de las viejas mitologías, Leone conforma un tríptico con los filmes "Por unos dólares más" y "El bueno, el malo y el feo", realizados posteriormente.        


La consolidación de Leone le significará un fuerte apoyo en términos financieros, que devendrán y donde el director buscará dar forma a la segunda espiral de su obra, que se caracterizará por el tono mayor de sus puestas en escenas. Este segundo proyecto se inicia con otro western "Erase una vez en el Oeste" ( 1968 ), donde Leone hace una gran síntesis de la primera trilogía y homenajea a los padres del género madre, además de abrir también de forma maestra sus fábulas para adultos. Después seguirá su particular mirada ala revolución mexicana con "Erase una vez la Revolución" ( 1972), modélica síntesis para describir las diferencias territoriales, políticas y culturales entre los aztecas y los "gringos".  Para culminar con "Erase una vez en América" ( 1984), ambiciosa recreación de la época gangsteril, contada en tres tiempos, y percibida como su gran-obra maestra. 


Sergio Leone dirigiendo una toma en el imponente paisaje desierto del Monument Valley en Arizona. 


Ahora supervisando una toma en las fumarolas clandestinas de opio, para "Erase una vez en América". 


Aquí con los niños prodigios de "Erase una vez en América". 



Fotos- Gentileza : Warner Bros. Pictures- Paramount Pictures- United Artist  Pictures- 20 th Century Fox Pictures- Metro Goldwyn Mayer Pictures- TCM- Universidad de California UCLA- Vintage- Vienna"s Classic Hollywood- Ebay- Movie Classic Word Press- Rare Film- Movie posters- Archive Warner Collection- Cinematerial.com- Archivo.-


Afiche original de "Los crímenes en el museo de cera" dirigida por André de Toth. 




Poster original en italiano de "Erase una vez en el Oeste" dirigida por Sergio Leone.





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