POR AMOR A LOS CLASICOS SCI FI Y TERROR B:

Cine cunetero hecho con grandes ideas y escaso dinero.

"Invasores de Marte" (1986) de Tobe Hooper, es un remake ameno, divertido y familiar, a un clásico de la sci fi de los años cincuenta, y como esta cinta B, hay un puñado de películas para recordar y redescubrir con la altura del tiempo. De todo eso, trata esta entrada del blog.

Invasiones de todo tipo y origen.

"La garra gigante" ("The Giant Claw", 1957) de Fred S. Fears. Debo confesar que mi primer encuentro con esta película fue en una exhibición vespertina de TVN, cuando tenía ocho años y no me la dejaron ver completa, porque el monstruo era demasiado asqueroso y me podía traumar la siquis. Lo cierto es que la historia de esta ave rapaz con cara colérica de "muppet" degenerado, es singularmente amena, divertida y muy clásica de lo que entendíamos como monster movie en esos años. Hay un relato sumarial, practico, objetivo, que presenta a los personajes que vivirán la experiencia de luchar contra este nuevo monstruo, con abundante material extra filmado de otras películas, que se utilizaban "normalmente" en esta clase de producciones de presupuestos ultra restringidos, integrada a una trama sin ripios, fabricada con una edición efectiva y efectista y contada a un ritmo acelerado que nunca se atasca.     

Sus cuatro protagonistas centrales: Jeff Morrow, Mara Corday, Edgar Barrier y el infaltable secundario Morris Ankrum, a estas alturas "gran gurú" de las películas B.  Todos asumiendo la misión de aniquilar a la bestia con el entrenamiento de las fuerzas militares y el conocimiento de la ciencia, características muy arquetípicas del género en estudio.  

Observen la chasquilla pre beatle que tiene la "carcaña". Se supone que la bestia plumifera puede tragarse a los aviones con la tripulación adentro y lo veremos en acción contra unos pescadores, soldados y fuerzas de seguridad nacional, pero también con todo aquello que se le cruce en el camino. Fred S. Fears suministra adecuadamente las distancias, cuando el ave ataca en serio. Al principio, solo la observa en un desenfocado de cámara y después la va mostrando por partes, como diseccionando a un insecto, hasta un violento close up con su cara de ave loca, ojos saltones, melena beatle y pico encorvado. Este gallo prehistórico que revive para la delicia de las plateas de los auto cinemas y cines de barrio de otros tiempos, bien puede ser el preludio de las producciones de Ray Harryhausen, que perfeccionarían los efectos y las historias en el traspaso en color y adaptando algunas celebres novelas de Jules Verne. Una matinée entretenida y digna de atender como ejemplo de cine B, super B, pasado a C.  

El director Fred F. Sears (1913-1957) con su actriz repasando el filme. Educado en el Boston Collage debuto como actor B en 1946, llegando a participar en 59 películas, especialmente westerns y películas de terror. Como realizador se inició en 1949 con el western "Desert Vigilante" hasta "Ghost of the China Seas" (1958) un drama bélico, que fue su filme póstumo, llegando a rodar 53 películas rápidas de coste mínimo. En el sci fi también rodo un filme de culto titulado: "Earth versus the fliying saucers" / "La Tierra contra los platillos voladores" (1956) otra petite bouchet para paladares alternativos que cuenta con guion de Curt Siodmark y la interpretación de Hugh Marlow y Joan Taylor.

 

"Ataque de los cangrejos gigantes" ("Attack of the crab monsters", 1957) de Roger Corman.  Del recién fallecido icono del cine barato, autor del libro" Como hice 100 películas en Hollywood y nunca perdí un céntimo", seleccionamos esta ejemplar muestra de economía doméstica, creatividad ultra casera y compromiso por la estructura del guion. Un puñado de científicos llega hasta una isla desconocida en el Pacifico atacado por cangrejos gigantes, que cuando engullen a sus presas humanas, también son capaces de absorber los conocimientos de sus víctimas. Interesante y divertida porque considera humor, incorpora la aparición de una chica sexy y algunas divagaciones científicas más o menos sesudas. Es una fiel muestra que esta desarrollada con toda la fuerza argumental de las producciones rápidas de Corman. El desecho del material de película sensible, el director y productor lo aprovecha, para integrarlo a su historia demencial y loca (como mucho cine B de esa época), y los espacios estrechos, desordenados, feos y oscuros de un escenario pedestre, le sirven como motor de arranque para una historia clásica de clásicas del cine hecho con pocas lucas.    

