Séptimo 7 sello: "ROMA"/ "COLD WAR"/ "INFILTRADO EN EL KKKLAN"/LA FAVORITA:

En la carrera por el Oscar.

La película polaca "Cold War" de Pawel Pawlikoswki, es una de las grandes historias que se candidatean al Oscar este año. Como ella, hay otros estrenos que recién asoman a la cartelera y que se disputarán la estatuilla dorada. Ya vimos varias que a continuación repasamos en detalle pero a nuestra manera para incentivarles a reflexionar sobre el premio, el cine y el arte.

No hubo grandes sorpresas...

*** De alguna manera, la publicación de la lista de nominados al Oscar, obliga a efectuar algunos pronósticos más o menos sesudos sobre los que tienen más posibilidades de llevarse la estatuilla dorada a su casa.
Nosotros evitando el común denominador, sólo nos atendremos a destacar en cada caso, los valores cinematográficos de algunas de las películas en competencia, como una forma de abrirles el apetito cinéfilo para que las vayan a ver a las salas de cine.
Desde luego, las cintas favoritas con diez nominaciones cada una, son : "Roma" del realizador mexicano Alfonso Cuarón , que en su momento criticamos favorablemente y en extenso; y "La Favorita" que recién está en la cartelera local, y que confirma la originalidad en el tratamiento de sus temáticas del director griego Yorgo Lanthimos.

Después está "Cold War" una gran obra maestra del cine polaco ( ver recuadro ), y la extraordinaria "Infiltrados en el KKKlan" ( ver recuadro), el regreso del gran cineasta independiente norteamericano Spike Lee a los temas que más le provocan sensibilidad crítica, insomnio y rechazo.
Por primera vez en la historia del cine norteamericano, una película de superhéroes de color de la MARVEL como "Black Panther" es nominada al Oscar.
Hay en su perfilamiento una inteligente manera de sacarle provecho a los espacios maravillosos, a los efectos especiales , a las situaciones coyunturales, que remiten un homenaje encubierto a la cultura africana.
A su vez, otras dos películas con actores negros como "Green Book" ambientada en los años sesenta y la citada "Infiltrados en el KKKlan", transcurrida en los setenta, llegan a obtener su puesto para competir por la estatuilla dorada.
En el caso de "Green book", que es la historia de un pianista negro trasladado por su chofer ítalo americano del Bronx, al interior del Sur de Estados Unidos durante una época de gran efervescencia racista, nos queda sólo conocerle en detalle, porque por estos pagos aún no se estrena.
Tampoco es menor, que dos películas musicales estén en la lista : "Ha nacido una estrella" y "Bohemian Rapshody".
Una, con un fuerte componente musical pop como Lady Gaga, que no pasa de ser una agradable y romántica historia de un Pygmalion ofuscado y enamorado de su descubrimiento, y la otra, con un mítico personaje extraordinariamente personificado por el actor Rami Malek que se afianza en la estupenda dirección de Bryan Singer.
Finalmente nos queda "Vice", el original biopic sobre la figura del vicepresidente Dick Cheney durante la presidencia de George W Bush, con una tremenda actuación de Christian Bale dirigido por Adam Kay, que nos introduce en una serie de contradicciones en la política norteamericana que repercuten hasta nuestros días.
Es, sin duda, una polémica biografía que ha desatado una serie de interpretaciones, no sólo de la sombría representación que se hace de Cheney, sino de algunas declaraciones que han rondado su estreno en Estados Unidos.
Con todo, esta entrada la dedicamos a algunas de las candidatas al Oscar reservado a Mejor Película, para que se formen una idea hacia donde quiere apuntar su interés temático, la producción norteamericana que se origina en Hollywood y otras latitudes.
Suma para la resta. Comenzamos en menos de lo que canta un gallo.

Corazones indomables.

