Quien ama la vida, ama el Cine.

Quien ama la vida, ama el Cine.
El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

domingo, 30 de junio de 2019

LOS DIRECTORES : HENRY KING - GEORGE CUKOR :

Maestros del clasicismo americano.


El director George Cukor ( de pie a la izquierda de la foto ) observa una escena de su película clásica "La dama de las camelias" con Greta Garbo y Robert Taylor. Acerca de él, su carrera y su estilo en la siguiente entrada del blog, compartiendo espacio con el genial Henry King. 


"Los Depravados" / "The Bravados" :
La historia de una venganza.


Adaptación de la novela de Frank O"Rourke con el estupendo guión del especialista Philip Yordan. Es la historia de una venganza, y mejor aún, el via crucis de un hombre, Jim Douglass ( Gregory Peck),  que pretende establecer justicia con su propia mano, a propósito de la violación y muerte de su esposa en manos de cuatro forajidos, y en el transcurso descubre que se ha equivocado. La solidez del relato está en cómo el director Henry King maneja las situaciones más emocionantes y trascendentes ( la fuga de la cárcel mientras el pueblo asiste a la Misa ; la persecución de los bandidos ; la actitud que tiene cada personalidad en función de una tensión dramática muy bien administrada ), y perfila el tema del conflicto central : el perdón espiritual vía la plegaria. King era un director cristiano en su gran medida y somete este material a sus propias ideas religiosas mezcladas con una intachable integridad humanista. 


Así mismo, la figura de la mujer en esta valiosa película western, King la dibuja con una fuerza interior envolvente. Hay que ver a una jovencísima Joan Collins atravesar media colina para cuidar de la hija pequeña de Peck, conociendo la verdad de los sucedido después de conversar con el cura del pueblo. Para King la mujer en el Oeste, es la imagen de la fortaleza entendida como pilar fundamental de la familia y sostén anímico del hombre. La esposa del indígena perseguido por Peck, defiende a su marido con uñas y dientes. La joven cautiva, pese a que sufrirá el bochorno de ser deseada por uno de los bandidos, somete su propia relación juvenil a los deseos oníricos de un padre que sólo sueña con verla en las grandes urbes alejadas de la tranquilidad del pueblo. El recuerdo de la esposa fallecida, lleva al hombre pacífico y sociable al extremo de la venganza. Esta causal hace más interesante la figura de Peck, atiborrada de odio y dolor en su búsqueda de los forajidos, y que irá tornándose más luminosa mientras somete a juicio a los forajidos. 


Henry King retrata la visita al pueblo de un hombre intachable, en la medida de lo necesario, guardándose para el desarrollo del conflicto, sus faltas, sus debilidades y sus pecados. En su renuncia a Dios, en su ligereza para burlar los códigos establecidos de la justicia del far west, tomando la ley por su propia mano, están los pilares emocionales que le regresarán a la Iglesia, a la Fé, y a la confesión espiritual que limpie sus faltas y errores.


La película tiene a su favor una gran actuación del actor Gregory Peck, a estas alturas, convertido un ícono del cine contestatario, liberal, apegado a derecho y asumiendo con toda la fuerza de su carácter, las motivaciones que llevaron a su personaje a los extremos de la venganza. Se trata de una gran película, interpretada también por Joan Collins, Stephen Boyd, Albert Salmi, Henry Silva, Lee Van Cleef, Barry Coe y Andrew Duggan. Destaca la magnífica fotografía de León Shamroy que le saca partido a los exteriores, a los cielos azules, al paisaje mexicano, a la amplitud de los horizontes y a la sugerencia de los encuadres; y la música de Lionel Newman, que acentúa los momentos de climaxs y subraya la intensidad de las situaciones. Rodada en Jalisco, Guadalajara, Yucatán y Michacán en México. Ojo, Gregory Peck estrena su dominio del español en varios diálogos. Recomendable.






"El Pistolero" /"The Gunfinghter" :

La nueva era del western.


