Quien ama la vida, ama el Cine.

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El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

lunes, 28 de octubre de 2019

CLASICOS DE LA "HAMMER" PARA ANIMAR HALLOWEEN :

El terror gótico hecho obra de arte.


"Frankenstein creó a la mujer" /"Frankenstein created woman" ( 1967 ) dirigida por Terence Fisher, con Peter Cushing y una sexy Susan Denberg, fue la respuesta en versión terrorífica a "Y dios creó a la mujer" y una innovadora fábula sobre el poder de dar vida a seres angelicales y morir por creer ser Dios. Acerca de estas películas de la productora británica, escribimos en la siguiente entrada del blog. 


El lord de las tinieblas que es símbolo del erotismo más elegante y libidinoso. 


Los créditos iniciales de apertura de la película con letras góticas rojas ( el color de la sangre y del líbido del vampiro ), es también la muestra más gráfica de la estética que tienen estas extraordinarias producciones británicas, efectuadas en los estudios británicos  de la HAMMER. 


"Drácula"/"El horror de drácula"/"Horror of Dracula" ( 1958 ) dirigida por Terence Fisher sobre los personajes literarios de la novela de Bram Stoker, es una readaptación al mítico conde de Transilvania, que tiene muchos factores a su favor. Primero : una modernización en la mirada escrutadora del siniestro personaje, es decir, ya no es un transhumante, sino más bien, un refinado caballero de estilo inglés, alto, elegante y buenmozo, apetecido por jóvenes cortesanas que son hipnotizadas para ser engullidas por su hemoglobina, desde el cuello en una aptitud muy sexual.  


Segundo : El simbolismo de sus colmillos - y he aquí el tono erótico más inteligente- es fálico, como lo es también, la muerte del vampiro y su corte de doncellas infectadas del mal, y que sólo pueden ser liberadas del dominio de Drácula, a través de la muerte con  estacas. La introducción de las estacas en el corazón de las víctimas, es el coitos erectus hecho simbolo implacable de una forma de sacarse el líbidinoso mal que ostentan los muertos vivos en su constante vagabundear por la oscuridad.


Tercero : Toda circunstancia transcurrida en el castillo del vampiro, está sujeta a una constante simbología religiosa que está más cercana a las sectas y al dogma masónico. En la primera aparición de Drácula, en el piso del castillo, hay varias simbologías relativas al zodíaco astral y a los pilares fundamentales que están sujetos a los ritos de la hermandad, y cuando el vampiro muere por acción del sol, se derrite sobre estos signos tan característicos.     


Cuarto : Así como el uso del ajo sirve para evitar su presencia, el símbolo de la cruz cristiana se utiliza para alejarlo de sus víctimas y el uso del fuego para destruirle, los estacazos resultan ser la herramienta perfecta para efectuar brutales traspasos de una identidad rayana en el servilismo más cruel ( muerto-vivo ), a estados anímicos de paz interior absoluta ( espirituales). Los muertos vivos se destruyen por obra y gracia de esta acción ejecutada con una frialdad extrema.  


Detener la acción perpetrada por Drácula con la cruz de metal, es constatar que, el vampiro en este caso, es un esbirro del diablo, y por ende, un maléfico ser que provoca la acumulación de líbido en las mujeres más jóvenes y el servilismo más extremo, en sus ayudantes más cercanos. Todo acto de curación debe pasar por acciones duras y confrontacionales. 


La simbología de detener el ingreso del mal en el mundo de los vivos, está asociado a las antiguas leyendas bávaras sobre viejos conquistadores que azotaron el mundo con una crueldad sangrienta inusual y de la que formo parte siendo guerrero y caudillo, el conde de Transilvania.  Este lado épico de enorme crueldad y destrucción, fue utilizado por el director ítalo norteamericano Francis Ford Coppola para su visión sobre el mito. 


Ojos rojos de lobo salvaje y dientes de tigre, para insinuar la provocación y el desparpajo del dominio del conde sobre sus esbirros. Drácula resulta en la productora británica Hammer, un personaje inolvidable gracias sobre todo a las actuaciones de Peter Cushing, un intelectual de la ciencia como el Dr. Van Helsing, y al altísimo actor inglés Christopher Lee, que en buena medida, coloca al servicio de la causa, su extraordinario físico con casi 1, 96 de altura y su expresivo rostro enjuto y huesudo, junto a sus ademanes más elegantes y glamorosos, para co-construir con Terence Fisher, un monstruo antológico en la historia del cine.


