Quien ama la vida, ama el Cine.

Quien ama la vida, ama el Cine.
El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

sábado, 21 de julio de 2012

Otros Prodigios del Cine Infantil :

Carismáticos Geniecillos de la Actuación.

Con la certeza de obtener de ellos, toda la espontaneidad y naturalidad necesaria para emocionar y trascender en la actuación infantil, les invitamos a una nueva revisión, con los rostros de aquellos prodigios que todavía perduran gracias a sus obras en el cine de siempre.
Ahora conoceremos nuevos actores que se están iniciando en el cine, destacando sobretodo, aquellos chicos y chicas que hemos visto en películas de interés, que no hay que dejar pasar por alto.
Como cada jornada, integramos además, los rostros del cine clásico, como una modesta forma de homenajear el trabajo superlativo que tuvieron en otra época.

Actores Noveles.

Oleg Ryba :
La marginalidad Infantil.







La película de Oleg Ryba es : Jutro Bedzie Lepiej" (traducida en inglés como : "Tomorrow Will Be Better", 2011 ), una novedosa historia acerca de tres niños ucranianos, que viajan por los campos de Polonia, para encontrar un asilo que los cobije y los ampare de una marginalidad dura y aplastante. 
OLeg Ryba interpreta a Pietya, el menor de los huérfanos, de seis o siete años de edad. Su hermano en la película y en la vida real, es Jewgienij Ryba  como "Waska" de diez años y Akhmed Sardalov encarna a "Liapa", de doce años, amigo de ambos.
El filme está dirigido por la polaca Dorota Kedzierzawska, que antes había hecho "Jestem" ( 2005 ), otra notable cinta de un niño marginado, y que ahora, arremete con especial sensibilidad, en la travesía que viven los tres muchachos por encontrar alguien que los proteja.
La cinta encanta y emociona en grados superlativos, sobretodo porque la narrativa de Dorota privilegia la naturalidad de la aventura de los niños sobre el desborde melodramático, la acción sobre los diálogos, la ternura sobre los arquetipos propios del género. Hay una metódica utilización de los recursos expresivos del cine, como la elipsis, el "flash back" y el montaje paralelo, si bien, para acentuar las escenas más fuertes del conflicto, o sencillamente, para privilegiar la fotogenia de la historia. 
Todo ello, unido a una fuerte control narrativo, que le da amplios espacios para improvisar a sus noveles actores, secuencias completas como :  los juegos lúdicos en la floresta; el viaje accidental en un camión, el encuentro fortuito con una boda, o el tímido baño en el cuartel de policía, donde denota además, un notable poder de síntesis y del manejo del "suspense"dramático.



Los niños caracterizados para la producción polaca.
 

Los actores entrevistados para la televisión.

 
Extras infantiles alrededor de la escena de la boda.
 


La directora tomando nota de las tomas.


La belleza del paisaje contrasta con el drama intimista de los niños huérfanos.
 
Del mismo modo, el niño actor Oleg Ryba, está estupendo en el rol central que le da Dorota. No sólo porque se trata de un niño fotogénico, rubicundo, desdentado, inquieto, desordenado, vulgar, saladillo y travieso. 
Fíjense en esa secuencia, donde el chico debe encabezar una dramática fuga, por un campo rodeado de vallas electrificadas, cómo asesta el golpe dramático, insuflándole al personaje, una moralina propia de la fatiga y del cansancio. 
En una situación de suspenso extremo, Oleg se queda dormido. Absolutamente, entregado a los desbordes oníricos del sueño plácido.
Oleg instuye por sus capacidades naturales de interpretación , que el papel del marginal debe ser su propia personalidad aumentada a mil kilómetros por hora. Al menos, Dorota trabajó en terreno con los chicos con total placidez y soltura, exigiéndoles compromiso y realismo.

Oleg instuyendo la marginalidad de su personaje.

 
Arriba de un camión continuando su aventura.

Corriendo por las vías del tren.



Los chicos en el rodaje listos para filmar.

 

Imitando los vicios de los mayores.

Oleg al medio, enfrentando las cámaras en exteriores.
 

Actores y equipo directivo durante la premiere de la película en Polonia.

 
Una escena difícil, pero lograda con absoluta naturalidad.
 
Los niños actores lejos de las cámaras. Fíjense en Oleg, su actitud de "pensador" ilustre.

 
La directora Dorota Kerdzierzawska y los hermanos Ryba, en otra función de la película.

 Fotografías del rodaje : Gentileza de Stanislaw Bialowas.

Ahora fíjense en las fotografías del rodaje, como los niños cambian su fisonomía con total veteranía actoral. Realmente, conmueve ver la metamorfosis de Oleg, su hermano y su amigo. 
Recuerden, que se trata de niños actuando como otros pequeños, pero de la calle. Improvisando instrucciones de cómo moverse y fingir frente a las cámaras, la soledad, el desamparado, la orfandad callejera, el suplicio del desarraigo social y humano. Hablando como niños sin escuela. Actuando una situación realista, para convencer a través de este relato, la realidad que viven miles de niños en el mundo.
Indudablemente, Oleg tiene gran parte del "peso" dramático de la historia. Y en el encantamiento de verlo actuar, nos logra transmitir todo el realismo que su rol exige. Eso a los siete u ocho años, créanme, no es un simple logro. Es una actitud profesional. Un logro maestro. 
Al término de la película, nos resulta un privilegio reconocer en ellos, toda la sabia de la profesión interpretativa que comienza en los primeros años. 
Bien por Oleg, y sus amigos, que recién demuestran la solidez de los profesionales de la actuación, con total convicción de estar integrados a un mundo cultural amplio y globalizado.



Ferrán Rull :
Nostalgias del Pasado. 