Sobre una ingeniosa historia de André de Toth y William Bowers, con guion de éste último, el maestro Henry King ejecuta un western modélico, que se organiza en torno a la figura del cansado y avejentado pistolero Jimmie Ringo ( Gregory Peck ), que sueña con dedicarse a la granja y pasar así a retiro voluntario. Sin embargo, sus loables propósitos comienzan a derrumbarse por la incomprensión e intolerancia de la sociedad. Rodada casi íntegramente en interiores, es uno de los primeros westerns psicológicos de la historia del cine. Ya no es sólo la acción pura y silvestre, también hay una connotación en la profundización sicológica de los personajes. A Ringo lo persigue su fama de buen tirador, obligado a huír por haber dado muerte a un muchacho que le ha provocado, y que pretende rehacer su vida junto a su mujer ( Helen Wescott ), y la ayuda del sheriff  Mark Strett ( Millard Mitchell). Pero las circunstancias le devolverán al camino preconcebido. King demuestra una extrema habilidad en el manejo del relato, y logra un western grandioso y brillante. 


El destino alterado por la provocación de un joven, subraya la fascinante historia de este western ejemplar. El fotógrafo Arthur Miller muestra toda su pericia en un expresionista blanco y negro; para solventar el talento narrativo que tiene King. Toda la película se ve con mucha avidez, porque profundiza en las emociones y las frustraciones del personaje central. Detrás de su excesiva fama, se esconde un hombre que sólo desea ser común y corriente.  


En algunos países latinoamericanos en su momento se estrenó bajo el título de "Fiebre de sangre", y en su paso al DVD y Blu Ray se titulo "El Pistolero". Em esta escena aparecen : Millard Mitchell saludando a Verna Felton, mientras les observan Angela Clarke, Ellen Corbin y Gregory Peck.


Considerada una de las mejores obras de Henry King, es un western original, diferente y muy inteligente, que nos pone en contacto con lo más destacado del realizador para la 20 th Century Fox. No es estúpido sostener que, King conscientemente estaba innovando desde los libretos, y el tratamiento audiovisual de una obra valiosa.






Acerca del Director.


Henry King ( 1886-1992). Director, productor, guionista, actor y editor del cine norteamericano, hermano mayor del también realizador Louis King; desde muy joven deja su familia para irse con un circo ambulante. Hijo de un ingeniero hidraúlico del Sur de religión metodista, fue también actor de vodevil, teatro y cine, que comenzó como intérprete en la empresa Lubin. Pathé le hizo estrella y luego director. Debutó como realizador en 1916 con la película muda "Little Miss Sunshine" , a la que siguen después más de cincuenta producciones mudas, al principio codirigidas con Edward Sloman , y posteriormente realizadas en solitario. De todas sus películas mudas sobresalen "Tol" Able David ( 1921 ), un relato de tonalidades bíblicas con Richard Barthelmess y Gladys Hulette, a la que el propio King en el guión plasmó muchas de sus experiencias vitales logrando una plena identificación personal con la historia que narra. También efectúo en este período "The White Sister"/"La hermana blanca" ( 1923 ), un drama religioso rodado en Italia; "Romola" ( 1924 ) adaptación de una obra de George Eliot; y "The Winning pf Barbara Worth"/"Flor del desierto" ( 1926), una comedia producida por Samuel Goldwyn. En 1929 firma un contrato con William Fox y rueda sus restantes 50 películas para la 20th Century Fox. 



El realizador junto al actor Robert Young en el set del rodaje de "Carolina" ( 1934 ), una comedia sentimental basada en una obra de teatro de Paul Green, que fue el inicio de un cine más sólido y autoral. Después vendrían una serie de títulos encomiables, que demostraron su versatilidad para pasar de un género a otro, sin perder su fuerza emocional, su vigor y su espíritu personal, como : "Lloyds"s of London" ( 1936 ), acerca de los orígenes de la célebre compañía de seguros británicas ambientada a fines del siglo XVIII, "Jesse James" ( 1939 ) un modélico western rodado en exteriores con un sesgo naturalista y con un magnífico uso del Technicolor; "Stanley & Livingstone" ( 1939 ), entretenida cinta que reconstruye las aventuras africanas del doctor Livingstone; "El cisne negro" /"The black swann" ( 1942 ) una notable incursión en el cine de piratas sobre una obra de Rafael Sabatini; "La canción de Bernardita"/"The song of Bernardette" ( 1943 ), una ostentosa y aparatosa  biografía de la religiosa Bernadette Soubirous;  "El príncipe de los zorros"/"The prince of foxes" (1949 ), una estilizada aventura renacentista en torno a los Borgia y que está rodada en Italia; "David & Betsabé / "David and Bathsheba" ( 1951 ), un péplum a la usanza de la época; y "Fiesta"/"The sun also rises" ( 1957), interesante adaptación de un relato de Hemingway sobre el medio taurino. Deben su mano maestra otros grandes filmes que marcaron época como : "El pistolero" / "The Gunfighter" ( 1950 ), primer gran western sicológico; "Las nieves del Kilimanjaro" / "The snow of Kilimanjaro" ( 1952 ), una interesante mezcla de cine de aventuras y romántico sobre textos de Ernest Hemingway; "Angustia de un querer"/"Love is a many splendored thing" ( 1955 ), famoso y taquillero drama romántico construído sobre el choque de culturas entre Oriente y Occidente; "The Bravados" ( 1958 / ver ) otro modélico western;  "Esta tierra es mía"/"The earth is mine" ( 1959 ), un melodrama familiar que rueda para la Universal; y "Tierna es la noche" /"Tender is a night" ( 1961 ) relato romántico que es un cierre antológico para una carrera ejemplar. La vitalidad de su cine no fue más que un reflejo de su propia vida privada, pues hasta los 94 años jugó golf y piloteó su avión deportivo.      





