Clint Eastwood ( nacido en 1930 ). Es el último de los grandes herederos del clasicismo narrativo del cine. En su forma de rodar recuerda a John Ford, pero en su apertura temática a John Huston. Hay en el cine de Eastwood, una abierta compulsión por controlar todo el proceso de rodaje con la idea de que el director es el autor de la obra. El crítico Albert Fuguet lo señala en un detallado estudio de su filmografía : Debido a su calidad de astro , Eastwood puede permitirse el lujo de negociar y siempre salir ganando. La productora Malpaso no es más que un grupo de artistas y técnicos que colaboran en todos sus filmes. Han pasado por alli, los directores Michael Cimino, Ted Post, James Fargo, Richard Tuggle y Buddy Van Horn, los fotógrafos Bruce Surtees, Jack Green, y Tom Stern, el editor Joel Cox, el músico Lennie Nielhaus, los directores artísticos Edward Carfagno y Jack G.Taylor Jr., entre otros. Esta posibilidad de tener todo el control sobre sus producciones le ha significado la posibilidad de que cada uno de sus filmes sea parte de una obra global. De este modo, sus héroes siempre actúan de la misma manera, herencia de lo que le dejaron cimentado Leone y Siegel. El hombre sin nombre su primer personaje , era un solitario errante, misógino, incapaz de comunicarse, que no le teme a la violencia y que después de casi ser aniquilado resucita de una manera cristológica. A lo largo de sus propios westerns, policiales y relatos de espías y de acción, Eastwood repite este rasgo en sus personajes más urbanos. Otro tópico de su cine, es la defensa de una moral que ha quedado olvidada en el pasado, sin menosprecio de exponer relatos con un toque de ambigüedad y desencanto donde siempre se cuestiona un Estados Unidos corrupto que pierde fuerza poblados de seres a la deriva y marginales. |
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