Dicen que en la infancia, es cuando se logran los mejores amigos de tu vida. Esos que te van a durar en tu corazón, en tus recuerdos, toda tu existencia. Aunque no los veas nunca más cuando adultos.
La premisa en el cine, ha sido temática dispersa y diversa. Cada cierto tiempo, se dan estas rememoranzas nostálgicas, construídas desde la óptica del adulto, pero condescendientes a tus sentimientos más profundos. 
Títulos como "Cuenta Conmigo"( "Stand by Me" ) de Rob Reiner, sobre el relato corto de Stephen King, con ese cuarteto de niños de Oregón que van siguiendo las líneas del tren, en busca del cuerpo sin vida de un quinto; o más recientemente, "Bridge to Therabithia" ( 2007 ) de Gabor Csupo, con la historia de una pareja de púberes rurales, ensimismados por el poder de la imaginación literaria; dan cuenta de la capacidad de tratamiento narrativo que ha tenido esta temática en el cine.
"Héroes" ( 2010 ) del guionista y director catalán Pau Freixas, debiera entrar por derecho propio en estas acepciones, con la sutileza de estar realizada en España, reincorporando la maestría de una banda musical compuesta por el valenciano Arnau Bateller, que se prodiga en afianzar las imágenes de esta encantadora y nostálgica película infanto-adolescente. 
El relato es un largo "flash-back", que reconstruye la historia del último verano que pasarán cinco entrañables amigos en el campo, en la década de los ochenta.
En paralelo, a cada nueva viñeta de nostálgicos recuerdos infantiles, la acción se trasladará a la época actual, siguiéndole la huella por carretera, a un personaje medio misterioso, que se nos irá descubriendo en la medida que avance el conflicto central. Y que tiene directa relación con el pasado rememorado en la pantalla.

"Héroes" : Ferran enamorado perdidamente de una adolescente.


La rememoranza de la infancia pasa por la amistad infranqueable.


La competencia con un grupo rival, llevará a los amigos ha  construír un auto de madera dinámico y frágil.
 

El actor infantil crece con su personaje, que después se nos hace entrañable.


De todo el conjunto de jóvenes actores infantiles, resaltan : Mireaia Vilapuig, una chica tremendamente carismática con la cámara; la coqueta Nerea Camacho, que sabe ser dulce y sensual, y los críos, Alex Monner, notable como adolescente encrispado, Juan Sorribes, que tiene la particularidad de tener el Síndrome de Dawn, y que actúa maravillosamente; Marc Balaguer, astuto y sagaz, y Ferrán Rull, para nosotros, la figura central que da pié al desborde dramático y a la certera visión realista de todo el envolado.
Ferrán contaba con doce años, en el momento del rodaje. Su presencia resulta al principio, un poco arisca, tímida, lejana, distante y lineal. 
Conforme avance la trama, su personaje irá creciendo y afianzando la rúbrica de la meritoria historia, de fuerte componente autobiográfico.
Rull hace del niño tímido, enquistado en el problema familiar del abandono del padre, y que no acepta la irrupción en su familia, de la nueva pareja de su madre. 
Ella ( la hermosa Emma Suarez ), está conciente del asunto y espera que esas vacaciones sean de relajo y unión. 
El ( el notable Lluis Homar ), intentará acercarse a la sensibilidad del muchacho y asumir su rol dentro de la familia con condura y raciocinio, después de mantener una disciplina implacable que sólo le causará dolores de cabeza. 
Ferrán vivirá de cerca el suplicio de sentirse traicionado, abandonado, usurpado. Entonces, la faz del niño se volverá versátil; menos inestable al principio - con esa manera acelerada de pestañar frente a las cámaras -, para contraponer un rostro que sabe ser vulnerable, emotivo, cariñoso, cercano, sutil, transparente y jovial. De ahí, el golpe de efecto final, que por vía de las elipsis, remarcará el sínodo trágico. 


Interpretar al alma del grupo de amigos, permiten a Ferran entrar por la puerta ancha del mundo del cine español.


Afiche promocional de la encantadora película infantil.

 
Ferran en "Héroes", sabe ser emocionalmente contenido, pero también es un irascible  aventurero.

"Héroes"( 2010 ), es una película que se disfruta al nivel de las emociones humanas más universales. Contiene música de la época revivida, una fotografía colorida y un montaje funcional. Además, la trama desperdiga a lo largo de la acción, humor, ternura, suspenso, lacitud coloquial, atmósferas campestres reverdecidas por la nostalgia, y por supuesto, un entrañable elenco de actores, que elevan el vuelo expresivo de esta historia para disfrutar en familia.  
Ferrán que comienza parco y distante, termina notablemente versátil, expresivo, dúctil, agradable y emotivo. Es un actor que va creciendo con su personaje, y lo va nutriendo de su propia sensibilidad, con la belleza de estar debutando en una producción, que no pasó desapercibida en la cartelera española. Nosotros la rescatamos recién por vía DVD.
Ideal para estos días de vacaciones de invierno, pues contrasta, nuestros días fríos y lluviosos con la realidad empírica de una ficción cinematográfica desarrollada en los días veraniegos y que se disfruta de principio a fin.



Julia Kröhn - Bernhard Naglestad :
La belleza del primer amor.