Científicos y marineros diezmados por la capacidad cerebral de unos cangrejos. Entre ellos están: Richard Garland, Pamela Duncan, Russell Johnson, Leslie Bradley, Mel Welles, Beach Dickerson y Ed Nelson. 

Lo más singular de esta sci fi años cincuenta es su capacidad de llamar la atención sin dejar de entretener a partes iguales. El uso del sonido para sugerir cuando los cangrejos atacan a sus víctimas para absorber el cerebro de los científicos es digno de ripley, así como el aprovechamiento de los paupérrimos espacios de unos escasos decorados en un escenario playero tan común como improbable. 

Los cangrejos están diseñados en una mueblería. Para unas escenas Corman utiliza solo una tenaza sin evitar mostrar los recursos mínimos para desarrollar estas monstruosidades. Algo de marionetas tienen estas jaivas venidas del inframundo. Es diversión de matinee en estado puro y en solo 61 minutos que se pasan volando. 

Roger Corman (1926-2024). Licenciado en Ingeniería, hace el servicio militar en la marina y después de la Segunda Guerra Mundial, empieza ejercer un puesto importante en su profesión que deja por su pasión por el cine. Se inicio como recadero en la 20 th Century Fox, y no tarda en convertirse en guionista, productor y director de películas de muy bajo presupuesto. En este trayecto donde descubre que la clave de la producción es la distribución, se asocia a American International Pictures, compañía independiente que sobresale en la década de los sesenta, y desde la cual habría de formar un equipo de técnicos y actores, que le permiten rodar hasta 78 planos diarios, logrando en 1956 rodar diez largometrajes en menos de diez días cada uno, y con un coste medio de 65 mil dólares, consiguiendo interés del público con cada uno de ellos. Esta aptitud se complementa con el interés de la crítica especializada, que alaba su manera de rodar, su ingenio y su probidad para sacarle el jugo a los presupuestos paupérrimos. Filmes más característicos: "Apache Woman", "La pequeña tiendita del horror", "El hundimiento de la casa Usher", "La tumba de Ligeia", "El péndulo de la muerte", "La máscara de la muerte roja", "Los ángeles del infierno", "La matanza del día de San Valentín", "Historias de Terror".           

"Invasores de Marte" (1953) de William Cameron Menzies. Nunca desestime el colorinche aporte de este extraordinario diseñador de producción al género fantástico, como ya lo había hecho antes con "La vida futura" (1936), una brillante incursión en el cine de anticipación hecho con grandes medios y muchísimo ingenio. Aquí, por el contrario, se concentra en narrar desde la perspectiva de un niño inquieto (Jimmy Hunt), las tribulaciones por las que pasa para convencer al mundo adulto que, frente a su casa, se está gestando una invasión extraterrestre. El estilo familiar años cincuenta con la moralina de esos años, cubre parte del material, pero no lo domestica, pues Menzies sabe plantear la hipótesis de una arremetida alienígena sin guardarse detalles o situaciones banales.      

Niño que busca convencer para que le quieran y le acepten como es. 

Puede resultar muy maniquea, la usurpación de libertad que sufrirán los personajes por parte de unos extraterrestres algo pánfilos y retardados, pero en su contexto, la película busca sensibilizar el consciente del mundo adulto que es incapaz de aceptar las "verdades que molestan" de los niños y jóvenes. Se trata de una aventura fantástica idealizada por un infante que está en la terrible situación de pasar desapercibido por sus jugarretas y constantes embustes imaginativos. Helena Carter, Arthur Franz, Hillary Brooke, Milburn Stone, Max Wagner, y el infaltable Morris Ankrum, ahora haciendo de coronel del ejército, completan el atractivo elenco.    

Ankrum está muy adecuado en este rol de potenciar la seguridad en caso de una invasión y respalda al niño en casi todas sus ocurrencias.  

La prevalencia del tema de esta divertida película, esta, además afianzada por la soberbia manera que tenía Menzies de diseñar los escenarios y enriquecerlos con un sentido estético superior, como demostró en la épica "Lo que el viento se llevó".  Vean a Jimmy Hunt atacando a los extraterrestres con la ayuda de las fuerzas militares, de orden y seguridad, en una clara insinuación recurrente de esta clase de producciones de sci fi y fantasía, donde el joven protagonista puede literalmente "salvar al mundo".

