Entre las nieves eternas.
"Un blanco, blanco día" ( 2019 ) de Hynur Palmasson, debe estar considerada entre las películas más sobresalientes del año. No sólo porque nos pone en contacto con el Cine de Islandia, prácticamente desconocido por estos lares, sino también porque es, un cine novedoso, original, atrevido, visceral, narrativamente entrañable y con una capacidad de sugerencia visual, que no se veía desde los tiempos de Dreyer o Bergman..
El drama de la soledad en geografías remotas:
La pérdida del amor que conduce el barco.
Hay películas que nos llegan por chispazos emocionales directos que atraviesan el consciente para quedarse contigo para siempre en tu corazón y dignidad. "Un blanco, blanco día" ( 2019 ), es uno de esos entrañables relatos que nos remueven la conciencia desde lo emocional. Aparece desde un país lejanísimo - como Islandia- , que tiene una producción minimalista brillante, el cual ha originado buenas críticas en los principales festivales internacionales, desde hace unos pocos años, debido a filmes como éste. No es una historia contada a voz en cuello. Tampoco tiene el ritmo de una película americana, en el buen sentido del término, y sin embargo, nos traspasa el alma porque habla del sentido de pérdida de un hombre recto, indomable, que habla poco y actúa sobre la base de la reacción como un animal confinado en el extremo del mundo. Policía de uno de los lugares más recónditos del planeta, que trabaja sobre la base de la rutina rural, en una comarca rodeada de ovejas, y que atiende con desdén las tareas domésticas recibiendo la visita periódica de sus hijos y de su nieta. Ha quedado viudo recientemente y de una manera fortuita y atroz. Su mujer se despeñó en automóvil en una curva de la sinuosa carretera perdida entre neblinas y fríos eternos..
Ingimundur ( el extraordinario actor Ingvar Sigurdsson ), no ha asumido del todo su viudez, y entre recomendaciones sicológicas de uno de sus médicos, que se comunica con él en sesiones inútiles a través del online, y su contacto con otros compañeros de la oficina territorial de la policía, se nos va descubriendo la sospecha infundada que tiene el protagonista de su propia mujer. La infidelidad oculta durante años, se le revelará en un momento crucial de su existencia, donde el dolor de la pérdida supera el dolor del engaño.
La hija de Ingimundur cuestiona el distanciamiento de su padre, aunque demuestra una admiración consciente por lo que ha vivido el hombre en la soledad abrupta, ocasionada por un accidente triste del destino de su mujer. En este proceso de identificar las causas de la decisión de la madre, el protagonista nos va develando en su comportamiento con los demás, lo que realmente le molesta de este alejamiento absurdo del amor matrimonial. Palmasson rueda con una "inteligencia nórdica" que le brinda el paisaje, pero además, se la juega por obtener de estas relaciones paterno-filiales, suficiente información sobre la constitución de un engaño.
Atender los causales que llevan a la infidelidad descubierta en medio del luto de la pérdida, parece ser el tema central de esta modélica película, aunque su visión está también matizada hacia la relación del hombre y su entorno, la superación del dolor de la muerte y el perdón por el engaño, sólo podrán ser explicados de la manera más categórica en una secuencia ejemplar que el director integra hacia el final con Ingimundur y su nieta.
En tiempos de convulsión pandémica, esta película nos habla del aislamiento humano como origen de un defraude, pero también, es capaz de profundizar en la estela de sucesiones que deja la ausencia de la mujer que llevaba las riendas del hogar. El final que cubre la emocionalidad contenida y las pulsaciones sexuales más íntimas, subrayan que el Amor con todo lo que puede ser de doloroso o apremiante, es la clave de la unión familiar. Ahí está como probarlo esa pequeña nieta Salka ( Idda Mekin Hlyndsdóttir ), que es capaz de ponerle "antena a tierra" a su querido abuelo, y devolverlo a la realidad que le rodea, no sin antes, aullar de dolor, rabia e impotencia por la complejidad de las relaciones adultas.
Resulta simbólica la estrecha relación entre el abuelo y su nieta. Palmasson juega con la insinuación infantil, cándida y entrañable, para analizar con una profunda y decidida óptica, lo difícil que resulta mantenerse estéril de los problemas familiares. Existe en esta estrecha relación de amor paternal fuerte y abierto, una verdad absoluta acerca de la Vida, que es imposible derribar pese a todas las circunstancias adversas que se producen durante el desarrollo.
El director.