Difícil olvidar "Ikke Naken" ( "The Color of Milk", 2004 ), una sensible aproximación al despertar del amor infantil, que nos trajo toda la belleza de los paisajes nórdicos, y la sutileza en la mirada de la directora Torun Lian. 
La película transcurre en un verano inolvidable, que para Selma de doce años, será la estación del despertar del amor. 
La protagonista fue Julia Kröhn ( nacida en 1992 en Oslo, Noruega ), que por esos días tenía 12 años edad, y estaba terminando el sexto año básico. Magnífica muchachita, hermosa, expresiva, valerosa y de carácter fuerte, que se llevó casi todo el peso dramático de la acción. 
Su "partenaire" era el apuesto rubiales Bernhard Naglestad ( nacido en 1991, en Oslo), un chico tímido, dócil, acertivo, deportista, pícaro y andariego.
Ambos niños actores, rodaron su única experiencia en cine.  Una obra encantadora, que atrae por su estilizada puesta en escena y realismo costumbrista, donde se analiza el crecimiento de una niña en sus flirteos amorosos y los condicionantes familiares, que le hacen dudar de crecer, madurar y asumir una adultez para casarse y tener hijos.
Julia que tiene 20 años hoy día, se dedica a otros menesteres artísticos. 
Algunos la han visto danzar profesionalmente. Mientras que otros, dicen que se dedica a la publicidad y al modelaje. 
Bernhard hizo su servicio militar y terminó sus estudios en la exclusiva Wang Toppidrett en Noruega. 
Lamentablemente, ninguno de ellos, continuó su vida profesional en el mundo del cine. Por aptitudes, estos chicos no se quedan atrás.


Julia encaprichada y arisca, increpa  a la pareja haciendo el amor, mientras le observan los niños desde atrás.


En la playa con sus amigas : Marie Kinge, de 10 años y María Elizabeth A.Hansen de 11 años.
 
Compartiendo la amistad y la rica sandía con Bernhardt Naglestad.


Naglestad está muy suelto y dócil en su papel.


El paisaje campestre noruego sirven de telón de fondo para la historia. El niño espera a su compañera de juegos.
 

Las pruebas de resistencia de los hombres sobre las mujeres en los niños también son materia prima del filme.

Conversaciones serias acerca del amor, recrea la parejita protagónica.
      

En la noble tradición del cine romántico, los niños se van hacia el horizonte juntos a enfrentar la vida.
 


Julia y la directora Torun Lian, en el estreno de la película en un Festival de Cine Noruego.

 
Bernhard y un amigo del colegio en la vida real.


El otrora actor noruego, tal cual está hoy, después de salir de secundaria.

 Fotografías Gentileza de : Eline Mugaas, Archivo y Bernhardt Naglestad.

Recordemos la fuerte personalidad de Julia, al abordar su personaje de chica listilla y mundana, que todo se lo cuestiona con la fuerza de su adolescencia. 
Hay una escena notable, dentro de varias secuencias destacables, cuando Julia irrumpe en medio de un acto de voyerismo de los niños varones, al observar desde una colina en la playa, cómo una pareja hace el amor. 
La niña no tolera las actitudes primitivas de los hombres, y se cruza de brazos para instigar el momento de seducción sexual. Alardea de la estupidez humana, y arroja toda su arrogancia en los muchachitos, que quedan consternados porque les han descubierto en falaz correría playera.
Julia sabe ser escrutadora a través de su personaje. Chica con mordiente, tiene otra secuencia magistral, cuando llora de impotencia porque su amor de toda la vida, ( Bernhardt, claro está ) no la ha llamado por un tiempo por teléfono y no le ha ido a buscar para pasear. 
La escena es notable, porque demuestra la garra expresiva de la niña. Y porque plantea la permeabilidad de las emociones. En un momento de total devastación amorosa, a sus cortos años, ella toma el fono y llama al chico de su corazón.
Después viene esa escena clásica de los niños montados en bicicleta, él llevándola a ella a reencontrarse con el mar. 
Pura poesía visual, en una obra minimalista, que habla con encanto, dulzura y sensibilidad del despertar adolescente.
Bernhard Naglestad, por su lado, tampoco queda mal frente al potencial histriónico de su compañera de trabajo. 
Hay una escena que es deliciosa, en su conocimiento de la sicología infantil. Andy, - como se denomina su personaje - , está en una silla matando el ocio, mientras entrecruza miradas con la chica de sus sueños. 
Este juego de coqueteo, Bernhard lo acentúa con sonrisas y miramientos tímidos de inexperto romántico. Establece conexión con el juego seductorio a esos escasos años, como si fuera un experto.
Más adelante, confronta a Selma jugando fútbol. Ella es la arquero. Andy impulsa el balón. Y Selma le ataja el gol. Entonces, el chico despierta y se enamora.
Basta un "close up" para mostrar el rostro de Bernhardt, en esa impresión que deja, la admiración por el acto consumado del otro. La prueba del amor reticente. 
Admirable el muchacho, que vuelve a demostrarnos cuan infinitas son las insinuaciones femeninas del idilio veraniego.  
Notable película de Torun Lian, que merece se le valore en su justa medida. 


Kevin Hernández :
El amigo del conductor.
 



Su apariencia detenta sus orígenes latinos, y como tal, le ha tocado defender desde los Estados Unidos, la población emigrante del gran país del Norte,  con una presencia siempre desenvuelta, extrovertida, agradable y simpática. 
Nunca ha perdido el norte, pese a que recién cumplió los doce años de edad y es oriundo de El Salvador.
Su currículum es breve pero importante. Comenzó su carrera de actor infantil en la serie de acción bélica "The Unit" ( 2008 ), creada para la televisión por el prestigioso, dramaturgo y realizador cinematográfico David Mamet.
Luego actúo en la serie "My Name is Earl" ( 2008 ) como invitado, para pasar a "Expecting a Miracle" como "Pepillo Salazar", un telefilme con Jason Priestley y Teri Polo.
Después saltó al cine, con un corto : "Eye of the future" ( 2011 ) de Catherine Cunningham, donde actúa con su nombre de pila, "Kevin"; para debutar más tarde con el largometraje familiar : "The Sitter" ( 2011 ), un producto para el lucimiento de las excentricidades humorísticas del comediante Jonah Hill, especie de "John Candy" de estos tiempos.  
Kevin hace de chico mexicano adoptado, bueno para las explosiones fortuitas y los desmadres sorprendentes.
Su verdadera oportunidad de lucirse, fue este año con "Get the Gringo" ( 2012 ), una cinta de acción carcelaria con Mel Gibson, dirigida por Adrian Grunberg.
 
