Fritz Lang ( 1890-1976 ). Sin duda que, estamos frente a uno de los grandes realizadores del cine de todos los tiempos. Hijo de un famoso arquitecto, interrumpe sus estudios de Arquitectura para instalarse en París y vivir de sus dibujos. Herido durante la Primera guerra mundial, comienza a escribir guiones para la productora UFA y el realizador Joe May. Como cineasta cosecha una serie de éxitos, y un estilo personal que se ha de caracterizar por su ambigüedad, "el caldo espeso que se cuela bajo las puertas, contamina a las personas y descubre la bestia oculta en las multitudes, lista para saltar sobre el individuo". Su etapa alemana de 1920 a 1933, en la que colabora con su esposa la guionista Thea von Harbou, se identifica por un depurado ejercicio estilístico, una estética Art Decó y expresionista, derivada de su formación como arquitecto y pintor, pero también que se nutre de la fantasía, la estética, el crimen y la locura como base temática. En sus filmes son fundamentales los actos de venganza, los ejemplos de culpabilidad e injusticia y crítica social, aunque también el miedo al que el mundo está expuesto por un enloquecido personaje, que es también una proyección personal de la Alemania nazi. Lo aterrador de M, Metrópolis, Furia o Sólo se vive una vez/You only live once, "es el monstruo de mil cabezas que puede ser moldeado, guiado y empujado. El doctor Mabuse que aparece en tres de sus películas, incluída la que lo obligó a huír de Alemania en 1933, y que resurge perturbadoramente en 1961, es una mente archicriminal porque posee el don negro de dominar a las masas. En ese sentido, el argumento central de sus películas, dice Lang es "la lucha del individuo contra el destino; el combate del hombre - primariamente bueno-, contra una violencia ejercida desde arriba, superior a sus fuerzas: sea violencia de una injusticia aceptada por todo el mundo, sea la violencia de una sociedad, autoridad o de una organización corrompida". |
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