"Drácula, príncipe de las tinieblas"/"Drácula : Prince of darkness" ( 1966). Un aporte sustancial al cine de terror hizo Terence Fisher con su mirada a los monstruos del género, y que Gérard Lenne destaca con su cuidado por los detalles, sacó a los grandes mitos de su ambiente puramente metafórico para darles la textura de sueños reales : El genio de Fisher reside en este equilibrio tan logrado entre una poesía naive y un rigor objetivo, vale decir, ósmosis entre lo imaginario y lo real.    


La película tiene un comienzo absolutamente maestro, que encierra a cuatro visitantes del exterior en el castillo para someterles a una endiablada ritualidad que terminará por resucitar al vampiro. Fisher doblegó a Drácula y frente a los reclamos de Christopher Lee, le prohibió hablar para robustecer sus movimientos salvajes como lobo detrás de sus presas. Agregó un sirviente extraído de películas góticas que es tan repelente como su amo, y  acentúo el desenfreno de los ataques del monstruo dentro de un convento donde un sacerdote le hará la vida imposible. 

Como remarca la crítica especializada : La animalidad de Drácula y sus apetitos desatados son los que provocan espanto en la sociedad jerárquica y organizada de monjes célibes que lidera el padre Sandor ( Andrew Keir ). En la destrucción de Helen ( Barbara Shelley ), la mujer vampiro, los monjes participan de otro rito : la violación de una mujer con la estaca falo. El filme se destaca por estas extraordinarias escenas tenebrosas y demenciales que dan cuenta que el mito ha crecido y se ha robustecido al amparo de la productora inglesa. 


Escenas claves como cuando Drácula se descubre el pecho y lo rasga con la uña para que se derrame otro hilo de sangre, permiten sostener que el personaje lo que busca en realidad, es la felación vampírica de otra mujer. Se acentúa entonces, la fortaleza libidinosa del vampiro como símbolo de apetencia sexual. Estos impulsos del lord de las tinieblas responden a la transformación moderna del personaje, que recapitula su exégesis en razón de un espectador más amplio de criterio y lejano a los estándares de censura existentes en otros tiempos en Hollywood.  


Infaltable en la saga es el componente erótico y en este caso está colocado por la actriz Barbara Shelley. No es extraño que a lo largo de toda la saga del personaje, las víctimas del vampiro sean señoritas de alcurnia o cortesanas de una belleza externa evidente y con una sensualidad a flor de piel incuestionable. Esta facultad revierte el soplo expresionista del vampiro de la Universal para incorporarle un aliento naturalista barroco y gótico en la Hammer, cercano a las leyendas bávaras que le dieron su origen.  


"Las novias de Drácula" /"The Brides of Dracula" ( 1960 ). Entre las películas de 1958 y 1966 con Christopher Lee, Fisher filmó esta secuela de su original versión vampírica sin el conocido actor, y con suficiente vigor narrativo y preciosa estética, como para dejar tranquilo a medio mundo. El filme tiene un punto de arranque espectacular : el Barón Meinster, que es un joven de una rica familia de hacendados ( David Peel), cohabita en un castillo engrillado y aislado de todo el mundo. Su madre, la Baronesa Meinster ( Martita Hunt en brillante actuación), es una mujer muy conspicua y estricta que decide dar alojamiento por una noche a una chica de origen francés que va en tránsito a una exclusiva escuela de señoritas, sin considerar que, ella deliberadamente ha integrado a la mujer que dejará en libertad a su hijo maldito, porque éste es un vampiro. 


La relación amistosa de la Baronesa con la chica que viaja, es simplemente accidental y el principal motivo de la consecuencia del drama terrorífico que despertará a todo el pueblo. Fisher mueve sus piezas como si se tratara de un juego de ajedrez. Así como potencia las piezas centrales del conflicto, acentúa a los antagonistas con una adecuada locura que nunca está demás en una película de estas características. Por eso la sirvienta Greta ( Freda Jackson ) terminará tan frenética y fuera de sí, como los demás personajes aludidos.



La aparición de Van Helsing ( Peter Cushing ) en esta secuela, es absolutamente imprescindible, porque en forma directa, le da mayor información al espectador del comportamiento vampírico y acciona todos sus esfuerzos en virtud de destruir a la bestia y a sus hermosas esbirros. Notable todas las escenas de lucha donde deberá enfrentarse al ingenio del infectado Conde y sus compañeras de juerga. Un rol central femenino tiene la actriz y modelo francesa de origen ruso, Yvonne Monlaur, como la chica que engatusa al Barón Meinster.