""The Sitter" :Kevin en el suelo, como un chico rebelde totalmente explosivo.

 
En esta comedia actúa junto a otros prodigios americanos como Max Records.

 
Con Mel Gibson en el inicio de una carrera prometedora.


El actor salvadoreño logra afianzar su trayectoria infantil.

La película se centraliza en las desventuras de un conductor de pasado turbio ( Mel Gibson, claro está ), que es inculpado de tráfico de drogas y cae en la frontera mexicano-estadounidense, en una "fortaleza" presidiaria denominada "El Pueblito". Allí, el personaje de Gibson deberá luchar con astucia y talento para sobrevivir, entre medio de una zoología marginal donde todo se tolera por la corrupción y la violencia.
La película es un "thriller" duro y certero, que sin ser una obra totalmente lograda, por sus maniqueísmos y excesos pirotécnicos, nos trae la figura de este talentoso actorcito, eficaz y expresivo.
En efecto, interpreta al niño que se hace amigo del protagonista, que no sólo le servirá de "comodín" en situaciones desesperadas, sino de incentivo para lograr la libertad anhelada. 
Hernández sabe emocionar sin ser un prodigio por naturaleza.
Cierto, hasta ahora, le ha tocado interpretar a niños chicanos, de orígenes peninsulares, mexicanos, o latinos, en eterna pugna con el superdesarrollo de un país donde estas comunidades cohabitan con la mentalidad del "gringo", pero que se acomodan con astucia rapaz y fortaleza divina.
No está mal Hernández. Conoce sus limitancias en un negocio transhumante, y como buen intérprete latino, le coloca el sabor más localista, a sus papeles encendidos en las trampas del mercado. 
De hecho, con Mel Gibson tiene la ocasión de pasar por distintos registros melodramáticos, desde el sentimiento más pendenciero al filial, sin amilanarse cuando se trata vivir en carne propia, la angustia de ver a su madre encarcelada en un "pantano lleno de cocodrilos". 
Hernández se desvive por ella, y lo demuestra con el oficio de actor consumado. Sin desbordes, controlando cada situación que se le presenta, incluso salvaguardando la seguridad en medio de funestas balaceras. Se trata de un intérprete en alza, que se potencia en las situaciones límites, para enfilar a un despeñadero sin salida. Su personaje es quizás, lo único limpio que circula por "el Pueblecito", y como tal, con un futuro medíatico trastocado, ambiguo, inexistente. Magnífica interpretación para este precoz artista de raíces latinas.
Un niño actor que representa adecuadamente el espíritu de los miles de emigrantes, que llegaron al país del Norte, en busca de nuevos horizontes.
La esperanza encarnada en un prodigio del cine americano, que recién comienza una carrera que se perfila auspiciosa y fructífera.

Odin Waage :
La Emoción Contenida.
 


 
Verlo actuar es una verdadera delicia. Contenido para demostrar emociones fuertes, ilustra con su personaje en su única película , "Juntos" ( "Sammen", 2009 ) dirigido por Matías Armand Jordal, toda la angustia de la pérdida maternal, y la fuerza para sacar adelante a su padre metido en el alcoholismo. 
Odin es magia. Tuve la ocasión de recrearme observando sus pruebas en el "casting" que realizó el director noruego, previa consulta si existía esta disponibilidad por Internet. Gracias, a unas cómodas gestiones, pudimos acceder a esas pruebas. Y algo que ya sospechábamos se nos produjo al revisarlas.
Realmente, Odin asume desde sus inicios, el rol por el que ahora es conocido. Fíjense que, en un momento nos llega a conmover tanto, como si estuviésemos en presencia del mismísimo Päl, su personaje de la película, sin estar en conocimiento de la historia global de esta destacada producción dramática. 
Odin cumplía recién los doce años de edad cuando rodó "Sammen", y es menester detenernos a destacar su trabajo, porque el niño realmente asume con toda la experticia de sus años, un papel complejo y ambivalente.
Päl queda huérfano justo cuando su familia se prepara para ir a ver el Campeonato Mundial de Fútbol en Europa.
La soledad de la ausencia de la madre, le aflije a él en grado máximo, aunque será su padre quien termine pagando las consecuencias más graves. Dedicado al alcohol, vagará por los bares descuidando a su único hijo, quien terminará recluído en un hogar de niños desamparados.


Odin en los ensayos, demostró toda la fuerza y emoción de su personaje.

El muchacho logra un trabajo excepcional.


Odin en el Festival de San Sebastián, cuando acudió a presentar su notable actuación en la película.


Odin en escena, intentando salvar una situación autodestructiva del padre y su propia libertad.


Incorporándose a regañadientes, a la disciplina de una casa de acogida para huérfanos y niños con desarraigo social.
 
Con su padre cinematográfico, interpelándole su nula practicidad después de la muerte accidental de su madre.

 
Recibiendo un premio por su única actuación en cine.



Odin en la actualidad, con su pareja disfrutando de la juventud.


Fotos Ensayo de la Película Gentileza : Matías Armand Jordal, Web Site.