Acerca del Actor.


Gregory Peck ( 1916- 2003 ). Hijo de un farmacéutico de origen irlandés, ganó una beca para seguir los cursos de arte dramático de la Neighboorhood Playhouse School of Dramatics de Nueva York, y debutar como actor de teatro en Broadway a principios de los años 40 del siglo XX. En cine comienza a trabajar como protagonista en 1944 en la película "Días de gloria"/ "Days of Glory" de Jacques Torneaur, a la que siguió "Las llaves del reino" / "The Keys of the Kingdom" dirigido por John M.Stahl, donde hizo de sacerdote. Hizo 53 películas, eso sin contar, sus apariciones en televisión y la utilización de su gran voz en algunos documentales. El recordado escritor y crítico español Terenci Moix escribió del actor en su momento : Peck mantuvo una jerarquía estelar indiscutible durante cuatro décadas. Y eso gracias a películas como : "El despertar", "Duelo al sol", "Cielo amarillo", "El pistolero", "El hidalgo de los mares", "Moby Dick", "Las nieves del Kilimanjaro", "La princesa quería vivir", "El hombre del traje gris", "Horizontes de grandeza", "Los cañones de Navarone", "The Bravados", "Matar a un ruiseñor", "Arabesque", "La noche de los gigantes", ""El Oro de Mackenna", "La Profecía", "Los niños del Brasil" y "Gringo Viejo", entre otras. El director John Huston que trabajó con él, en Moby Dick, lo describió de la siguiente manera : Greg es uno de los hombres más buenos y rectos que he conocido y tiene verdadera talla moral. Eso explica, el nivel de sus actuaciones más logradas, una extraña mezcla de detallismo histriónico, orgullo, pasión, ética, y modestia, a grados superlativos. Le aprendí a valorar desde muy niño, cuando asistí a la exhibición de Matar a un ruiseñor. ¿ Quién es ese hombre tan leguleyo, perspicaz, amoroso con sus hijos y dispuesto a defender a una inculpado de color y en una época de fuerte efervescencia por los derechos civiles en Estados Unidos ? Su estatura de fuerte talante, terminó por cautivarnos a todos, ya en su vejez, cuando recorrió numerosas salas en Estados Unidos recordando sus años mozos estampados en celuloide. Allí apareció el Gregory Peck luchador, empeñoso, cauteloso, recto, mordaz, culto, irónico, defensor de los débiles, demócrata confeso, encarnación de una moralidad humanista extrema, lo suficientemente atractiva como para ser imitada por todos. Y apareció el líder de los justos, de los que claman por un mundo mejor a prueba de acciones concretas. Aprendimos a admirar su esplendorosa pulcridad con los deberes ciudadanos, pero también conocimos al hombre vulnerable que perdió a un hijo de forma inexplicable. Todo ello es Peck para el público, su público y los que le seguimos a través de sus películas.  


En el drama antisemita "La luz es para todos" de Elia Kazan con Celeste Holm y John Garfield. Era la primera vez que se trataba el tema de la persecución social contra los descendientes judíos y Gregory Peck puso la vara alta, porque se atrevió valientemente a dar la cara respecto a un odioso flagelo, que todavía pena en algunos países más de la cuenta.  


Dando el tono para la comedia romántica junto a Audrey Hepburn en "La princesa que quería vivir" de William Wyler. Ella lo hizo tan bien en su papel debutante, que Peck le solicitó a Wyler colocarla en los inicios de créditos junto a su nombre.