"Cold War" /"Zimna wojna" de Pawel Pawlikoswki. Hace tiempo que el director polaco de esta grandiosa historia de amor en la guerra fría, nos venía deleitando con un estilo narrativo y estético excepcional, distinto, original, intelectual, atractivo, absorbente, singular, y por lo mismo, muy novedoso. No se trata sólo de un ejercicio de género, pues el relato se basa en la relación que tuvieron sus padres y merece toda nuestra alabanza. Continuando con un patrón estilístico ya palpable en "Ida" su anterior película, Pawlikowski se atreve a hablarnos ahora del amor de pareja, desde las diferencias absolutamente perceptibles que existen entre Wiktor ( Tomasz Kot ), un maestro de música que se involucra con el estado de la época, para armar un ballet folclórico de resonancia internacional, y la hermosa Zula ( Joanna Kulig ), una atrevida chica de pasado tormentoso, que busca superarse así misma, sin ataduras, ni restricciones.

El filme muestra el proceso de encuentro y desencuentro que tiene la pareja, mientras se preparan para la presentación oficial con canciones campesinas tradicionales. Luego, la cámara les sigue en una gira por otros países, subrayando las fricciones sentimentales y afectivas que tendrán en un proceso exterior que legitima la atracción sexual y el deseo carnal. Esta insoslayable atracción física no se justifica en el plano de los intereses y de las acciones personales, porque los constantes roces entre ellos, terminarán por separarlos un largo tiempo para hacer vidas distintas. Su encuentro será devastador orientado a un desenlace trágico y visceral. Hay en toda esta situación, un apego práctico del director a mostrarnos lo complejo que resulta entender las relaciones de pareja.

Pawlikowski como nunca antes utiliza la banda sonora y musical para darle un contexto realmente asombroso, donde las letras de las canciones dicen más que las propias palabras. Además, integra números de danzas y coreografías muy susceptibles de admirar y que dan cuenta de un momento histórico muy atendible. La música de jazz ayuda así mismo, ha dimensionar casi como una corriente telúrica en que terminará todo. Aunque la mejor opción es el uso del blanco y negro, como soporte estético ideal para abrazar las imágenes que mejor ilustran esta tragedia romántica. El relato está narrado con una fuerza emocional incontrarrestable que remarca la angustia de un amor soterrado por una época convulsionada y caótica.

¿ Es perenne el Amor ? ¿ Es que la pasión amorosa también se agota? Son interrogantes que el director parece responder con esta grandiosa película, que se queda con uno, largo tiempo a la espera de respuestas que mejor obturen una fotografía más esperanzadora de la existencia. La historia de dos seres condenados, está tan bien elaborada en forma y fondo, que se pueden extraer varias lecturas de sus efectos melodramáticos. Desde luego, muestra la latente atracción de dos seres absolutamente distintos, anómalos, generacionalmente opuestos, culturalmente en choque, que naufragarán en la unión de facto, simplemente porque se aman y se odian en grados superlativos.

Pawlikowski acentúa la compleja personalidad de la chica atacada por sus impulsos y delirios en una época turbia, supervigilada, terrorífica y siniestra. Es una joven abusada por un padre opresor, que mantiene las sospechas del régimen por sus vinculaciones con mundos opuestos al idealismo autoritario. Respecto al carácter de él, que no reniega de su puesto aunque decida huir y radicarse un tiempo en París, se muestra casi siempre muy vulnerable cuando aparece la chica con la que siente una gran atracción salvaje. Es en estos encuentros de cama y sexo, donde se especifica la enorme barrera que los mantiene encerrados en una época opresiva y miserable.

Pawlikowski agrega personajes secundarios que son el rostro visible del régimen. Una maestra de danza estricta, recia, fría, calculadora, que sospecha de todo el mundo, y que en su lógica, se deja vulnerar por los mensajes políticos de su época para integrarlos durante las presentaciones artísticas del conjunto que dirige. Un alto funcionario del partido que sojuzga cada presentación, como un arma ideológica ideal para promover las supuestas bondades del Estado. Hay en toda esta transitoriedad del discurso a la acción, un apego oportunista para soliviantar los conceptos más rigurosos de la utopía política. Sin duda, este contexto es el más contingente de toda la película, y su director, aprovecha de criticar fuertemente los excesos ideológicos de su tiempo con una elocuencia que se deja sentir durante una presentación de la "Mazurka" frente al público.