Odin encausa esta situación, mediante diálogos donde fluye el actor emocional.
Sin ser un experto profesional, actúa como tal. En un momento de soporífera tensión, donde debe enfrentar el vicio de su padre, adecúa su carisma de belleza nórdica a los designios de la tragedia. Su mirada, pasa de atención directa a visión perdida. Creánme que, es muy difícil que un niño rodeado de un equipo técnico, logre un control tan fuerte de sus emociones básicas. 
Odin Waage lo hace para esta película, con resultados extraordinarios.
En las pruebas de ensayo, además, se nos revela el talento que tiene para dimensionar más allá de los libretos, el carácter de su personaje. En un momento de total dominio de sus recursos expresivos, discute con su padre cinematográfico y "se muerde" la lengua, instando a la desolación del huérfano perdido. Odin Waage trasunta sus emociones y las duplica en razón de un papel difícil y anacrónico.
Sin duda, se trata de un prodigio que debiera regresar a la producción cinematográfica. Aunque se nos informó que, por ahora, sólo vive para sus estudios secundarios. Odin, como el Dios de la mitología vikinga, conquistó con las mejores cartas de la interpretación prodigiosa, un espacio en nuestro humilde blog, para revelarlo en sus notables condiciones actorales. No lo dejen pasar por alto.

 

Actor Consumado. 

Manuel Lozano :
Prodigio carismático e instintivo.







De todos los niños actores surgidos en tierras españolas, el nombre de Manuel Lozano ( nacido en 1990 en Santiago de Compostela, Galicia, España ),debiera ingresar por méritos propios, a la antología del cine infantil, por la lograda síntesis fílmica que mantuvo durante sus siete años de carrera. 
Manolito supuso la irrupción de aire fresco, desde su debut en "La Lengua de las Mariposas" ( 1999 ) , la rememoranza de la guerra civil española, que tiene como protagonista a un profesor comunista y a uno de sus alumnos, el más tímido e inteligente del curso. Por este magnífico papel, al lado del portentoso e inolvidable actor, escritor y director Fernando Fernán Gomez, Manolito selló a fuego y hierro, una carrera que se vislumbraba meritoria.
Después fue un secundario destacado en el drama de época "You"re The One" ( una historia de entonces, 2000 ), subvalorada película del crítico y director José Luis Garcí, especie de homenaje cinéfilo al melodrama blanco y negro de la gran era hollywoodense. Volvía el niño a deslumbrar, en el papel de un crío mozalbete y simpático, que le gustaba el cine, las conversaciones de igual a igual en la cocina con sus pares mayores y la lectura de los "comics" de moda.
Más tarde, fue excelente "partenaire" de Rafael Alvarez, Agustín González, Francisco Rabal y Karra Elejalde en el clásico "Lázaro de Tormes" ( 2001 ), bajo la dirección de su amigo Fernando Fernán Gómez y José Luis García; y de Carmelo Gomez e Icíar Bollaín en el thriller de terror "Nos Miran" ( 2002 ), dirigido por Nolberto López Amador. Fueron papeles de transición a su madurez juvenil.
Brilló con luz propia, en el drama costumbrista :  "Más pena que gloria" ( 2001 ), donde como hermano menor de Biel Durán, descubre los sinsabores de la adolescencia. Resultó a la sazón, más contenido, pertinaz y sorprendente.
"Historia de un Beso" ( 2002 ) de José Luis Garcí, que lo volvió a supervisar en "Tío vivo C.1950" ( 2004 ) en un rol breve; demostró que Manolito estaba idóneo en los avatares del melodrama de época. 
Junto a Alfredo Landa en actitud de poeta, escritor y testigo de otro tiempo, Manolito tenía una escena maestra, donde demostraba sus inquietud respecto al amor y las relaciones de pareja. Tímido, algo ensimismado, pero muy cariñoso y afable, realizó una actuación sorprendente, considerando que el resto de compañeros de faena, superaban los treinta años y más. 

 
"La Lengua de las mariposas" : el debut apabullante de Manuelito, que recién tenía sólo ocho años.


La mirada conciente que atrajo al realizador José Luis Cuerda, para darle un rol estelar al chaval.


Manolito sabía sacar chispa, ingenio y simpatía en su inolvidable personaje fílmico.



También aparecía sorprendido en escenas de notable complejidad.



"Es mi héroe" : Manuel interpreta a un muchacho con toda la moda "revival" de los años setenta.
Promoviendo la película en las afueras de un teatro, en plena rueda de prensa.


Con el resto de compañeros de actuación, en una cinta que cautiva por su candor y realismo.




Siempre fresco y divertido, Manuel logró popularidad y fama a sus cortos años.

 
"Somos gente honrada" :  Actualmente, Manuel ( derecha de la foto ) con todo el elenco de intérpretes.


"Es mi héroe" ( 2003 ), fue su primer rol protagónico estelar, desde su debut. Hacía de un niño recién llegado a Sevilla, en plena transición democrática, en los años setenta, que soñaba con vivir aventuras lejos de las restricciones de los adultos. En el intertanto, descubría los sinsabores del primer amor, la verdadera amistad, el descubrimiento del sexo, y las tribulaciones de la vida de provincias.
Se trataba de una actuación notable, que nos reveló a un Manolo capaz de hacernos reír, llorar y emocionarnos en grados equiparables.  
Antonio Cuadri reveló otra significativa capacidad de Manolito, para desdoblarse demostrando distintas emociones en una misma escena. 
Recuerden esa secuencia, donde va a ver a su amigo fanático del fútbol y encuentra a éste, con la que parece ser su novia, en una situación comprometida. O esa otra de la despedida, donde se doblega el sentimiento de traición por el reconocimiento de la amistad duradera, promovida con el regreso en la adultez.
Esta virtud personal del actor, de hacer creíble y vulnerable a sus personajes,  reflotó con total encanto, en la maravillosa "Mia Sarah" ( 2006 ) de Gustavo Ron, una comedia claustrofóbica, donde el muchacho despidió en vida, la trayectoria magnífica de Fernando Fernán Gómez, que ya estaba enfermo durante el rodaje. Hizo un dueto notable.
Recuerden, que él era el adolescente con trastorno bipolar, que le sigue las instrucciones a su abuelo, que está fallecido, para evitar estudiar y crecer. Aislado en un departamento con la biblioteca que le legó el viejo, Manolito infunde realismo y verdadera capacidad deductiva al descifrar los enigmas del conflicto. 
Con la llegada de la juventud, Manolo abandonó su carrera para estudiar Ingeniería Comercial. Para felicidad de sus seguidores, el otrora niño prodigio del cine español, se reincorporó a la pantalla, desde el año pasado cuando apareció en el telefilme : "Lo que ha llovido".
Sin embargo, será este 2012, el año de su despegue, en la nueva etapa de su trayectoria, pues filma una película : "Somos gente honrada", una comedia de Alejandro Marzoa, con Manuel Velles y Unax Ugalde. 