Como el Capitán Ahab en el clásico "Moby Dick" dirigido por John Huston.



En "The Big Country"/"Horizontes de grandeza" con Jean Simmons. Un western de proporciones gigantescas basado en la novela de Donald Hamilton, dirigido por William Wyler, con el que alcanzó un gran éxito.


En "El Jugador"/"The great sinner" dándole la réplica a Dostoievski.



En "Matar a un ruiseñor" en la cumbre de su vena interpretativa, eternizando su imagen como el abogado Atticus Finch, según la novela de Harper Lee.





"La dama de las camelias" /"Camille" :
La Era del romanticismo apremiante. 


Si algo marca este clásico en la historia del cine, es su tremenda nitidez para transmitir todos los sentidos del romanticismo barroco en su capacidad onírica y hacerla postre de la fiesta de cumpleaños. Nada falta, nada sobra, nada aburre, en esta sólida adaptación a la novela de Alexandre Dumas. Está el tacto febril de la llamarada apasionada que constituye el rol de Greta Garbo, interpretando su arquetipo más celebrado y recordado por el espectador avezado. Pero también están las pulsaciones narrativas, estéticas y metafóricas de George Cukor, un homosexual encantado con la figura femenina, sorprendido con la belleza masculina y abarrotado en la estilización más refinada de una historia conocida y trágica.


Toda constipación de Camille, es espacio histriónico para elevar la figura insigne de la actriz sueca en el cenit de su belleza, arropada con el glamour hollywoodiense más perfecto del genial Adrian,y matizada en su esfinge perfecta por los fotógrafos William H, Danields y Karl Freund. Nada está armado al azar por Cukor para que no reluzca, brille como diamante en bruto y acentúe su capacidad morbosa de sentirse mariposa de jazmín en los ojos del esbelto Robert Taylor. Es como si Cukor fuese Camille o Garbo, o las ambas, en un juego coquetón de humo y luces. Donde sueña caer rendido ( a ) en los brazos del galán Taylor, lo suficientemente realzado por una luz tenue que escanea su blanquísima dentadura postiza. Cukor era un maestro en el dibujo detallado del alma femenina. Su marcado gusto por la estilización caracteriza esta obra de principio a fin.  


En esta aventura de composturas con la dama preciosa del lugar, donde las Camelias son un símbolo de la provocación sexual más elevada, el Barón de Varville ( Henry Daniell ), se la juega con una marcada flema por el corazón de una mujer, que sólo será una amiga fiel, desafortunada en el amor y en los compromisos materiales. Cukor no extralimita la visión que tiene de los hombres apuestos, sobre todo efebos jóvenes, que son voraces en el amor y en la pasión encendida de una relación íntima. Le da a cada uno lo suyo, aunque finalmente se queda con Armando Duval ( Taylor ), por fresco, mundano y caballero. Greta Garbo asume que, Cukor le ha dado en el clavo al melodrama más rancio, para colar en su propuesta, la visión del romántico idealizado.


Cukor no sólo es un estupendo directores de actrices. También lo puede hacer todo con los actores y las localizaciones. Fíjense como se recrea con los campos californianos para simular un lugar rural de otra época, de otro tiempo. Con mucha luz, muchos juegos de espejos, matizando la entrada de sus intérpretes con una naturalidad abismante. Cuando sale a exteriores, Cukor pinta los encuadres como si se tratara de cuadros hiperrealistas. Y le da a los secundarios también una tribuna desde donde resaltar. Observen a la veterana actriz Laura Hope Crew, inconfundible señora charlatana de alcurnias, remilgada y cariñosa, la perenne tía Pittypat, que al final recibe algún pedazo de carne para que lo muerda con un hambre de perros. La película es también la mejor de una actriz olvidada Leonore Ulric, una estrella de David Belasco que tiene un brillante desempeño. Es también la mejor película de Cukor, por su manera de evocar la vida del submundo de París, mucho más persuasivamente de lo que uno habría creído posible después del reforzamiento del Código Hays. Hay en toda su recreación una fuerza emocional que se percibe de lejos.  


Cukor feliz rodando en exteriores con la Garbo y Taylor. Nótese como disfrutan los tres de este trabajo. El director nunca dejo de lado su parecido con un Carlos V, medio regordete y con un labio superior muy grueso, que envuelve un rostro decisivo.


