SUPERMAN- UNA REFLEXION CRITICA SOBRE EL CINE INDUSTRIAL NORTEAMERICANO/ ¿ARTE O INDUSTRIA? / VENECIA 2025.

La fotocopia del infantilismo conformista.

Ya es un fenómeno evidente que parte de la industria del cine norteamericano juega siempre a fácil ganador, fotocopiándose a sí mismo, insistiendo en las cláusulas más absurdas del marketing conformista y efectivo, y subrayando que el espectador habitual de las salas de cine se conforma con poco, y más de lo mismo. La nueva versión de "Superman" de James Gunn, revela una crisis creativa dilapidada por el egocentrismo más narcisista de jóvenes ejecutivos a cargo de las grandes "majors", que desean vender un producto que se supone atractivo e innovador, como si fueran salchichas de comida rápida.  

Superhéroes salvando la industria del cine. 

El nuevo "Superman" parece salido de un videojuego, condenando el potencial creativo del personaje original del comic, a una justificación inaudita para integrar acción trepidante, abundantes y excesivos efectos visuales especiales y personajes maniqueos, unidimensionales, sin dobleces, sin espíritus, sin carnes, y sin un fondo concreto. 

Hace mucho tiempo que el cine industrial norteamericano, dejo de trascender en los espectadores mundiales, instalando temas nuevos, arriesgando la camiseta para mostrar que el cine es arte y, sobre todo, la expresión más vivida de la realidad que nos circunda. 

Desde la crisis de los escritores y guionistas que se fueron de las grandes majors para crear su propio canal NETFLIX y subyugar con series, miniseries y películas para la televisión hechas con creatividad, legitimo talento y refrescante mesura, que el cine industrial norteamericano ha dado tumbos manifiestos de anemia creativa, conformismo comercial y arrogancia publicitaria, que no se condice con los resultados artísticos y críticos de otras décadas.

Solo pensemos en los años 70 y 80 del siglo XX, cuando directores de la talla de: Steven Spielberg, George Lucas, Brian De Palma, John Carpenter, William Friedklin, John Badham, Joe Dante, Philip Kaufman, Wes Craven, John Milius, Paul Mazursky, Barry Levinson, Randal Kleiser, Don Siegel, Clint Eastwood, tapizaban las carteleras con películas "comerciales" accesibles a toda clase de públicos ( no puramente infantil o adolescente), que buscaban la entretención, pero también la trascendencia de sus temas, la dinámica del juego sorpresivo, la conciencia de estar entregando contenido y mostrando que, no desvalorizaban el intelecto de los espectadores.

Meryl Streep en "África Mia" de Sidney Pollack, cuando el cine se la jugaba limpiamente por historias interesantes y atractivas, que también sabían ser emocionantes y entretenidas.

"Regreso sin gloria" de Hal Ashby, cuando el cine industrial norteamericano daba cátedra sobre los temas que importaban, como las secuelas que dejó la Guerra de Vietnam.

Peter Finch en "Network: Poder que Mata" de Sidney Lumet, el cine norteamericano era capaz de atreverse a recrear situaciones históricas con un sentido crítico, inconformista y muy reflexivo.

"Un mundo perfecto" de Clint Eastwood: en la dinámica de lo comercial y taquillero, las películas también pueden ser entrañables fuentes de aprendizaje moral, ético y humanista. 

"Los Elegidos" de Philip Kaufman, no siempre las grandes producciones baten récords de taquilla, pero son capaces de subliminar la historia de un momento determinado y hacerlo con olfato comercial, inteligencia narrativa y dominio del lenguaje audiovisual en todas sus fases.

"El Mejor" de Barry Levinson, hasta los sentimientos más atesorables pueden extraer de películas irregulares, interesantes historias míticas que conquistan el corazón del público. 

"Greystoke: la leyenda de Tarzán" de Hugh Hudson, el respeto por los grandes clásicos permite efectuar adaptaciones dignas sin ser apabullantes, y que renuevan los supuestos narrativos y estéticos del mismo cine.