De espaldas a la cámara y a los espectadores, la pareja de enamorados observa un último atardecer. Un final dramático para una película inolvidable. Dentro de las historias de amor más atesorables, "Cold War" repercute la conciencia del espectador porque hace naufragar el Amor en medio de la debacle política de una época oscura y limitada. Pawlikowski nos vuelve a impresionar con una tremenda facultad para contar relatos originales, sin menospreciar los sucesos históricos y políticos de su país de origen.

El director y sus actores durante el estreno en el Festival de Cannes, donde logró el premio al mejor realizador.

Legítima Provocación.

"Infiltrados en el KKKlan" de Spike Lee. Si algo hay que reconocer del estilo del director norteamericano Spike Lee, es su arriesgada manera de contar historias sobre el racismo y la cultura de su gente. Provocador por naturaleza, incisivo, procaz, hilarante, ácido e irreverente, golpea la mesa esta vez para denunciar los vejámenes raciales del gobierno norteamericano actual , a partir de unos hechos transcurridos en la década de los años setenta y que influyeron poderosamente - según Lee- en la política de Estado que hoy los solventa. El filme cuenta las andanzas de un policía de color Ron Stallworth ( el magnífico John David Washington ), que encabezó una investigación policial sobre el KKKlan en Colorado Springs. El riesgo era que lo descubrieran infiltrándose en el grupo con la ayuda de un colega judío e integrista ( el increíble Adam Driver ), que para las presentaciones en persona se hace pasar por él, mientras éste mantiene llamadas telefónicas con sus líderes.

El director somete este interesante material casi periodístico a un enfoque visceral, grave, provocador, divertido, que subraya un humor negro muy especial, y a la vez, justifica el movimiento por las acciones civiles, con una depurada sensación de lucidez rayana en la ironía. Es una propuesta original, atrevida, valiente, gozosa, porque se solaza con las maravillosas partituras musicales de su época, pero nunca deja de lado el tono amargo que tienen las anécdotas, como cuando el veterano Harry Belafonte recuerda el asesinato de un hombre de color en manos de la comunidad blanca , un año después de el estreno de "El Nacimiento de una nación" de Griffith, película que enalteció las cabalgatas y cruces de fuego del KKKlan.

Desde su singular mirada, Spike Lee somete la historia del cine al encubrimiento de muchos hechos sangrientos, producto de la malversación ideológica respecto a la cultura negra. Así, la secuencia bélica inicial de los heridos amontonados en la estación de Atlanta extraída del plano secuencia con grúa de "Lo que el viento se llevó", o la mirada racista de "El nacimiento de una nación" y de la saga familiar de "Tarzán", acentúan el discurso confrontacional de Lee respecto a como los ha tratado la cultura americana. Esta dualidad le permite incorporar recursos expresivos de notable efectividad, como las transparencias, las sobreimpresiones de distintos rostros de color ( en el discurso universitario organizado por las Panteras Negras ), o el uso del montaje paralelo para antagonizar los acontecimientos que provocarán el conflicto final sobre un atentado fallido en casa de una líder del movimiento antirracista.

A partir de una historia real, el realizador mezcla elementos que maneja con soltura y conocimiento para construir un relato ingenioso y desinhibido, lleno de sutiles acontecimientos, manteniendo siempre un suspenso in crescendo. Su tendencia al discurso panfletario es muy propio de su autoría, y puede lastimar susceptibilidades, pero no empantana el discurso global que es el motor que enciende la caldera de la indignación y la injusticia. Se trata de una gran película sobre el racismo, los conflictos de interés políticos que hay detrás, los manejos algo corruptibles del sistema, y las confrontaciones ideológicas que existen, respecto a temas como: la pureza de sangre, el dominio de la raza blanca sobre la negra, la xenofobia, el malestar profundo por el judaísmo, la justificación del exterminio nazi, y otras vicisitudes. Lee carga la mata con todos estos adornos y de paso, resuelve con ironía la brutalidad de los arreglos sistémicos del poder, para vanagloriarse en la astucia de un policía negro que inteligentemente pudo colarse en un mundo que le era hostil y peligroso.