En la exquisita finesa de retratar al submundo parisino, Cukor acentúa los espacios de los decorados con colores encendidos ( fotografiados en blanco y negro ) para subrayar la "pureza espiritual" de Camille, aquí vestida toda de blanco satín.


En "La dama de las camelias", como dijo cierta crítica sesuda, comulgan lo rapsódico, lo honesto y lo discreto, y todo aflora según el humor del día con que se vea. Ciertos momentos nunca cambian el efecto, el modo en que la enfermedad de la Garbo es convertida en algo alegre cuando Robert Taylor exclama : ¡ Nadie nunca te ha amado, como yo te amo !, y la Garbo replica casualmente, "Puede que eso sea verdad, pero, ¿ que quieres que le haga?. El modo como Garbo encarna a Camille, cuyo personaje es matizado por Cukor, para dicha y gloria de la MGM. Por algo la cuenta entre sus diez tesoros más valiosos de toda su historia. 





"Mi bella dama" :
La era del musical elegante.


Si Cukor era un sátiro que conocía de sobra el alma femenina y comulgaba a rabiar con las historias sofisticadas de amor, los ambientes glamorosos y de alto pedigree, y las encendidas pasiones de jóvenes efebos, siempre en choque con el sistema aristocrático demasiado remilgado y ostentoso, su bella dama es un grito pavoroso de rebeldía interior. A través del clásico "Pygmalion", de George Bernard Shaw, Cukor revuelve el discreto encanto de la belleza exterior, con la sanidad mental del humilde, del limitado, del perenne, del ajeno a las composturas más conservadoras de la sociedad patriarcal. Transformar su Pygmalion en una comedia musical extremadamente sofisticada, para narrarnos la historia de una chica de extracción humilde, Eliza Dolittle ( Audrey Hepburn), que llega a engañar a toda la alta sociedad inglesa, gracias a los cursos de fonética y dicción de su mentor, un exacerbado profesor Henry Higgins ( Rex Harrison), debió haber sido una empresa compleja y algo engorrosa. Compleja por el nivel de excentricidad que fue la idea de convertir a una patipelada en una dama de alta sociedad, y Engorrosa por la serie de elementos que debió integrar a su obra, considerando que se trataba de una de las últimas comedias musicales clásicas hechas en Hollywood en la Era del Star System.  


Cukor patentiza el doble juego del profesor Higgins y su colega promotor, el coronel Hugh Pickering ( Wilfrid Hyde-White ), para demostrarse así mismo y a los demás, que se puede hacer pasar por Reina a una vulgar obrera del Feudo, sin obligarla a transitar por las altas Academias o las Escuelas de Señoritas de la época. Sin embargo, esta camaleónica transformación de Eliza Dolittle significará para ella misma, una angustia interior inexplicable, porque agudizara los conflictos de su personalidad con el mundo que la rodea. No en vano su viejo padre, Alfred Dolittle ( Stanley Holloway ), será un detonante familiar insustituible en la valorización que tendrá la chica - una vez convertida en señorita de altas esferas-, sobre ella misma en este tránsito hacia las cumbres de la sofistificación.   


Cukor maneja con mano maestra la mezcla de diálogos con canciones, y nunca pierde el interés o el potencial dramático de una historia atesorable y divertida. Su particular esteticismo arrollador, encuentra en los diseños de Cecil Beaton y Gene Allen, a una réplica valiosa y que aporta en todo sentido a ilustrar los verdaderos cuadros de época que tiene el filme. 


Las opciones de Cukor, están en su manera de mostrar los espacios más brillantes de la high society, muy matizados por los ingeniosos decorados de George James Hopkins, el vestuario de Cecil Beaton y Michael Neuwirth, el maquillaje de Gordon Bau, y la brillante fotografía en technicolor de Harry Stradling Jr. Es una película visualmente hermosa, muy estilizada y cautivante, si se toleran los guiños a la insubordinación que promueve la personalidad rebelde de Eliza Dolittle.  


El momento crucial donde el profesor Higgins prueba que se puede pasar por dama sofisticada a una chica de bajas esferas, con los estudios de lenguaje correctos. Un cuento clásico que tiene mucho de La Cenicienta, pero que recapitula sus acciones en virtud del extremado dominio narrativo de Cukor, un cineasta que hacía películas de interés con la astucia de un zorro y  el equilibrio de una cabra montañesa. 





Acerca del director.