Actores Clásicos. 


Mickey Rooney : 
Talento máximo. 
 

De todos los niños prodigios formados en la MGM, que hicieron sus carreras bajo la protección del estudio del léon, Mickey Rooney ( nacido en 1920, en Brooklyn, Nueva York, EEUU y fallecido el 6 de Abril del 2014 en North Hollywood, Los Angeles California, a los 93 años ), debe ser el más completo y versátil del conjunto. Sin desmerecer los recuerdos maravillosos que dejaron Freddie Bartholomew y Jackie Cooper, Rooney llegó a probarlo todo en el mundo artístico del cine. Además, bailaba con corrección, cantaba agradablemente y se adaptaba a los géneros más dicímiles. Su apariencia siempre fue refrescante, jovial, dicharachero y tremedamente explosivo, irrumpió con la fuerza de un ciclón. 
Su vastísima carrera comprende 328 apariciones en cine, televisión, cortos y documentales, lo que demuestra su vigencia y permanencia. 
Fue el último gran superviviente de la era del "star system", cuando en Hollywood las grandes "majors" controlaban todo el proceso de producción y preparaban a sus artistas, formándolos desde chiquitos en el negocio del cine.
Se llamaba en la realidad, Niniam Joseph Yule Jr., hijo de los actores de vodevil, Joe Yule y Neil Brown.
Debutó en 1926 en el corto "Not to be trusted", de Tom Buckingham, para pasar luego a convertirse en toda una atracción pública gracias a una serie de cortometrajes de "Baby Burkes" realizadas por Mickey McGuire.
67 cortos protagonizó como "Mickey" nombre que sellaría para siempre su futuro esplendor en el cine. Imitando a distintos "clown" y personajes adultos, entusiasmó a los productores que le dieron una suculenta oportunidad : interpretar el rol de "Puck" en el maravilloso clásico "Sueño de una noche de verano" ( "A Midsummer Nights Dream", 1936 ), según la obra de William Shakespeare. Codirigida por Max Reinhardt, prestigioso director de teatro que hizo su única película con William Dieterle, la cinta todavía emociona y conmueve a grados de máxima plenitud, sobretodo por sus logradas atmósferas oníricas de cuento mágico. Rooney está de los más pícaro en este relato, donde se mueve con gracia y encanto. 
Sin embargo, su apogeo llegó como compañero de aventuras de Freddie Bartholomew, el otro prodigio del estudio, a través de una serie de clásicos irrepetibles. En "El Pequeño Lord" ( "Little Lord Fauntleroy", 1936 ), salva a Freddie del ataque de unos mozalbetes que le quieren robar su bicicleta. En "Capitanes Intrépidos" ( "Captains Courages", 1937 ), es el hijo de Lionel Barrymore, capitán de un bote de pescadores donde Freddie conoce a Spencer Tracy, con quien madurará de un encierro privilegiado; en "Lord Jeff" ( 1939 ), un compañero de instrucción naval, obsecado, inspirador e inolvidable; en "The Devil is a Sissy" ( 1937 ), es uno de los compinches ladillas de un trío de chicos marginales en la época de la depresión económica. Aquí, además, se juntaba con Jackie Cooper , otro muchacho talentoso de la Metro. 




El actor en sus primeros años cuando hacía cortos cómicos.






"Sueños de una noche de verano" : como Puck fue travieso y divertido.


"Sueño de una noche de verano" : los inicios de Rooney en el largometraje.



El director Clarence Brown, Mickey Rooney  y Butch Jenkins en el rodaje de "National Velvet" .



Foto promocional de la película compartiendo roles con Elizabeth Taylor y Butch Jenkins.


"National Velvet" : con Jenkins intentando hacer dormir al niño con un cuento.



Con Judy Garland en uno de los episodios de la serie del juez Hardy : "Love Finds Andy Hardy".