Los detalles del relato están atemperados por Lee con un gustillo a broma pesada, sin menospreciar, los límites del chiste visual. Las secuencia de Ron convertido en guardaespaldas del líder del KKKlan, y después como testigo de la cena con el discurso iniciático, y esos mozos de color reflexionando donde se ha metido a ofrecer sus servicios, hablan por sí mismos del enorme talento que tiene Lee para sacarle partido hasta los extremos más beligerantes.

Obtener una tarjeta de presentación como miembro de la "Organización" es uno de los logros más celebrados por los compañeros del policía Ron, que utiliza muy bien el sarcasmo y la tomadura de pelo, cuando debe impostar su voz y hablar con corrección a través del teléfono, sin demostrar por su tono vocal, si es negro o blanco.

Si es nada menos que el cantante y actor Harry Belafonte en una pequeña colaboración, que es clave para entender el conflicto racial en Estados Unidos.

El director en terreno dirigiendo a sus actores. El detalle de las situaciones, Lee las pule con gran sensibilidad y coraje.

Por amor a la nana.

"Roma" de Alfonso Cuarón. De esta película ya lo hemos dicho casi todo. Sólo nos falta remarcar la enorme importancia que tiene para el desarrollo del cine mexicano. No es sólo una historia que huele a taquitos, frejoles o mariachis. Se trata de una visión universal acerca del relato de una familia de clase media, que se relaciona con las clases inferiores, y que suministra su potencial afectivo al trabajo de dos empleadas domésticas ejemplares. Cuarón cuida hasta los detalles mínimos para ampliar el ojo del espectador a toda el encuadre, con abundantes planos-secuencias, panorámicas y planos detalles siempre impresionistas en el suculento manjar del blanco y negro. Puede ser menos compleja la relación de la nana con los chicos, aunque es más sentimental y afectiva.

La película nos habla desde los recuerdos de su director, de lo traumático que puede ser la separación de los padres, la ausencia de la madre suplida por la empleada doméstica, y los efectos de la historia política y social del país en el devenir de una familia. Hay en todo el tratamiento visual, una elocuente manera de utilizar el encuadre, como no se veía desde los tiempos del neorrealismo italiano.

El cuadro familiar de Cuarón, le permite además, estructurar los perfiles de la mujer en una sociedad donde la tradición matriarcal y machista domina toda la historia. Así la tríada, Abuela-Madre-Empleada, resulta lo suficientemente gráfica para entender porque son tan fuertes los lazos afectivos entre la familia y Cleo.

Cuarón filmado su película con una minuciosidad apabullante.

Curiosa foto en color del rodaje en la playa, durante la escena que sirvió para ilustrar el poster oficial de la película.

Tres mujeres en un castillo.

"La Favorita" de Yorgos Lanthimos. Por tradición cinematográfica, un drama histórico da para todo. Correctos biopics alambicados en la solvencia de la gran superproducción, como era antes, contando con miles de extras, grandes escenarios y colosales interpretes. O intimistas retratos de próceres algo añejos transformados en folletines con olor a naftalina. Esta película, no es, ni lo uno, ni lo otro. Ahí radica su grandeza, su atractivo y su interés. Los desajustes que provoca en la Reina Ana ( Olivia Colman ) gobernar sin estar presente en las decisiones trascendentales, para ser reemplazada por una amiga, Lady Sarah ( Rachel Weisz ), y después, tener que soportar que una sirvienta Abigail ( Emma Stone ) seduzca a Sarah, puede dar para una comedia desmadrada, lo que evita Lanthimos con una carga de opulencia, y una agudeza ideal para entender la crueldad de este mundo.

Concentrado en las articulaciones de las relaciones afectivas entre estas tres mujeres, Lanthimos efectúa su primera gran película en inglés, y como todo lo que ha hecho, sale muy bien parado. Hay rabia, inseguridad, humor y mucha caricatura cruel y surrealista, en esta gozosa comedia de situaciones de poder, de amor y de arrogancias. Su cine es brillante porque explora desde lo conocido, paisajes humanos por descubrir con una machaconada regularidad así como lo hizo antes en "Langosta" y "Canino". Puede parecer un istmo entre los que adoran las películas de aliento clásico, pero nunca pierde la compostura cuando se trata de hacer prevalecer la trama central sobre otras cuestiones menos importantes. Abandona todo esquematismo formal para concentrarse en cómo estas tres mujeres se destruyen y se reconstruyen sin dejar rastros de sangre. Tanta malicia está arropada de barroquismo y un encanto tan suntuoso como su puesta en escena, realmente para dejar boquiabierto.