George Cukor ( 1899- 1983 ). Para el crítico chileno José Román, su nombre evoca de inmediato, el tema del feminismo en el cine. No sólo fue un gran director de actrices, sino que también, y esto es lo fundamental, un observador atento y profundo de la condición de la mujer como centro de las relaciones personales y colectivas. Retrato su "alma" con un fuerza e inteligencia que sólo puede compararse con el cine de los otros maestros feministas como Mizoguchi, Antonioni, Bergman y Sirk.  Alguna vez, resumió de modo sencillo su visión de la mujer : "Es muy raro que una mujer sin interés no tenga, al menos, algo sobresaliente". Otro rasgo definitorio del cine de Cukor, fue la elegancia de su puesta en escena. Esta elegancia surgía de los movimientos de cámara, de los decorados, del vestuario, del maquillaje, de los diálogos, y en general, de un enfoque sofisticado y fino que transformaba sus películas en algo luminoso y muy chic. Este estilo, vivo y moderno, remitía derecho a la comedia, género en el cual Cukor se movía con especial agrado. Por ello, siempre que se habla de él, se cita muy frecuentemente su película "Mi bella dama" ( 1963 ), obra clásica del cine musical. Sin embargo, su temperamento también supo captar los signos del drama. De hecho, algunos de sus filmes más logrados, como La dama de las camelias ( 1936), Nace una estrella ( 1954 ), Furia de pasiones ( 1957 ) o La vida íntima de cuatro mujeres ( 1963 ), fueron consumados estudios sobre vidas marcadas por el infortunio.   


Esta ductilidad le permitió asumir las empresas más variadas. Fue, por ejemplo, responsable, de los mejores momentos de Lo que el viento se llevó ( 1939 ), a pesar que su nombre no figuró en los créditos de la cinta. También abordó con éxito el melodrama sicológico-policial ( "La luz que agoniza", 1944 ), y no se quedo corto frente alas exigencias que le planteó el cine de aventuras ( "Destinos cruzados", 1955 ). En su período más vital Cukor llevó la comedia de alta sociedad, a su máximo esplendor ( "Historias de Filadelfia", 1940 y "Vacaciones", 1938 ). La lucidez no lo abandonó nunca. Sus obras de ancianidad ( "Viajes con mi tía", 1972; "Amor entre ruinas", 1975 ), reflejan su ánimo de enfrentar el mundo con las armas de siempre, valorando el sentimiento como el medio más perfecto de comunicación. / En la foto, durante un descanso del rodaje con la actriz Katharine Hepburn.


En el set del rodaje de "Historias de Filadelfia" con Cary Grant, James Stewart y Ruth Hussey. / Como director de cine romántico Cukor no fue un director blando, ni coqueteó con el azúcar y las soluciones más fáciles. Las complejidades del amor las abordó tanto en los inicios de su carrera ( "Sylvia Scarlett", 1935) como en su última etapa ( "Justine",1969). Siempre aún en la comedia más transparente buscó demostrar que el actor de amor supone algo de dolor y mucha batalla. Le fascinaba describir el proceso de conocimiento que se esconde en el misterio del enamoramiento. Por eso que uno de sus personajes favoritos era Eliza de Mi bella dama, ese ser miserable que llega a ser mujer cuando descubre que, ella también es digna de alguien que la tome en cuenta. 



Considerado como un buen director de mujeres, fue sin duda, un sensible artista que se dedicó a narrar historias de hombres rudos domados por mujeres suaves, cuentos de amor basados en el principio de dos sujetos disímiles que aprenden a conocerse. El mundo de Cukor es el del triunfo y esplendor de las mujeres.   


El recordado escritor y crítico Guillermo Cabrera Infante escribió sobre Cukor una vez : "Cukor fue un director de cine de distinguida versatilidad, donde los versátiles duran más. Y a diferencia de otros realizadores, siempre atrajo al ojo crítico. En persona, era modesto pero molesto, con un ingenio mordaz y muy generoso. Muchas de esas características personales se hicieron su marca de fábrica como director. Corto pero nada perezoso, miope y femenino, había algo formidable en él - quizás su parecido con el productor David O.Selznick no era porque fueran judíos. Creo más bien que tenía que ver con su extraña boca, que le daba el aspecto de un Carlos Quinto de Hollywood : un emperador capaz de sobrevivir sus pompas fúnebres. Pero se podía ver en su perfil prognato la voluntad de mandar de un director, dictador , grandes y pequeños, todos".