Una toma en picado para acentuar que la amenaza viene desde el espacio exterior.
"Invasores de Marte" es una clara muestra del mejor cine B de los años cincuenta con todos sus defectos y virtudes. Además, Menzies nunca deja desarticulada una historia por simple elección. El final de esta historia es la prueba fehaciente de que los sueños podrían convertirse en realidad. Y las pesadillas, también. Muy amena y divertida.  

William Cameron Menzies (1896-1957). Pionero del diseño de producción que controlo la estética de cada una de las escenas de "Lo que el viento se llevó" (1939), a través de storyboards minuciosamente detallados, los cuales fueron seguidos al pie de la letra durante el rodaje. En reconocimiento a la contribución vital de Menzies a la grandiosa producción de David O. Selznick, ordeno que este figurara en los créditos de la película como diseñador de producción.  También tuvo un papel decisivo en películas como: "El ladrón de Bagdad", ¡Qué bello es vivir!, "Duelo al sol", "La Reina de Saba" y "La vuelta al mundo en ochenta días".  Su trabajo como director está en películas como "La vida futura", "Invasores de Marte" y "The Maze". 

"Invasores de Marte" (1986) de Tobe Hooper. Nunca muy bien ponderado, Hooper era un buen artesano que sabia extraerle todo el jugo al limón de la creatividad audiovisual, como le toco cuando le llamo Spielberg para supervisar "Poltergeist" o cuando la Cannon le encargo rodar en Gran Bretaña "Fuerza Siniestra", una ingeniosa recapitulación vía astronáutica del clásico "Drácula". En este remake al clásico de 1953, Hooper transita con astucia, muchísimo humor negro y buenas dosis de suspenso familiar, a la constatación que el cine B, se adapta a las épocas y lo hace con la tecnología que está disponible sin ponerse colorado. Fue la única vez que el niño Hunter Carson, revelación del clásico "Paris-Texas" de Wim Wenders, actuó junto a su madre en la vida real, Karen Black, y lo hizo con total dedicación y frenetismo. Si, porque la historia tiene un ritmo que nunca se atasca y va montada sobre la iniciativa que el chico la lleva hasta con la ayuda de las fuerzas militares. Es como la quinta esencia del héroe infantil que salva al mundo de una invasión alienígena en curso, y lo hace bien para gloria de la fanaticada.           

La inolvidable Louise Fletcher, la demoniaca enfermera de "Atrapado sin salida", tiene un papel enfebrecido como si fuera una extensión de aquel rol que la hiciera famosa para siempre. En su hipnótica presencia frente al niño protagonista, de manera casi oculta, engulle ranitas como exquisito gourmet de fin de semana. Y manda algunos números con los extraterrestres colonizadores que bien merecen repasarse en la comodidad del DVD hogareño. 

Otro icono del cine independiente, Bud Cort entrañable protagonista de "El volar es para los pájaros" y "Harold y Maude", tiene un papelito a su medida donde despliega parte de su arsenal expresivo, siempre jugando sus cartas en los límites del cine de matinée.  

Tal como ya lo adelantáramos en otra ocasión en que comentamos esta cinta, el filme tiene toda la genialidad de las producciones para pasar el rato de los años ochenta, donde la adrenalina liquida estaba resumida en unas cuantas ideas maestras, para engolosinar a los espectadores utilizando la maravillosa integración de los F / X s. Hooper también le sacaba lustre, a los momentos de frenesí, a las disparadas situaciones de riesgo, a las simulaciones emocionales de unos interpretes sometidos al stress de una supuesta invasión extraterrena, conociendo los gustos de los espectadores de aquellos años. Sin duda, una película para atesorar como buen exponente del cine de entretención pasajero y divertido.     

Tobe Hooper (1943-2017). Director y guionista del cine independiente norteamericano, que comenzó en el género del terror con una de las películas más fuertes y macabras que se han hecho del "gore" caníbal, como es: "La matanza de Texas" (1974), que conoció una secuela como fue "La matanza de Texas 2" (1986). Su cenit llego cuando el productor Steven Spielberg le encomendó la tarea de dirigir "Poltergeist: Juegos diabólicos" (1982), inicio imaginativo de una saga acerca de una familia golpeada por una maldición aborigen producto de vivir sobre un cementerio. Aunque posiblemente, su obra mayor, sea "Fuerza siniestra" ("Lifeforce", 1985), que rodo en Inglaterra para la Cannon Group, que es un cruce efectivo y maravilloso entre el cine de vampiros y el cine de viajes espaciales, condimentado por la inolvidable presencia de la exquisita Mathilda May, preciosa vampira de insaciable erotismo fetichista. Fanático del cine de terror, sci y de fantasía, Hooper cultivo su idolatría en sendas adaptaciones B de monster movies y demás, y que considera títulos tan interesantes como: "Trampa Mortal", "Combustión Espontanea", "Terror sin fin" y "Alianza Macabra".  