No hay que ser mago para adivinar donde le aprieta el zapato a la Reina de la historia, aunque debamos dejar en claro que, también existen los esfuerzos de la sirvienta para ocupar un puesto aristocrático como era de su medida familiar. Es "una brillante y taimada exploración en la pólvora del halago" como dijo un crítico. Una pólvora que enciende la mecha hasta de la compostura más dura y aristocrática.

Creemos que la actriz Rachel Weisz efectúa uno de los mejores papeles de su carrera. Algo que agradecer a Lathimos pues deja que sus tres actrices reverdezcan con la sumatoria de los conflictos y las ansiedades. Ella está increíble.

De lejos aparece un irreconocible Nicholas Hoult , uno de los actores británicos jóvenes con mayor versatilidad de la industria. ¿ Lo recuerdan blanco como la leche, ultra delgado y calvo como una bola de billar en la nueva versión de Mad Max ? Aquí vuelve a estar notable.

Un gran diseño de producción que se unifica a la extraordinaria fotografía de Robbie Ryan, le agregan atractivo visual a esta singular historia de época. La película es una de las favoritas para ganar la estatuilla dorada.

Observen esos maravillosos muros del castillo cubiertos de obras de Arte. Olivia Colman, Emma Stone y Rachel Weisz se transforman a medida se confrontan y se revelan en sus aspectos más unilaterales. Maravillosas actrices en la sumatoria de una película de trama extraña, que juega con las ambigüedades de palacio.

En el set del rodaje el director con la actriz Emma Stone. Dejó el claqueo de "La la land" por las tribulaciones del castillo.

Lo que hiciste ayer, puede repercutir hoy.

"El vicio del poder" / "Vice" de Adam McKay. Película denuncia que es también una comedia desvergonzada sobre la burocracia que llega al poder. Atenta y punzante crítica a la administración de la Casa Blanca desde el oportunismo de la figura del silencioso Dick Cheney ( gran actuación de Christian Bale), que se transformó en el vicepresidente de Estados Unidos bajo el mandato de George W.Bush. Es una historia redonda sobre la estupidez de la política y de su funcionamiento desde la frialdad de los poderes fácticos y los subterfugios interiores que aparecen muchas veces catalogados como "Secretos de Estado". De ritmo pausado, más bien lento, no es un biopic clásico sobre Cheney, sino más bien, un relato que refleja las contradicciones del poder, las mentiras y los desengaños de la burocracia.

Cierta crítica la analizó como "una vitriólica disección de la clase política, de la trastienda del poder y su lado más oscuro, hipócrita, frívolo, e interesado. Es una película de pura denuncia". Cierto. Detrás de esta provocación está Adam McKay, el guionista de "Ant-Man: El hombre hormiga" y "La gran apuesta", ésta última que también realizó.

Sam Rockwell personifica a George W. Bush, mientras que Christian Bale hace un rol digno para el Oscar, por su detallismo en los manejos de la sicología de su personaje, pero sobretodo por su tremendo y camaleónico mutismo, donde llegó a estudiar hasta la manera de hablar en público del mandatario.

Amy Adams como Lynne, la esposa de Cheney tiene un rol brillante.

Indudablemente, queda demostrado que el biopic también puede ser otra cosa. Una manera de transformar el estilo y hacerlo más original y distinto.

La visión de los manejos del poder desde la Casa Blanca, en una película que no busca dejar indiferente a nadie.

Fotos-Gentileza : MK2 Productions- Opus Film- BFI Film Fundation- Blumhouse Productions- Focus Feature- NETFLIX- 20 th.Century Fox- Fox Searchlight- Plan B Entertaiment- Annapurna Pictures-Archivo.