El valor cromático que tienen los escenarios en esta secuela, es realmente asombroso e  importante. Así, para las secuencias nocturnas,hay profusión de colores terracota y azules pristínos; mientras que , para los interiores existe una amplia gama de brillantes colores primarios y básicos como el verde, el rojo, el naranja y el amarillo.  


Este vampiro a diferencia de Drácula, es menos varonil, ambiguo y algo superfluo. Por lo que Fisher decidió comprometer a Lee para las futuras secuelas. Peter Cushing tiene dos o tres escenas grandiosas que lo destacan con una solvencia y una flema muy british. El filme agradará  a los seguidores del género, porque abre expectativas novedosas a los viejos cuentos de terror, y entretiene a raudales. Conviene verla en la versión DVD Blu Ray que comparte con otro título señero de la Hammer : "La maldición del hombre lobo". 


El sacerdote que se condenó por Amor a una Reina.


"La Momia"/"The Mummy" ( 1959 ). Esta película de terror continúa la tradición impuesta por la casa británica HAMMER, con guión del estimable Jimmy Sangster y con la interpretación de Peter Cushing como John Banning un curioso investigador y Christopher Lee como el sumo sacerdote Kharis revivido como momia por la maldición que le recae al trastocar la tumba de su amada princesa Ananka ( Yvonne Fourneaux). Quizás no sea superior al gran clásico blanco y negro de la Universal de 1931, pero tiene a su favor todos los elementos atractivos que caracterizaron el reciclaje de los viejos monstruos. Un atractivo flash back para relatarnos con aires de drama romántico la historia de amor que incluye un sacrificio ritual de un sumo sacerdote por su princesa. Un detallado orden de situaciones que un egiptólogo aplaudiría de pie, y claro, la estética colorinche de la HAMMER tan atractiva como sugerente.    


Christopher Lee está magnífico envuelto por obra del destino en unos vendajes después que le es arrebatada la lengua, en castigo por profanar la tumba de la princesa. Su monstruo es espeluznante y guarda los mejores ataques con la ayuda de un esbirro hacia la segunda mitad del filme. 


Llenando el espacio vacío que dejaron los actores norteamericanos Boris Karloff y Bela Lugosi, los británicos Lee y Cushing se poseyeron dentro del panorama de los ídolos del terror gracias a papeles como los que desempeña en esta entretenida película. Esta pelea a lanza limpia es espectacular y se desarrolla bajo techo en la biblioteca del conspicuo investigador británico.   


El sumo sacerdote Kharis condenado por amor a la princesa Ananka, cree divisar en la figura de la joven Isobel Banning a su prometida por la eternidad y un día. Sin embargo, aunque revivirá por obra y gracia de un conjuro y un papiro en su boca, lograr cautivar a su pareja le costará más de un disgusto y una muerte ocasional.


Observen como el director Terence Fisher con su fotógrafo Jack Asher realza la altura del actor Christopher Lee dentro de un decorado colorinche lleno de cortinas y alfombras orientales. Es la HAMMER reinventando el género del terror.



La maldición del científico por imitar a Dios. 


"La maldición de Frankenstein" /"The curse of Frankenstein" (  1957 ). Un año antes de "Drácula" y comenzando la resurrección de los grandes clásicos de la Universal, la productora inglesa HAMMER arremetió con esta maravillosa relectura al clásico de  Mary Shelley gracias al modélico guión de Jimmy Sangster, que condicionó el conocido relato a una confesión sagrada. En efecto, tras las rejas está Victor Frankenstein ( Peter Cushing ) que bajo pena muerte en la guillotina, le cuenta a un sacerdote sus tremendas faltas buscando ser perdonado. 


En esa confesión conoceremos la historia del joven Victor Frankenstein ( Peter Cushing ) que en sus denodados esfuerzos por dar vida gracias a los estudios particulares que toma con su amigo y  mentor, el profesor Paul Krempe ( Robert Urquhart ), corromperá sus propios fines científicos para transformarse en un doctor embelesado por el conocimiento y obsesionado con sus monstruosos propósitos personales.