"La mancha voraz" ("The Blob", 1958) de Irwin Yeaworth Jr. & Russell S. Doughten. Debo confesar que fue una sorpresa legitima cuando la vi por primera vez, porque el tema central parecía muy innovador acerca de la invasión de una mancha viscosa, que viaja dentro de un asteroide a la Tierra y que azota la quietud de un pueblecito amistoso y trivial del medio oeste norteamericano. Además, constituye el primer rol estelar del gran Steve McQueen en las postrimerías de los teddy boys, esos chicos rebeldes airados que mataban el tiempo el fin de semana, corriendo en sus autos deportivos y llevando a sus pololas al cine. La música fue muy ad hoc porque esperaba cautivar a la audiencia adolescente. Se estreno en los auto cinemas con gran aceptación popular y fue un hito del sci fic, genero bastardo mirado en menos, que podía ser pobre pero muy inteligente. Todo parte con la pareja protagónica que integran Steve McQueen y Aneta Coursat, que en una de sus salidas nocturnas se topan con un viejo vagabundo que ha sufrido un ataque increíble en uno de sus brazos. La metamorfosis del viejo vagabundo no tarda en llegar cuando lo llevan hasta un doctor, y lo que viene después, es la sumatoria de una serie de situaciones descabelladas, acentuadas por la fuga de una masa devoradora de origen extraterrestre.     

¿Qué vamos a hacer respecto a la masa come carne?

Ed Rowe interpreta al jefe de la policía, un astuto y colaborador mandamás, que nunca intenta bajarle el perfil a lo que vieron los muchachos, aunque al comienzo les costara muchísimo convencer a la ciudadanía que están expuestos a una tremenda y monstruosa masa viscosa. Elinor Hammer fue una actriz espontanea en esta película, su única aparición en cine y como una arrendataria lenguaraz muy firme en sus convicciones. El filme está desarrollado con un argumento in crescendo que va, de menos a más, hasta su explosivo final cuando la masa descomunal ataca un cine y destruye un supermercado.    

Efectos sencillos como el close up de una jalea roja atacando una foto detrás, se integran a la trama, que asume todas las constantes del cine B de esos años. Pero, además, hay un retrato simpático de la vida de un pueblecito, a través de un desfile de personajes singulares, todos en plan amenidad, constituyendo los engranajes más típicos de esta clase de cine. 

Toda la secuencia del ataque de la mancha voraz en el estudio del doctor, esta desarrollada con una simpleza narrativa y un efectismo contenido, que logra encrespar las aristas más complejas de la historia que tiene una lectura política detrás, pero también, una lectura expansiva sobre la hecatombe nuclear y la amenaza de la bomba atómica.  Insistimos en ella, para recomendarla porque resulta muy divertida con una estética muy colorinche, para pasar un rato agradable y preferentemente simpática. 

El productor Jack Harris en el centro, en el set con el director Irwin S. "Shorty" Yeaworth Jr (en la izquierda de la foto). (1926-2004). Director, productor y guionista que solo rodo seis películas entre los años 1956 y 1967, logrando la fama internacional con "The Blob", si bien en su trayectoria hay títulos estimables como: "4 D-Man" y "Dinosaurus", dos fantasías muy cuaticas que demostraban su apetencia por el género fantástico. Murió en un accidente automovilístico a los 78 años de edad. 

"La mancha voraz" ("The Blob", 1988) de Chuck Russell. No hay que ser bobo para aceptar las condiciones más extraordinarias de una película B, que trata el terror desde lo monstruoso con ironía, distancia y subjetividad. El joven iracundo Kevin Dillon (hermano menor de Matt Dillon), interpreta al rebelde motoquero de pueblo chico, desarraigado, incomprendido y denostado por casi todo el mundo, aunque tiene algunas amistades. Polola sin saberlo de la preciosa Shawnee Smith, deberá luchar contra una identidad de aparente origen exterior, que resultará ser fruto de un experimento humano con fines militares. Esta nueva lectura al filme y guion original, le permiten al artesano Russell, integrar la variante temática de la amenaza creada en laboratorios terrestres y asumir que, lo monstruoso viene de las propias ambiciones desmedidas del hombre.  

