Gregory Peck ( 1916- 2003 ). Hijo de un farmacéutico de origen irlandés, ganó una beca para seguir los cursos de arte dramático de la Neighboorhood Playhouse School of Dramatics de Nueva York, y debutar como actor de teatro en Broadway a principios de los años 40 del siglo XX. En cine comienza a trabajar como protagonista en 1944 en la película "Días de gloria"/ "Days of Glory" de Jacques Torneaur, a la que siguió "Las llaves del reino" / "The Keys of the Kingdom" dirigido por John M.Stahl, donde hizo de sacerdote. Hizo 53 películas, eso sin contar, sus apariciones en televisión y la utilización de su gran voz en algunos documentales. El recordado escritor y crítico español Terenci Moix escribió del actor en su momento : Peck mantuvo una jerarquía estelar indiscutible durante cuatro décadas. Y eso gracias a películas como : "El despertar", "Duelo al sol", "Cielo amarillo", "El pistolero", "El hidalgo de los mares", "Moby Dick", "Las nieves del Kilimanjaro", "La princesa quería vivir", "El hombre del traje gris", "Horizontes de grandeza", "Los cañones de Navarone", "The Bravados", "Matar a un ruiseñor", "Arabesque", "La noche de los gigantes", ""El Oro de Mackenna", "La Profecía", "Los niños del Brasil" y "Gringo Viejo", entre otras. El director John Huston que trabajó con él, en Moby Dick, lo describió de la siguiente manera : Greg es uno de los hombres más buenos y rectos que he conocido y tiene verdadera talla moral. Eso explica, el nivel de sus actuaciones más logradas, una extraña mezcla de detallismo histriónico, orgullo, pasión, ética, y modestia, a grados superlativos. Le aprendí a valorar desde muy niño, cuando asistí a la exhibición de Matar a un ruiseñor. ¿ Quién es ese hombre tan leguleyo, perspicaz, amoroso con sus hijos y dispuesto a defender a una inculpado de color y en una época de fuerte efervescencia por los derechos civiles en Estados Unidos ? Su estatura de fuerte talante, terminó por cautivarnos a todos, ya en su vejez, cuando recorrió numerosas salas en Estados Unidos recordando sus años mozos estampados en celuloide. Allí apareció el Gregory Peck luchador, empeñoso, cauteloso, recto, mordaz, culto, irónico, defensor de los débiles, demócrata confeso, encarnación de una moralidad humanista extrema, lo suficientemente atractiva como para ser imitada por todos. Y apareció el líder de los justos, de los que claman por un mundo mejor a prueba de acciones concretas. Aprendimos a admirar su esplendorosa pulcridad con los deberes ciudadanos, pero también conocimos al hombre vulnerable que perdió a un hijo de forma inexplicable. Todo ello es Peck para el público, su público y los que le seguimos a través de sus películas. |
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