En la secuencia del experimento animal donde Frankenstein le da vida a un perrito, Terence Fisher acerca la cámara de Jack Asher, hasta un close up/ primer plano cerrado, para acentuar la crisis emocional que envuelve al científico en su triunfo por lograr vencer la muerte y dar vida como si fuera Dios. Es el primer gesto que hace presagiar la espiral que lo llevará a la locura, cuando perpetre homicidio para obtener el  cerebro más perfecto que necesita para su autómata revivido por golpes eléctricos.


Ni las manos de un escultor, desviarán los resultados desastrosos de la experiencia, donde el monstruo interpretado por Christopher Lee, terminará siendo una víctima más de sus desmedidos intentos por controlar la muerte y originar la vida. 


Terence Fisher era un maestro en el uso de los espacios cerrados. Aquí un ejemplo estéticamente perfecto. Frankenstein se prepara para revivir a la bestia, con la sutiliza de colgar el cuerpo inerte del monstruo hecho de varios otros cadáveres y como si fuera pieza de una carnicería. Es la sustancia que mejor definió a la HAMMER. Vean el detalle en la iluminación con ese toque expresionista tan característico de una época. 


La HAMMER reemplazo el enorme laboratorio del doctor por un espacio más restringido y unos artefactos muy realistas con los principios dinámicos iniciales de la electricidad. Nunca deja de impresionar la retina del espectador el uso de los colores, con el rojo marcando la pauta emocional de toda la saga fílmica de los monstruos.


Un momento de puro terror emocional. La chica que entra y no ve. El monstruo que aparece por unos segundos desde la ventana de la buhardilla. Nosotros vemos todo aquello y esperamos la sorpresa de último minuto. Gran adaptación del clásico de la Shelley, que cuenta con la música inconfundible de James Bernard. 


"Frankenstein creó a la mujer" / "Frankenstein created woman" ( 1967 ). Para cierta crítica es la mejor de las películas HAMMER que se han hecho sobre el doctor Frankenstein ( Peter Cushing ). La premisa argumental es muy novedosa. Intentando revivir cadáveres, Hans ( Robert Morris), el ayudante del barón, es acusado injustamente del asesinato del padre de su novia, y es condenado a muerte. Christina su pareja ( la exquisita Susan Denberg ), presa del dolor, se suicida. Entonces el barón Frankenstein ayudado por el doctor Hertz ( Thorley Walters), deciden resucitar a la chica transfiriéndole el alma de Hans. El macabro experimento es un éxito hasta que el barón se da cuenta que la chica esta endemoniada por los deseos de venganza de su novio.   


Utilizando los caracteres de la escritora Mary Shelley, el guionista Anthony Hinds elabora una de las más complejas y atractivas parábolas sobre la muerte, el alma y la resurrección, donde la ciencia no sólo es potencia alimenticia que devolverá la vida de una chica, sino conocimiento y religión. Hay en esta novedosa forma de interpretar las obsesiones del intelecto, una extraordinaria manera que tiene el director Terence Fisher por abrir los supuestos originales de la novela a otros canales más atendibles y modernistas.


Se trata, por cierto, de una obra maestra en su estilo, que ennoblece el conjunto de adaptaciones sobre los originales que ha hecho la HAMMER, para enriquecer y asegurar la veta de futuras secuelas. Esta mezcla de pasión, dolor, muerte, horror y tenebroso macabrismo, está entremezclado finamente con dosis atendibles de sensualidad, erotismo, suspenso, terror y acción. 


La preciosa Susan Denberg, - actriz y modelo de origen polaco y austríaco, que causó sensación en su época con algunas poses desnuda para revistas masculinas -, tuvo una carrera fulminante, sólo destacable en dos películas para el cine, ésta de terror y el thriller  "An American Dream", para profitar luego en series de televisión y retirarse tras la película de Frankenstein a una vida más apacible. Cuestiones de la popularidad.


La leyenda oscura de una familia que sufre de licantropía.


"La maldición del hombre lobo" /"The Curse of Werewolf" ( 1960 ). Durante el siglo 18 en España, una familia de ricos hacendados adoptan un niño fruto de una violación, que trae el germen de la licantropía, esa capacidad irrefrenable de transformarse en noches de luna llena en lobo. Fisher utiliza un punto de arranque muy extraordinario, contándonos el origen del nacimiento de este ser maldecido por su fortuna. Hijo de un pordiosero miserable que irrumpe en la fiesta de un siniestro marqués, y de una muda sirvienta que acabará siendo víctima de su propio destino. León ( Oliver Reed ), nunca podrá dominar sus impulsos salvajes, que como en Drácula, están gatillados desde lo sexual. 