La pareja protagónica durante el desarrollo del relato, vivirán situaciones divergentes e individuales. El joven, intentado convencer a la ciudadanía de su inocencia cuando se le achacan muertes que no son y operando los artilugios contra los verdaderos responsables, cuando descubra que todo es un engaño de organizaciones de seguridad nacional. Ella, intentando salvar el pellejo de su hermano menor y su amigo infantil, en las alcantarillas de la ciudad y amenazados por esa masa viscosa que sabe transitar en las aguas turbias de la insinuación mordaz de la corrupción del poder. 

Michael Kenworthy y Shawnee Smith luchando por su vida en las alcantarillas de la ciudad, mantienen al espectador en el borde de sus asientos, porque Russell administra muy bien los momentos de suspenso con los de comedia juvenil, y los aplica a acciones constantes y sorprendentes. En esta secuencia, por ejemplo, está la aparición de la masa viscosa que vulnera a los niños con un ataque violento, donde solo saldrán con vida dos de sus protagonistas.      

La aparición sorprendente del viejo del perro, Billy Beck (1920-2011), un actor secundario que fue infaltable en series de televisión y películas populares de esta naturaleza agrega una novedosa manera de integrar la cultura pop a todo el conjunto. El actor de "Locos de remate", "La chica de rojo", "Los viajeros de la noche" es el personaje detonante de la historia de esta entretenida película B para pasar un rato más que agradable.    

Chuck Russell (nacido en 1958). Director y productor del cine norteamericano que ha destacado por películas como: "Pesadilla 3: Los guerreros del sueño" (1983), una celebrada continuación a los martirios que trae en los sueños juveniles de un condado el maléfico Freddy Krueger; "La máscara" (1994) incomprendida comedia fantástica que patentó el carisma de Jim Carrey; "El Rey Escorpión" (2002), aventura fantástica de visos de leyenda, condicionado al cine de acción más trepidante. Su remake a "La mancha voraz" (1988), esta entre sus mejores películas comerciales. Lo último de Russel, es un relato de acción con John Travolta y Bruce Willis en su despedida del cine, "Un paraíso peligroso" (2022), que funciona como pastiche para exegetas del cine de formula. Artesano eficaz y contumaz este director actual.      

"El pueblo de los malditos" ("Village of the damned", 1960) de Wolf Rilla. Con toda la corrección flemática del cine británico, esta joya del cine B de fantasía, tiene a su favor, la magnífica descripción de un pueblito azotado por una "presencia extraterrestre" que deja embarazadas a las mujeres del lugar. El argumento tiene tal minuciosidad en sus formas y contenido, que es muy difícil perder el interés. Además, el artesano alemán Wolf Rilla incorpora su capacidad para dominar el lenguaje audiovisual con solo sugerencias y acciones sorprendentes, siguiendo el libro "Los cuclillos de Midwich" del escritor John Wyndham. Los intérpretes George Sanders, Barbara Shelley, el niño actor Martin Stephens, Laurence Naismith, Michael Gwynn, Richard Warner, Peter Vaughan, logran todos personificaciones singulares y nos compenetran de una situación anómala que tiene una doble lectura: por un lado, el delirio comunitario in extremis de un ataque exterior nunca anunciado, y por otro, el tema de la maternidad como derecho natural aunque nunca bien asumido por los padres de esta circunstancia antojadiza fuera de lugar.
         

George Sanders abalanzándose sobre la cuna, para advertir que ojos más extraños tienen los bebes. Gran actor de carácter con una voz profunda y una dicción exquisita, efectúa aquí un rol estelar que convida al espectador a entender mejor la decisión final que tomaran para eliminar todas las angustias pueblerinas. 

Una novedad en esta película es que, los niños son la amenaza. Desde los tiempos de "La Mala Semilla" con Patty McCormack, que los niños no se transformaban en pequeños demonios, como insinúa este original relato, obviamente por causas externas atribuibles a seres extraterrestres. El prodigio británico Martin Stephens sobresale del conjunto infantil antes de su gran rol en "Suspense", obra maestra singular dirigida por Jack Clayton, que es también una adaptación magnifica al clásico "Otra vuelta de Tuerca" de Henry James. Allí junto a la extraordinaria niña actriz Pamela Franklin, pervierten su propios cuerpos y mentes frente a su institutriz Deborah Kerr, poseídos por unos demonios. Mientras que, en esta película lidera a estos entes juveniles capaces de dominar la mente humana para lograr sus propósitos. Es una gran película B, hecha con inteligencia, oficio y un dominio del lenguaje y del montaje digno de alabarse.    