"Alien" de Ridley Scott, de pequeñas películas B reversionar para extender y enriquecer la inteligencia con presupuesto de producción más elevados, lleva consigo el riesgo, aunque siempre confiando en que en la originalidad está la clave del éxito. 

"Barry Lyndon" de Stanley Kubrick, finalmente en la cultura valiosa y erudita de muchos cineastas que conocieron como pocos la historia del Arte, reverdecen cada cierto tiempo, esos clásicos entrañables que nos han legado para las generaciones de cinéfilos más jóvenes. Eran cineastas que buscaban la belleza en la propia exegesis del cine y nunca traicionaron sus propios logros por amor a la taquilla.  

Del otro lado, estaba el cine de autor que se creó con toda una generación de cineastas salidos de las huestes de la televisión en los años cincuenta y también de las filas universitarias en los años sesenta, nutridas de la propia cinefilia, como algunos de los ya citados y otros de la altura de: Martin Scorsese, Francis Ford Coppola, Michael Cimino, Stanley Kubrick, Peter Bogdanovich, Paul Schrader, Woody Allen, Alan J, Pakula, Arthur Penn, Peter Yates, Bob Fosse, Franklin J.Schaffner, Robert Benton, Mike Nichols, Sam Peckinpah, John Schlesinger, George Roy Hill, Michael Ritchie, Hal Ashby, Stuart Rosenberg, Sidney Pollack, Sídney Lumet, Karel Reisz, John Frankenheimer, Hugh Hudson, Ron Howard, Chris Columbus, Robert Zemeckis, Ridley Scott, Michael Mann, etc, que vinieron a renovar las bases narrativas, estilísticas y estéticas del cine. 

A su modo, cada uno de ellos, aportó al séptimo arte especialmente americano, una mirada refrescante, nueva, personal, rica intelectualmente, o al menos, interesante y variada en las temáticas, en el fondo y en la forma de encarar el trabajo cinematográfico. 

Como todos los directores con sus altos y bajos, nunca renunciaron a hacer del cine una toma de razón, para engrandecerlo desde sus propias miradas, y convertirlo a priori, en el arte que fue y en el arte que es, subrepticiamente más encendido, atrevido y atractivo en las filas más independientes del propio negocio.  

   

Christopher Reeve en la versión de "Superman" de 1978, parece imbatible como el icono soñado del personaje original.

La aparición de "Superman" en el año 1978, interpretado por Christopher Reeve, se transformó en un acontecimiento internacional, que convoco grandes audiencias llenando ampliamente todas las expectativas de los espectadores. 

El director Richard Donner efectuó una recreación del universo del comic fiel y respetuosa a la efectuada por Jerry Siegel y Joe Shuster, llena de aciertos fotográficos, interpretativos y estilísticos, que barrio en la taquilla y vino a corresponder la insistencia de rodar una segunda aventura más elaborada y sinuosa que la original. 

La película mantiene su exquisita creatividad en la concepción de perpetuar el mito del comic, con suficiente atractivo y potencial, gracias a la solvente capacidad de Donner para entender que el cine es, ante todo, un lenguaje universal diferente, capaz de hacer convertir lo imposible en realidad, pero siempre dentro de unos márgenes propios de la fantasía para adolescentes. Además, logro la conjunción del intelecto y la técnica visual, sin claudicar ni por uno, ni por otro aspecto, para equiparar una historia lo suficientemente increíble como para atraer a toda la familia a las salas de cine. 

Después hubo secuelas más equiparables a comedias que se reían del mito, sin faltarle el respeto, pero también el intento fallido de elevar a "Supergirl" a la altura de su primo, y nuevas versiones que, o solapaban repetir el mito heroico, o pasar colado al héroe para ventear el avance de los F/ X s cada vez más sofisticados y espesos. Todos intentos que fallaron en la taquilla y volvieron a palidecer en los esfuerzos artísticos, por darle un vigor al personaje, considerado el pionero de los superhéroes del cómic.         