Adoptado por el rico hacendado Alfredo ( Clifford Evans ), el joven León ( de niño interpretado por Justin Walters ), no podrá evitar escapar de su residencia para matar ovejas mientras sufre la metamorfosis de niño en bestia. Esta crisis se agudizará con el correr de los años, aunque en la adolescencia desaparecerá por completo. 


Regresar a retomar el pulso normal de una vida apacible parece ser el objetivo inicial de León adulto, pero al conocer a una amiga en su trabajo resurgirán en él los deseos por matar. Sin duda que el despertar de sus impulsos vuelve a ser de origen libidinoso, y de alguna manera Fisher asesta el golpe con un ingenio para provocar sin alterar el curso de los acontecimientos.  


El Marqués siniestro y malévolo ( Anthony Dawson ) utilizará la pobreza de una visita accidental en la mejor herramienta para divertir a sus amigos y comensales, a costa de gatillar sin saberlo, su propia muerte. Ay de los sufran, por burlarse de los desposeídos y vagabundos. 


León no podrá doblegar las basas de su propio destino, ni menos los deseos más escabrosos, sobre todo cuando le lleve a su cuarto una prostituta de alterné. Fisher acentúa las miradas en sucesivos primeros planos y acentúa el color del maquillaje de las chicas para involucrarlas en este juego de emociones contrapuestas.


La metamorfosis de León tienen la sutileza de no pervertir el entramado dramático y sólo vienen a afianzar las escenas claves, como cuando surjan los deseos por la carne  influenciado por la luna llena. De hecho, el ataque final con el hombre lobo saltando los techos, está condicionada por el propio despertar al salvajismo más primitivo de la especie humana.  


La metáfora está acentuada por la presencia de la bestia. Fisher efectúa una reposición del mito de la licantropía desde la leyenda para bajarlo a tierra con la experiencia emocional de un hombre que es un ansioso sexual y un fetichista que no puede detener sus impulsos adultos de matar para succionar la sangre que le revitaliza. Otra gran película de terror de la HAMMER que moderniza las claves de este género. 



Prisionero de su propio destino.

"Las dos caras del Dr.Jekyll" /"The two faces of Dr.Jekyll" ( 1960 ). Una película semi olvidada que hay que hacerle justicia. Es una revisión lejana al clásico del "Dr.Jekyll & Mr.Hyde", pero con el guion de Wolf Mankowitz que resulta a la postre más dramático que terrorífico. Es la historia de un científico ( Paul Massie ), que desafió las leyes de la naturaleza, y que cambia su voz y apariencia al beber una pócima que lo convierte en un ser endemoniado, donde es palpable su explosión libidinosa. El componente erótico es aquí el motor que mueve el conflicto de un hombre encerrado en sí mismo, que terminará presa de sus propios deseos y ansiedades. Pese a los esfuerzos de su atractiva prima ( Dawn Adams ) por devolverlo a la realidad apacible, el hombre se engatusa con un amigo jugador empedernido, bebedor y mujeriego ( Christopher Lee, que por escasa vez no es el monstruo ), que lo llevará por una encrucijada sin límites. 

La película arrebata por el tratamiento que efectúa del color, y somete el material narrativo a una estilizada puesta en escena casi preciosista. Sin embargo, se disfruta de principio a fin, porque está la mano de Fisher siempre dispuesto a narrar sin prejuicios, los devaneos de este hombre que se precipita al suelo por la pasión incontrolable de sus impulsos sexuales.  

En la lógica de su trama, estamos frente a una drama de época, muy bien condimentado por escenas imprevistas que someten el material a la visceralidad absoluta, como cuando presenciamos un acto de sodomía sugerido a través de un acto de circo en que una ballerina arremete contra una serpiente con su propia boca. Christopher Lee como jugador y vividor sin vuelta, está insuperable y obliga a sus compañeros de actuación, a expresar lo que es vivir la Vida constantemente en juerga, sin compromisos que te aten, sin reglas, sin valores y sin principios.  

La película es también una clase modélica de fotografía, texturas, colores, decorados, vestuario, arquitectura, todo condicionado a los solventes resultados de Fisher, que mantiene un control significativo en las metáforas concluyentes del relato. Desafiar a la Naturaleza, es asumir la debilidad que el hombre tiene desde sus propios deseos y obsesiones.  