En la estupenda indagación científica y médica, colaboran expertos y autoridades que intentaran abducir porque estos niños-entes han logrado diezmar todas las fuerzas de seguridad con solo el poder de sus mentes. La telequinesis habría de ser tema para películas posteriores tan sublimes como "La Furia" de Brian De Palma y "Scanners" de David Cronenberg. 

Wolf Rilla (1920-2005). Director y guionista de origen alemán, que hizo toda su carrera en Gran Bretaña y que salto de la televisión al cine con el thriller "Noose for a lady" (1953) con Dennis Price y Rona Anderson. Era un eficaz artesano de cine rápido y de escaso presupuesto, que podía supervisar una comedia de tono ligero como "Glad Tidings!, dramas criminales como "Marilyn", "The large Rope", "The Scamp"o "The Back Rider", o dramas mundanos como "The End of the Road" o "The World Ten Times Over", o también comedia escolar como "Bachiller de corazones", o relatos de cine negro como "Testigo en la oscuridad"/"Witness in the dark" o "Cairo". Era un excelente manipulador de emociones cuando se lo proponía y un magnífico descriptor de pequeñas comunidades. La única película que hizo en sus tierras germanas de origen fue el drama "Die zornigen jungen Männer (1960) ambientada en Hamburgo.       

"Los hijos de los condenados" /"Childrens of damned", 1964) de Anton Leader. La continuación de la película anterior tiene un contenido más directamente político y cercano a los thrillers británicos que se explotaron durante la guerra fría. Es un filme singular, aunque repite y expande el tema central, con los niños engendrados por extraterrestres intentando hacerse del poder absoluto. Esta lectura totalitaria, no impide que la película sea vea con atención, suspenso, misterio y entretención. Ian Hendry, Alan Badel, Barbara Ferris, Patrick Wymark, Martin Miller y la veterana Bessie Love, más los niños Clive Powell y Roberta Rex, integran este nuevo elenco que logra cohesionar el sentido anecdótico que tiene la historia con el suspenso efectivo.  

La integración racial en el elenco infantil es más inclusiva, aunque a la película le fue mal en la taquilla y la saga concluyo aquí. Con el guion de John Briley y John Wyndham, se insiste en el tremendo poder que tienen los niños con la mente para adicionar un discurso post apocalíptico más cercano a la amenaza de la bomba nuclear.

El close up misterioso que el director Anton Leader resuelve para matizar los momentos de máxima tensión dramática o de contenido más significativo.  

En el momento en que ellos se sienten amenazados actúan con el poder de la telequinesis y pueden doblegar a sus víctimas para defender sus posiciones y cumplir con sus propósitos. Es una nueva forma de entender la invasión extraterrestre, aunque cohesionándola con los clichés de los thrillers de esos años.  

Anton Leader (1913-1988). Director de radio, televisión y cine estadounidense. Se movió como pez en el agua en la pantalla chica, dirigiendo episodios de series como: "Perry Mason", "Ironside", "Perdidos en el Espacio", "La Isla de Gilligan", "Star Trek", "El Virginiano", "Dimensión Desconocida", "Daniel Boone", "Tarzán", "Ladrón sin destino" y "Super agente 86".  Su único filme para el cine fue "Los hijos de los condenados".

"El pueblo de los malditos" ("Village of the damned", 1995) de John Carpenter. Remake al clásico de 1960, rodada en color y con un elenco multiestelar que considera a: Christopher Reeve ("Superman"), Mark Hamill ("Star Wars"), Kristie Alley ("Mira quien habla"), Linda Kozlowski ("Cocodrilo Dundee"), Michael Pare ("Calles de fuego"), Meredith Salenger ("La chica de rosa", "Sueña un pequeño sueño"), Peter Jason ("48 horas", "Mortal Kombat"), Karen Kahn ("Mrs. Doutfire"/"Papa por siempre"), Pippa Pearthree ( "Mrs. Soffel"), y los niños Cody Dorkin y Jessye Quarry. 