Enfrentado las divergencias de la taquilla. Alla super éxito, acá, tibio, tibio, tibio. 

Una versión que peca de repetida, torpe y poco atrevida en sus planteamientos narrativos. 

Feo los monstruos, fome los diseños y con el formato videojuego, que deja poco tiempo para reflexionar y respirar.

En USA, "Superman" gusto bastante este verano, y fuera del país, ni la mama del protagonista acudió a las salas para ver a su hijo salvando al mundo. Perdonando la expresión.

Las críticas del nuevo-nuevo-nuevo Superman han estado divididas. Unos adhieren al noble esfuerzo del director Peter Gunn por darle un giro al personaje e ilustrar una historia atractiva pero desabrida con olor a repetida. 

Un colega argentino escribió recién del estreno: "Una decepción la nueva película de Superman: es estéticamente horrible (parece un videojuego), ideológicamente cobarde, narrativamente torpe, banal, cínica, interminable, e infantil en el peor sentido posible. No me gusto".    

Además, para su director, a Superman le está yendo pésimo en la taquilla fuera de Estados Unidos, porque "no es tan conocida como Batman" y por el marcado sentimiento "Anti-USA", producto de cuestiones políticas beligerantes. 

Ciertamente, todo eso influye, pero hay algo más que no se cuenta. El cansancio del espectador medio europeo o latinoamericano, condicionado a un cine más inteligente, autoral y arriesgado, que revela la crisis creativa profunda en que está sumida hace un tiempo, el cine comercial norteamericano. 

Un "Superman" hecho a la medida de una mentalidad que desaprovecha el potencial del personaje. Tiene altura y talla David Corenswet, aunque pena Reeve, de todas maneras.  

"Superman" vuela sobre la Nada. En "La historia sin fin" la nada es la conciencia en cero. Para fans de los videogames que gustan de estas cosas, una versión recomendable. Para los demás, mejor repítanse a Christopher Reeve salvando el gatito de una niñita en su primera genial aventura.   

El fenómeno de la fotocopia existe y se da como una excusa desesperada porque se necesita urgentemente un producto para vender. 

La fórmula de repetir lo conocido, asume sus riesgos, pero está en el concepto más utilizado de la contracultura "light". 

Desde que MARVEL y DC Comics asumieron una nueva vertiente para sacar sus productos literarios y adaptarlos a la pantalla grande, nunca se pensó que el negocio iba ser tan próspero y lucrativo. 

Si, por un lado, la idea era llevar a todos los superhéroes del comic al cine, sin ponerse colorados, los ejecutivos lo transformaron en una norma para tapar la anemia progresiva de creatividad que hay dentro de la industria fílmica. 

No es extraño suponer que las continuaciones, precuelas, secuelas y demás, son objeto de la misma enfermedad y la respuesta más dable para evitar que el negocio se derrumbe. Sin embargo, todavía está la esperanza del ingreso de las nuevas generaciones de cineastas norteamericanos, que podrían asimilar la búsqueda de nuevos caminos más personales, para fortalecer las bases de una empresa que, en otras décadas, fue innovadora, trascendente y original. 

Entonces, habrá que esperar cómo se comporta el panorama futuro de la industria norteamericana, y mientras tanto, asumir que este nuevo- nuevo- nuevo Superman, no es, ni más nuevo, ni mejor, ni auténticamente superior a lo ya visto. Si no se anima para ir a verla, no está cometiendo ningún pecado. Total, todavía hay superhéroes esperando en la fila de la producción futura. Nosotros, entre paréntesis, seguiremos alabando la versión de Richard Donner con Christopher Reeve, una auténtica joya al lado de estas adaptaciones demasiado infantiles y pueriles. Así sin más, vuela alto Superman de los otros tiempos y que la tierra te sea próspera. Forever. 

El Festival de Venecia "ad-portas".

Y se nos viene la 82 versión del Festival Internacional de Cine de Venecia. Momento adecuado para efectuar un breve repaso por los estrenos que esperan en la muestra de este año. Para tomar muy en consideración.