Una de las secuencias más atrevidas para su época, es la danza del vientre que tiene una sensual chica con un reptil. Cada espectador tomará sus propias conclusiones, pero es antológica considerando la forma como Fisher incluye esta escena musical en medio del conflicto. En todo caso, es una película muy recomendable.


En la ópera, un músico que desfallece por Amor.


"El Fantasma de la Opera" /"The phantom of Opera" ( 1962 ). He aquí la película perfecta para entender la capacidad narrativa que tenía Fisher cuando llevaba estas adaptaciones al cine. En apenas 82 minutos, es capaz de resumir las claves de la novela clásica de terror de Gastón Leroux, gracias al guion de Anthony Hinds, y transformarlo en una cruenta y melancólica historia de amor. Además, el actor Herbert Lom ( el mismo que encarnara a Charles Dreyfuss, el jefe del Inspector Clouseau de la saga de "La pantera Rosa" ), está en su salsa. 


No hay que se mago para entender donde están las virtudes de un cineasta que sabía marcar las diferencias entre la literatura y el cine. Fisher siempre atento observador de lo anómalo, despliega un ingenio especial, al dimensionar la tragedia de un músico, en este caso el profesor Petrie de la Opera House de Londres, incomprendido por sus pares, y azotado por una fuerza telúrica que nace desde la marginalidad. Ahora que se han vuelto a poner de moda en el cine los personajes marginales como "El Joker", es conveniente asomarse a esta pequeña gran joya del cine de terror de todos los tiempos. 


Con su mano en el corazón, haciendo gala de una desgarradora emocionalidad canalizada en una sinfonía de muerte y destrucción, Herbert Lom está impagable. A su lado, Heather Sears, Edward de Souza, Thorley Walters y Michael Gough, impregnan  de gran realismo, una historia macabra para compartir en noches de cielos oscuros y tenebrosos. 


Acerca del director.


Terence Fisher ( 1904- 1980 ). ¿ Que más se puede decir de un director de cine inglés, apetecido en los clubes de fanáticos que le siguen el pulso al terror y al fantástico ? Quizás la recurrencia de estar frente a la obra de un maestro, que ha sido reivindicado con las proyecciones de sus películas en festivales tan importantes como Sitges y Avoriaz. Un talento en expansión, si se consideran : la época en que trabajó ( aún con un velo fuerte de la censura ), el lugar desde el que trabajó ( Gran Bretaña que por esos años era susceptible a producir comedias y dramas barrocos de aliento literatoso, algo arcaico y pasado de época ), y el equipo desde el que creó sus mayores obras ( talentos mayores de la HAMMER como los guionistas : Anthony Hinds /"John Elder" y  Jimmy Sangster; los fotógrafos Jack Asher y Arthur Grant, los montajistas Bill Lenny, James Needs, Spencer Reeve y Alfred Cox, los productores Michael Carreras, Anthony Hinds y Anthony Nelson Keys  y los músicos James Bernard, Benjamín Frankel, Edwin Astley, Franz Reinzenstein y Malcolm Williamson ).       


El director en pleno rodaje en el set.



La experta universitaria Bárbara Aburto, Magister en Literatura Hispánica y Chilena de la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso, opina sobre la obra de Fisher : "La obra cinematográfica de Fisher, continúa siendo una excepción. Heredero de una cultura considerada como superior y que cargaba con la culpabilidad de la clase acomodada de sentirse culpable por las futuras desigualdades sociales, fueron los elementos que tornaron su cine tan controvertido, esquivo y faccioso. Y ello a partir de la creación de un lenguaje fílmico único, signado por la multiplicidad de significados, alegorías, símbolos, y por la innovadora propuesta de un horror intelectual, surgido de contradicciones religiosas y falta de fe, tanto en el presente como en el futuro". Como nos enseñó el especialista y coleccionista de películas Jaime Córdova en la visita que sostuvo a la Universidad de Talca el año pasado, gracias al programa de la Escuela de Espectadores Críticos, "Fisher fue un maestro del cine, por la enorme capacidad que tenía de renovar relatos barrocos al consiente contemporáneo y hacerlo accesible a sus propias obsesiones temáticas".


Fotos-Gentileza : Hammer Films- FilmFax- Miradas de Cine- Cine de Terror- Magnolia- Nerdist- WordPress- The Guardian- Archivo. 


Aviso publicitario original de "La Momia".


Lobby card original autobiografiado por Christopher Lee.



Nuevo diseño para poster de "Frankenstein creó a la mujer".