Las biografías autorizadas de figuras relevantes como Cukor, sólo cuentan anécdotas amables. Pero Cukor tenía una vida íntima muy escabrosa, que le sacó varias veces de las listas de los productores más promiscuos. Extraigo los datos del escritor Guillermo Cabrera Infante. Puede ser debatible que haya sido un buen director de mujeres ( ¿ existe este oficio ? ), pero sí era un hecho bien conocido que Cukor era homosexual. De acuerdo con una biografía exhaustiva, la vida sexual de Cukor era tan activa y promiscua como una obsesión privada. Aunque muchos de sus amantes eran ocasionales, encontraban un nicho cómodo en sus películas. Cukor, por cierto, hasta fue a la cárcel por practicar la sodomía  en público. Solamente el vilipendiado Louis B.Mayer lo salvó de que su función se hiciera conocida por el público. Si no habría hecho el amor sin nombre entre las ruinas de su carrera. Sin embargo, en su vida profesional, Cukor fue un adalid de muchas estrellas. Hombre mundano, le gustaba intensificar en el plató el trabajo con sus actrices y sus actores, hasta sacarles el máximo de autenticidad. Podía parecer estrujar el carácter tan independiente de Katharine Hepburn, o las impuntualidades de Marilyn Monroe, y siempre obtenía para el registro de la cámara, lo mejor de ellas y lo más brillante de ellos. Sin duda, ahí estaba su maestría y sagacidad creativa profesional. / Foto en el set de "Historias de Filadelfia" con James Stewart y Ruth Hussey.



Con la mítica Marilyn Monroe en un momento del rodaje de "Let"s Make Love" ( 1960 ). Ambos se llevaron muy bien, pese a que la película no resultó del todo satisfactoria. 




Acerca de la Actriz.


Audrey Hepburn ( 1929- 1993 ). Con una figura de mujer muy delgada, y el cuerpo de una ballerina ( porque lo era), Audrey irrumpió en el cine con una altura de princesa que sólo las grandes actrices podían obtener. El historiador y cinéfilo Augusto M. Torres escribe de ella : Hija de padre holandés y madre inglesa, estudia danza y arte dramático en la Martie Ramber"s School de Londres, para debutar en la posguerra como bailarina y a principios de los años cincuenta hacer pequeños papeles en películas inglesas. Cuando está rodando Americanos en Montecarlo en la costa azul, conoce a la escritora Colette, quien insiste para que protagonice la reposición de su obra, Gigi, en Broadway y gracias a su éxito, Hollywood se fija en ella. La buena acogida de la comedia sentimental "La princesa que quería vivir", por la que gana un Oscar, hace que durante quince años triunfe su aspecto andrógino, sus grandes ojos y sus maneras de refinada gacela, en las comedias románticas "Sabrina" y "Ariane" de Billy Wilder, "Muñequita de lujo" de Blake Edwards, "Charada" y "Dos en la carretera" de Stanley Donen, y "Encuentro en París" de Richard Quine; en las adaptaciones de León Tolstoi "Guerra y Paz" de King Vidor, y de Lillian Hellman , "La calumnia" de William Wyler, en los musicales "Cara de Angel" de Stanley Donen y "Mi bella dama" de George Cukor; en el drama "Historia de una monja" de Fred Zinneman y en el western personal "The Unforgiven" de John Huston. Tras un retiro de nueve años, vuelve a hacer cuatro películas de muy inferior calidad y de las que sólo tiene interés "Robin y Marian" de Richard Lester. Durante los últimos años de su vida, se dedica a realizar trabajos como embajadora de la organización internacional de ayuda a la Infancia, UNICEF.         


Dos marginales perdidos en la gran ciudad. Es la comedia romántica "Muñequita de lujo" dirigida por Blake Edwards con Audrey Hepburn y George Peppard. La tienda Tiffany"s se hizo famosa a nivel mundial, tanto como la música del gran Henry Mancini. 


Obra maestra de Stanley Donen sobre las relaciones de pareja, en la inolvidable "Dos en la carretera", aquí Audrey con Albert Finney en un apasionado road movie.



Fotos-Gentileza : 20 th.Century Fox - Cine Clásico- MGM Pictures - Warner Brothers- The New York Times- Variety - Archivo.-  


Afiche original de "La dama de las camelias" dirigida por George Cukor.




Portada del disco digital de "Los Depravados" realizada por Henry King.



Cartel de la celebrada comedia musical "Mi bella dama" dirigida por George Cukor.




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