El talento de Carpenter salta en cada fotograma, desde la presentación de personajes con la "presencia extraterrena" merodeando el pueblo costero como una sombra sin forma, hasta la serie de anécdotas que se cruzan en el camino, en un entramado más complejo y donde se cuestionan los roles de ética, moral, seguridad, paternidad y relaciones conyugales. En la descripción de escenas golpeadoras, hay también una fuerza maligna que nunca es explicada, pero se asume por la prominencia de sus efectos en la comunidad. Lo gore muy categórico en Carpenter también aparece en la medida de los descriptivo, así como escenas inolvidables que cruzan por el suicidio de la pareja de Reeve en la película, el ataque a los varones del conjunto, la suspicacia para enhebrar una trama interior más rica en matices psicológicos, como es la ausencia de uno de los niños, que desarticula la unicidad de los extraterrenos, y deja a uno de los niños libres más cercanos a la emocionalidad humana. Por eso, en este caso, el desenlace es más abierto y esperanzador. Se trata, por cierto, de una gran película, dentro de las mejores adaptaciones que hizo el director de los clásicos sci fi de su juventud. Inolvidable.

Carpenter aparece en un cameo durante el desarrollo inicial de la película.

John Carpenter (nacido en 1948 en Nueva York). Icono indiscutible del cine de terror y fantasía de los años 70 y 80, que renovó muchos de los conceptos más característicos de estos géneros y alambico el amor por los clásicos con sendas readaptaciones. Es un cine con la capacidad suficiente de reflexionar sobre los temas que más preocupan a su autor y que pasan por sesgos teológicos, humanistas y sociales, muy vinculados al espíritu cinéfilo de ciertos realizadores de esos años como Wes Craven, Steven Spielberg o George A Romero. Toda su filmografía adquiere un valor tangencial en la historia de los géneros bastardos del cine, porque desde lo independiente con "Halloween"( 1978) abrió una puerta ancha para la integración de temas escabrosos y antiéticos, acerca de los límites de la ciencia, la corrupción de la fe y del poder conservador, la vulnerabilidad de la humanidad contemporánea frente a sus propios miedos y frustraciones más oscuras y desintegradoras. En Carpenter, comulgan los temas subyacentes acerca de las alteraciones humanas en el equilibrio con la naturaleza, producto de los miedos que dejo la postguerra y la amenaza nuclear, pero también, la inexplorada aventura de la mente, el espíritu y los hechos inexplicables y fortuitos que amenazan la quietud de un mundo que nunca está en paz consigo mismo. Otros filmes para admirar su trabajo en estos géneros son: "Estrella oscura", " Asalto a la comisaría del distrito 13", "La Niebla", "Rescate en Nueva York", "El enigma de otro mundo", "Christine", "Starman", "El príncipe de las tinieblas", "Ellos viven", "Al borde de la locura" y "Vampiros".  

"Invasión de los usurpadores de cuerpos"/"Invasion of the body snatchers" (1956) de Don Siegel. En plena época de la guerra fría apareció esta magnífica muestra de sci fi y terror B del productor Walter Wanger, que logra integrar su mensaje político (el pensamiento único de los extraterrestres que se apropian de los cuerpos clonándolos y que nacen de vainas, simulan la invasión roja y también se puede leer como una contraofensiva a las leyes del Senador McCarthy), pero también su extraordinaria factura de thriller policial, matizado por las notables actuaciones de Kevin McCarthy, Dana Winter, Larry Gates y Carolyn Jones.   

Las vainas traen consigo al clon que imita hasta en sus mínimos detalles y que siguen un pensamiento "colmena" único, porque todos son iguales, pero sujetos a una doctrina totalitaria donde los sentimientos y las emociones no tienen cabida. Como recuerda el crítico español Augusto M. Torres "A pesar de que la distribuidora Allied Artist impone un prólogo y un epilogo fuera de lugar y elimina algunos diálogos irónicos, el conjunto tiene un especial atractivo y destaca su final, donde el medico protagonista se vuelve hacia la cámara y grita: "Ustedes serán los próximos".   

La huida de la pareja protagónica implica aceptar los riesgos de quedarse dormido y de ser asimilados en conciencia, por unos seres que imitan al ser humano en todos sus detalles. El objetivo es dominar el pensamiento libre y democrático. Acerca de esta estupenda película se han escrito varios sesudos estudios, que determinan su validez como una reflexión caustica e inteligente acerca de un periodo determinado de nuestra historia. Es uno de los grandes clásicos de la sci fi, que conoció dos remakes, entre ellos el de Abel Ferrara en 1993 y antes el de Philip Kaufman, que compartimos a continuación, como homenaje al recién desaparecido actor Donald Sutherland.    