Su consagración definitiva llegará con la serie del Juez Hardy y su familia, comprendida por quince películas rodadas entre 1937 y 1946, donde, como el hijo de un abogado de una familia de la clase típica americana, solía introducirse en romances imposibles con Ann Rutherford, Lana Turner y Judy Garland. 
En la serie además, Rooney demostró toda su pasta para ensamblar los momentos felices de la comedia mundana con los deslices de la adolescencia, algo rebelde, algo utópica y siempre en ebullición.
Se convirtió así, en el arquetípico ideal de la era , personificando "la vivacidad, la ocasional impertinencia, y el talento para la parodia, el canto y el baile" en tres títulos de excepción : "Los Hijos de la Farándula" ( "Babes in Arms" , 1939 ); "Armonías de juventud" ( "Strikes Up the Band", 1940 ) y "Babes on Broadway" ( 1941 ), dirigidos por el maestro Busby Berkeley.
Nótese la energía inimitable de Rooney en "Babes in Arms", cuando prepara la obra de teatro en medio de la debacle del clima. Imitando a actores de moda como Lionel Barrymore o Clark Gable, moviéndose como un tornado, asumiendo todos los papeles del conjunto, para explicarle a una estrellita del oropel, todas las gracias que debe hacer en el escenario.
Pero lo realmente decisivo, fue la química que se produjo con Judy Garland en estos clásicos musicales.
Recuerden los números vibrantes de "Strikes Up the Band" o la mecánica yugular de extremismo urbano en "Babes in Arms" y "Babes on Broadway" , que alcanza el cenit en los números caleidoscópicos que Berkeley acomoda a sus anchas. Rooney baila, canta y sonríe. Nunca perdió esa sonrisa, ni siquiera en los momentos de máximo frenesí musical. Tampoco se le vió incómodo. Sobrepasado y eruptivo, eso sí, casi siempre. Porque su energía fue vital para estos tres títulos emblemáticos de la historia del cine.
La prueba categórica que estábamos frente a una "showman", un maestro de la versatilidad y la espontaneidad acaramelada.  


"Babes in Arms" :el primer musical que rodó con Busby Berkeley y Judy Garland.


"Strikes Up the Band" : la conjunción y la química que dió grandes dividendos a la industria.


"Babes on Broadway" : el musical juvenil y vigoroso que encendía las taquillas.



"Con los brazos abiertos" : ahora la química fue con Spencer Tracy.


Más adelante, Rooney culminará este proceso de madurez artística, con el díptico sobre los centros de acogida para los huérfanos creados por el padre Flanagan : "Con los brazos abiertos" ( "Boys Town", 1938 ) y "La Ciudad de los Muchachos" ( "Men of boys town", 1941 ). Magníficos retablos infantiles, plagados de buenos propósitos, con unos inmejorables Spencer Tracy y Mickey Rooney de personajes centrales.
Su relación con Tracy, le llevó a hacer el papel de juventud del personaje histórico de aquél, en "El Joven Edison" ( " Young Tom Edison", 1940 ) , para rematar después, como compañero de correrías de Elizabeth Taylor en "National Velvet" ( 1944 ), y del colorín "Butch" Jenkins en "La Comedia Humana" ( "The Human Comedy", 1943 )
En los años precedentes, Rooney siempre se mantuvo activo, ya sea para repetir éxitos de Broadway ( "Summer Holiday", 1948 ),  dramas bélicos ( "Los Puentes de Toko-Ri" / "The Bridges of Toko-Ri", 1954 ), dramas realistas ( "Requiem por un luchador" / "Requiem for a heavyweight", 1962 ), policiales ( "Baby Face Nelson", 1957; "24 hours to kill", 1965 ), comedias desenfrenadas ( "El mundo está loco, loco, loco" / "It"s a mad , mad, mad world", 1963 ) o aventuras infantiles ( "Mi amigo el dragón"/ "Pete"s dragon", 1977 ; "Las Mil y una noches" / "Arabian adventure", 1978 ).
 

Con su compañera y amiga habitual Judy Garland, ahora en : "Andy Hardy debutante".

 
Junto a Freddie Bartholomew, formó una de sus parejas de niño estable;  aquí en: "El Pequeño Lord".

 
"Strike Up the Band" : la conjunción perfecta con la infaltable Judy Garland.


Energético y vigorizante, Rooney en la plenitud de su juventud.
 

En "El mundo está loco, loco, loco" , como actor de carácter.
 

El actor con más de noventa años, todavía trabajando para varios filmes.


Fotografías Gentileza :
Film Society Lincoln Center; Fine Art American, Doctor Macro y Red List.


Especializado en roles de carácter, tuvo uno de sus mayores roles de adulto, en "El Corcel Negro" ( "The black stallion", 1979 ), como el viejo entrenador del caballo salvaje de Kelly Reno.
En 1983, la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas, le entregó un Oscar por sus logros en su extensa carrera.

De sus últimas apariciones, se destacó en "The Muppets" ( 2011 ).  
Además en el 2012, hizo cinco actuaciones. Un "thriller" B, "The Voices from beyond"( 2012 ); una comedia de "high school", "Bamboo Shark"( 2012) ; un drama infantil "The Woods"( 2012) ; una comedia romántica "Driving Me Crazy" ( 2012 ) y el rol estelar en la cinta de aventuras "The Devil in the Fog" ( 2012) con Bill Milner.
Con Rooney todo podía suceder. Se trató de una verdadera " institución"  en el medio artístico norteamericano. 
Fue la prueba más viva y categórica de la nobles ensoñaciones de la industria del Hollywood de antaño.

Sabú :
El Príncipe de la Orientalia.  


