Con gran interés de la audiencia se estrenó : "Joker"/"Guasón", un golpe al mentón al cine de géneros y un magnífico retrato de una mente desquiciada y enferma en un mundo egoísta y materialista. Sobre esos locos feos hablamos en esta entrada del blog.
El Guasón que estaba dormido y despertó en un momento en que la Humanidad pareciera estar al borde del precipicio.
Las críticas se han dividido para calificar esta nueva película que ha removido como pocas, las conciencias de los espectadores que han acudido en masa a verla. No es una película de superhéroes, pese a basarse en el célebre personaje villano de los comics DC. Tampoco una cinta de aventuras efectistas, de esas que el director Martin Scorsese detesta, porque no son capaces de reflexionar sobre la condición humana. Pero está toda la neurosis compulsiva de "Taxi Driver" y el afán adulador por las megaestrellas de "El Rey de la Comedia". No por nada, Robert De Niro tiene un papel importante en la trama.
¿ A que responde esta historia original, absorbente, dura, violenta, oscura, compleja, realista, sobre un personaje desarraigado y que repercute como un balazo pasando sobre tu oreja? El Guasón es un psicópata asesino ultraviolento que arrastra un complejo maternal, de risita compulsiva, que no tiene racionamiento que equilibre sus locuras, por tanto, es un personaje detestable. Detrás de su actuar diabólico, existe el vacío de la superficialidad que tienen todas las sociedades más desarrolladas que funcionan por la lógica del mercado y del consumo. Esta lógica que es matemática pura, preescribe el actuar de este payaso insípido, condenable, melancólico, que viaja a la orilla del camino, semi olvidado por una sociedad que no considera más que el exitismo y la gloria económica.
Detrás de la sicopatología del payaso, se esconde toda una sociedad que se mueve a oscuras, en el borde de las cunetas, al margen de lo establecido y que florece solo en las crónicas rojas policiales y que dan cuenta del malestar ciudadano, en situaciones límites, de riesgo o de oposición al sistema. El ícono de este payaso no hace reír, es superficial y se transforma en una pesadilla porque desde su posición, no es un personaje relevante para los siniestros fines del mercado. Aún cuando se mueve en uno de los países más prósperos del mundo. De ahí su discurso político tan beligerante, amargo y desencantado, que fulmina y no da tregua al espectador.
Por ahí un crítico sesudo dijo "El mal sin nombre, sin cara, ni política, es el más inquietante. Y aquí no hay nada de eso. De hecho como todo producto boutique, esto será debut y despedida, es decir, un nuevo ejemplo de como los nuevos nichos de consumo ven la circunstancia, la aprovechan y luego la tiran. De mito, nada " ( Publicación de "Perro Blanco" ). De alguna manera, lo que ha hecho el director Todd Phillips, un experto en comedias tontorronas para pasar el rato, que es cine comercial de consumo rápido, ha diseccionado los referentes del Joker clásico para destruirlos, tomar los desechos y rearmarlos desde el realismo callejero más scorseniano.
Si algo ha hecho "Joker" /"Guasón" por estos días en sus pasos de exhibición especialmente en Norteamérica, es revalorizar el tipo de cine contestatario que se hizo norma en los años 70 y que acaparó la atención de la crítica mundial, por su capacidad de removernos la conciencia respecto a temas inquietantes vinculados a la sociedad mercantilista y a la guerra fría. Ese guiño oscuro y violento, no es sólo una vuelta a la esquina al tipo de cine hollywoodense que se viene efectuando, desde la huelga masiva de los guionistas que se fueron a trabajar a Netflix y canales afiliados, sino más bien, la primera manifestación efectiva - con sus logros y defectos-, de un tipo de cine necesario en una industria que se estaba transformando en un parque temático. Cierto, Guasón es un tipo que indigesta, molesta y te sale trastornando unos minutos. Pero también es el síntoma de que a la industria, para bien o mal, le hacen falta este tipo de freaks capaces de llevar la antena a tierra del espectador, ante tanto reciclaje, fotocopia, remakes, continuaciones y secuelas, que ya nos tiene acostumbrados ( y algo agotados ), por su animosidad ideológica y conformismo creativo. Sin duda, para nosotros, con todo lo que podamos discutir al respecto, Joker es uno de los mejores estrenos del año.
Locos feos que han invadido la gran pantalla.
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