Hlynur Palmasson. Nacido hace 36 años en Islandia, estudió en la Escuela Nacional de Cine en Dinamarca , para debutar como director, guionista y productor con la película "Winter Brothers ( 2017 ). Actualmente se ha transformado en una nueva referencia del cine islandés, porque con su segundo largometraje "Un blanco, blanco día" ( 2019 ), exhibido en el D"A Festival, ha ganado todas las menciones positivistas de la crítica internacional. En entrevistas recientes, acota que vive alejado del mundanal ruido, "De hecho vivo en la casa, que el protagonista reforma durante la película". Subraya que "más que una historia sobre un abuelo y su nieta, es un thriller de venganza". Su protagonista descubre que su difunta esposa tuvo un amante y eso desencadena un proceso de desintegración sicológica. "Como director, soy sincero, no me gustan las tramas, ni las explicaciones. Me interesan los personajes, y como interactúan entre ellos, en una especie de baile. Hago películas difíciles de describir, señala. Su próximo proyecto si las condiciones del Covid 19 lo permiten, será filmar "Godland", una película de época sobre un sacerdote danés que navega hacia Islandia para construir una iglesia". ( Extracto entrevista gentileza : "El Periódico" ).
El drama de dos hermanos separados por envidias personales:
La recuperación de la confianza en situaciones de vidas extremas.
"RAMS . El valle de los carneros" ( 2015 ) de Grimur Hakonarsson. Otra gran película proveniente de Islandia, es esta magnífica historia de supervivencia, enemistades entre dos viejos hermanos criadores de ovejas, que deberán asumir sus faltas, cuando llegue al lugar una perjudicial peste que obligue a los rancheros a exterminar por seguridad de salud pública, sus manadas que son también el eje de su fuente laboral. El filme protagonizado por Sigorour Sigurjonsson y Theodor Juliusson, exhibido en el Festival de Cannes con gran recibimiento crítico, esta lleno de simbólicas referencias al cine ecologista, que subraya su interés en las demandas de protección y conservación de la Naturaleza.A través de la personalidad en constante choque de Gummi y Kiddi, se nos establece la compleja relación de dos hermanos que habitan al final del mundo, aislados pero nunca olvidados, renuentes a los cambios, y sutilmente arraigados a sus derechos de propiedad. Ambos verán alterados sus ecosistemas cuando les notifiquen la terrible noticia de la llegada de una plaga transmisible de las ovejas al hombre. Hakonarsson es también uno de los grandes realizadores de la recóndita Islandia, que motivado por mostrar un drama intimista con tintes locales, asume la compleja situación de límites geográficos y emocionales que lleva a estos hermanos a chocar constantemente hasta que se produce una situación de extrema supervivencia.
La competencia de los hermanos parte en las finales locales por saber quien tiene la oveja más ejemplar de la comarca. La sospecha de uno de ellos sobre el otro, llevarán a repetir los antiguos designios de la agresión y la incomprensión. En este duelo de personalidades, Hakonarsson apunta a lo frágil y miserable que resultan las relaciones entre hermanos, si resquicios del pasado, vuelven una y otra vez a aparecer en medio de las tribulaciones cotidianas. El filme tiene una fotografía espectacular de las tundras y el paisaje islandés, y nunca pierde la motivación del espectador, porque está narrado con gran preponderancia del audiovisual, para subrayar ( en determinadas ocasiones ) sólo con el uso de la imagen, el conflicto interior del drama humano.
Los actores principales y el director en el estreno de la película en Cannes.
El pasaje agreste es uno más de los protagonistas de esta original historia sobre dos hermanos ovejeros, que deberán aprender a sobrellevar sus diferencias, cuando se encuentren frente a la muerte. Una gran película para repasar en casa.
Grímur Hakonarsson es director y guionista islandés, cuyo primer largometraje "Summerland" ( 2010 ), fue nominado al premio Edda al mejor guion. Su primer trabajo fue un corto en 1998, para después en el 2002, rodar un documental sobre unos viajes a Europa que fue bien recibido. Su consagración llega en el 2015 con "El valle de los carneros", una notable película sobre dos hermanos separados por sus diferencias personales que deberán armarse de paciencia y soportarse cuando un hecho insólito les repercuta en su forma de vida. Su último trabajo será "Oro blanco" / "The County" ( 2019 ) exhibida en Cannes, otra grandiosa historia sobre una campesina viuda que comienza una nueva vida luchando contra la corrupción y la injusticia en su comunidad. Sin duda que, estamos frente a un cine que merece nuestra mayor atención cinéfila.
Fotos -Gentileza : Danish Film Institute/ Den Danske Film Institute- Incelandic Film Center- Profile Pictures- Interior 13 Cine- El periódico- Cine Europa- Cahiers du Cinema.-
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