El imborrable recuerdo de Sabú Dastagir ( nacido en 1924, en Karapur, Mysore, India ), está unido a uno de los subgéneros de la aventura por derecho propio : la Orientalia, que eran esas fantasías hollywoodenses extraídas de "Las Mil y una noches", excesivamente colorísticas y con escenarios plagados de ofebrería y alhajas de mentirijillas. 
Sabú fue una especie de príncipe exótico, que pasó a la eternidad de las antologías, con dos títulos emblemáticos del cine británico : "El ladrón de Bagdad" ( "The Thielf of Bagdad", 1940 ) y "El libro de la selva" ( "Jungle Book", 1942 ).
Descubierto por el padre del documental, Robert Flaherty en la India, mientras éste realizaba una filmación, se entusiasmó tanto con el niño y la simpatía que despertaba con su elefante, que decidió cambiar el argumento inicial por otro, donde el chico sería la estrella. Nació así "El Niño de los Elefantes" ( "Elephant boy", 1937 ), donde Sabú está a sus anchas, demostrando su destreza para dominar a la enorme mole. 
La película potencia la belleza oriental del efebo, montado en el paquidermo más grande que se haya visto jamás. 
Sus correrías pasan por uno de los momentos más emocionantes de la trama, el canto a la luz de la luna de los elefantes, que retozan en las inmediaciones de un río. Sabú era tremendamente espiritual. Esa luminosidad que su rostro tenía en los "close up", encandiló al público europeo, que lo convirtió en toda una celebridad. Simpático y extrovertido, Sabú abandonó hogar y patria, para sumergirse en las huestes de Gran Bretaña, en la promesa de una carrera que lo alejara de la pobreza y la marginalidad.
Su encanto cautivó hasta los corazones más rebeldes. El muchachito tenía catorce años cuando estrenó "Revuelta en la India" ( "The Drum", 1938 ), otra revisitación de las bondades del colonialismo, en aras de una lucha en el frente contra los rebeldes de la frontera. 
La historia estaba basada en un relato de A.E.W. Mason y suponía a Sabú convertido en príncipe amigo de los ingleses contra el perverso Raymond Massey. La dirección de Zoltan Korda, se prodigaba en rescatar los escenarios abiertos, y subyugar con la pericia de la exaltación nacionalista, más arraigada en la propia Gran Bretaña, que en tierras salvajes hindúes. 


"El Niño de los elefantes" : la revelación del niño actor en Gran Bretaña.
 

Un encanto fuera de lo común, marcó su debut en el cine.
 

Con su clásico turbante en la película que lo dió a conocer.

"Revuelta en la India" : Sabú interpreta a un príncipe amigo de los ingleses.



Con John Justin y June Duprez, en la clásica "El ladrón de Bagdad".
 
Como "Mowgli" en otro clásico : "El Libro de la Selva", adaptación del cuento de Rudyard Kipling.



Al amparo de los hermanos Korda, Sabú registró una auspiciosa interpretación en uno de los clásicos que más atesoro en mi videoteca, "El ladrón de Bagdad"( "The Thief of Bagdad", 1940 ), la accidentada producción dirigida a tres bandas por Ludwig Berger, Michael Powell y Tim Whelan
Con la Segunda Guerra Mundial en las puertas, parte de los escenarios y actores tuvieron que viajar a EEUU, para terminar esta maravillosa orientalia, piedra angular del inicio de un subgénero, que cautivó por igual a grandes y chicos.
La obra, magnífica en lo visual, rica en sugerencias estéticas, contiene la primera gran actuación de Sabú, como un astuto comodín de un príncipe alejado de su trono, víctima de las maldades de un mago perverso y egoísta.
Producida por Korda, como una respuesta al dominio hegemónico de Hollywood, "El Ladrón de Bagdad" derrocha esplendor visual y fantasía maravillosa.
Obra maestra revalorizada con los años, acaba por atraer al público más indulgente, gracias a su perfección estilística y belleza plástica.
Más tarde, Sabú retornó por la tradición de los clásicos literarios al interpretar a Mowgli en "El libro de la selva" ( "Jungle Book", 1942 ), basada en el relato de Rudyard Kipling. 


Mowgli le permitió además, volver a demostrar su destreza con los elefantes.



Sabú supo de triunfos en su infancia y juventud, pero después Hollywood le olvidó.
 

En el set, paseando con su elefante.


"Las Mil y una Noches" : compañero de la exótica María Montez.

"Tiger Walks" : en la última etapa de su carrera.


En contacto con la naturaleza, Sabú demostró mayor madurez en lo dramático, y su físico entraba en la etapa atlética, que fue necesaria para mantenerse en una industria, donde era imposible escapar de los arquetipos fijados por ella. Sus travesuras se extendieron por títulos emblemáticos de las matinés de antaño : "Las Mil y una noches" ( "Arabian Nights", 1942 ), "La salvaje blanca" ( "White Savage", 1943 ) y "La Reina de Cobra" ( "Cobra Woman" , 1944 ), para mayor lucimiento de María Montez, la Reina "B" de la inexpresividad etérea.
Encasillado en roles de amigo del protagonista o selecto ayudante venido de lejanas tierras, volvió a Gran Bretaña para intervenir en una de las películas más fascinantes de Michael Powell : "Narciso Negro" ( "Black Narcissus", 1947 ), acerca de un grupo de monjas intentando instruír a los pobladores del Himalaya. 
Sabú era un simpático príncipe, que solicitaba conocer los secretos de las matemáticas, la poesía y la historia, para ampliar su intelecto.

Ya en el declive de su carrera, hizo muchas producciones olvidables, aunque colaboró en películas italianas, alemanas y británicas con total apego a su arquetipo adrógeno, hindú, aborigen.
Pese a que intervino en algunos programas de televisión y trabajó en circos, su imagen se apagó para siempre. Una breve intervencion en una aventura con Robert Mitchum ( "Safari en Malasia" / "Rampage", 1961 ), y otra en una producción Disney ( "A Tiger walks", 1963 ), no ayudaron a cambiar su destino. 
Cuando Sabú murió de improviso, a los 39 años de edad en 1963, a causa de una crisis cardíaca, el cine ya se había olvidado de él.
Unicamente, con la llegada del vídeo y luego del DVD, fue posible, recuperar el encanto, la gracia y las simpatías que despertaron en las generaciones anteriores de niños y adultos. 
Sabú, entonces, siguió viviendo, como lo hacen las estrellas del cine de siempre, a través de sus inolvidables películas.



Afiche de la interesante producción, que interpretó Manuel Lozano en su infancia.
  

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