Uno de los grandes logros estéticos del filme, es su contrastada fotografía en blanco y negro que juega con las siluetas nocturnas, los contrastes y las sombras, gracias al trabajo del operador Ellsworth Fredericks, notable fotógrafo de "Siete días de mayo". También se cuenta la estupenda banda musical de Carmen Dragon, compositor y actor de películas como: "Así mueren los valientes", "El amor nació en Paris" y "La extraña mujer".

Donald Siegel (1912-1991). Estudio en la Universidad de Cambridge en la Royal Academy of Dramatics Arts de Londres y en el Contemporary Theatre Group de Hollywood. Con una breve carrera como actor en 1933, pasa a ser archivero en los estudios Warner y después deriva a ayudante de montaje hasta convertirse en un magnífico editor. Como experto en dirección, comienza rodando las escenas de acción de directores de la talla de Walsh, Curtiz y Hawks, hace un par de cortos y pasa al largo con "Verdict" un policiaco ambientados a fines del siglo XIX, para descollar más tarde con películas como: "Riot in Cell Block 11", y los policiales que hizo para su amigo Clint Eastwood y su productora Malpaso: "Mi nombre es violencia" /"Coogan"s Bluff", "Harry, el sucio" y "Fuga de Alcatraz", y los westerns personales "Dos mulas para la hermana Sara" y "El seductor"/"The Beguiled", una de sus mayores obras. Entre sus últimas obras destaca "El Pistolero" para mayor gloria del icono del western John Wayne.     

"Invasión de los usurpadores de cuerpos"/"Invasion of the body snatchers" (1978) de Philip Kaufman. El magnífico realizador de "Los Elegidos", le da una nueva dimensión a la invasión de estas esporas extraterrestres que se convierten en vainas que contienen los clones humanos, para revitalizar la formula y efectuar una gran película de terror y sugestión alienígena. Ahora el recién desparecido actor Donald Sutherland interpreta a un estricto e insobornable supervisor de salud, que manda al carajo a restaurantes que sirven porquería con caca de ratones. Junto a él, la vitalista y atractiva Brooke Adams ("Días del Cielo"), empezara a sospechar de unas plantas y a acumular la idea de que los amigos y cercanos, están siendo obnubilados por fuerzas poderosas venidas del espacio exterior. Se suman al elenco, Jeff Goldblun ("La Mosca"), Leonard Nimoy ("Star Trek"), y Verónica Cartwright ("Los Pajaros"), que es también un homenaje al filme original, de ahí, la integración en un cameo del actor Kevin McCarthy gritando "Ustedes serán los próximos".      

Kaufman adapta la historia a la mentalidad actual integrando la idea que el problema de estos seres es la incomunicación y que luchar contra ellos es imposible. Además, hay una notable sugestión inmersa desde un principio, que habla de lo despreocupados que vivimos en la vida urbana respecto al comportamiento social anómalo, que pasa casi desapercibido en unos inicios expectantes. 

Otro de los logros a destacar está en la notable fotografía de Michael Chapman que consigue tonos fríos y metálicos, el uso del sonido muy decidor sobre todo en los minutos finales, y los estupendos efectos visuales. Es una gran película que nos acerca al trabajo de Surtherland-Kaufman, en una época en que Hollywood arriesgaba los pantalones con ideas y reciclajes maestros, lejanos a los tiempos de seres super poderosos venidos del comic. Imperdible. 

Philip Kaufman (nacido en 1936 en Chicago). Director y guionista norteamericano que ha sido destacado com0 un gran escritor, a propósito de su trabajo en "El Fugitivo Josey Wales" para Clint Eastwood y "Los cazadores del Arca Perdida" para Steven Spielberg, pero también un notable realizador de películas con contenido serio y formal. Su obra maestra es "Los Elegidos" una superproducción que postulo a varios Oscar y no gano injustamente ninguno, una crónica histórica muy exhaustiva, en colaboración con la NASA, acerca de la carrera espacial durante la época de la Guerra Fría. De sus otras películas, conviene resaltar: "La Insoportable levedad del ser", una interesante adaptación de la novela de Milán Kundera con las brillantes actuaciones de Daniel Day Lewis y Juliette Binoche; "Henry & June" un cuadro nada distorsionado sobre las memorias de Anais Nin, que se benefició de las estupendas actuaciones de Fred Ward y Uma Thurman y el thriller de ambiente nipón "Sol naciente", con Sean Connery, Wesley Snipes y Harvey Keitel.

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Afiche original de la versión original de "La invasión de los usurpadores de cuerpos" de Don Siegel.

Poster del remake efectuado por Philip Kaufman a la película "La invasión de los usurpadores de cuerpos".