"The wizard of the Kremlin" de Oliver Assayas. Es una película contingente acerca de un joven cineasta ruso, que se transforma en asesor poco probable de Vladimir Putin, cuando este llega al poder con todo lo espesa que es la carga de la nueva era. Actúan: Tom Sturridge, Jude Law, Alicia Vikander.       

"Frankenstein" de Guillermo del Toro. La versión autoral al clásico de Mary Shelley con el científico que desafió a Dios al crear un monstruoso ser hecho de cadáveres, cuenta ahora con la interpretación de: Mia Goth, Ralph Ineson, Christoph Waltz, Oscar Isaac, Charles Dance, David Bradley y Lars Mikkelsen.  

"Jay Kelly" de Noah Baumbach. Un elenco de primeras figuras que encabezan; George Clooney, Adam Sandler, Laura Dern, Patrick Wilson, Eve Hewson, Emily Mortimer, Billy Crudup, y Greta Gerwig, para contar la historia de dos amigos de mediana edad que redescubren su espíritu juvenil durante una caótica reunión de fin de semana, enfrentando contratiempos divertidos y momentos conmovedores que los obligan a finalmente crecer. Si, es una comedia de aprendizaje.   

"Father, Mother, Sister, Brother" de Jim Jarmusch. Un drama independiente en toda su medida acerca de dos hermanos que se vuelven a reunir después de estar años separados, para enfrentarse a limar asperezas y reevaluar sus tensas relaciones parentales. El elenco es de por si formidable porque está integrado por: Cate Blanchett, Adam Driver, Indya Moore, Charlotte Rampling, Tom Waits y Sarah Greene.   

"Bugonia" de Yorgos Lathimos. La nueva premisa del director de "Langosta", "Canino" y "El sacrificio de un ciervo sagrado", cuenta ahora con la interpretación de: Emma Stone, Jesse Plemons, Alicia Silverstone, Stavros Halkias, Vanessa Eng. El relato es acerca de un joven que detiene e interroga a un hombre de negocios al que cree un invasor alienígena. Cuatro personajes que incluye a un detective privado y la novia del captor, se enfrentarán en una dura y compleja guerra psicológica.   

"House of the dinamyte" de Kathryn Bigelow. El regreso de la realizadora de "Punto de quiebra", "Detroit" y "En tierra hostil", con el hipotético supuesto de un ataque con misiles contra Estados Unidos y una unidad de la Casa Blanca haciendo lo imposible por defenderse. 

"The Smashing Machine" de Bennie Safdie. Dwayne Johnson interpretando la meteórica carrera de Mark Kerr, con la mirada brutal de su ascenso y posterior caída producto de su adicción al opio. 

"The Other Choice" de Park Chan-wook. Un drama asertivo y reflexivo acerca de un hombre que después de estar desempleado durante varios años, elabora un plan único para tener un nuevo trabajo: eliminar a su competencia. El realizador, productor y escritor coreano de "Old Boy" y "La doncella", regresa con este interesante relato - según cuentan- muy en su estilo cinematográfico.  

"Dead Man"s Wire" de Gus van Sant. La historia verídica de un asalto ocurrido en la Meridian Mortgage Company donde Tony Kiritsis tomo de rehén al presidente de esta empresa, Richard Hall, con una escopeta recortada. Un drama realista en la línea de interés que ha tenido van Sant desde que hiciera "Elefante".

"L"etranger" de François Ozon. El realizador francés de "En la casa" y "8 Mujeres" regresa con esta adaptación en blanco y negro con una historia que nos traslada a Argel en 1938. Allí un joven treintañero y empleado de baja categoría entierra a su madre sin demostrar la más mínima emoción. Al iniciar una aventura con una compañera de oficina vuelve a la normalidad, pero su vecino altera su rutina diaria, al involucrarlo en asuntos turbios. Con Benjamín Voisin y Rebecca Marder.  

"La Grazia" de Paolo Sorrentino. El realizador italiano de "La gran belleza" y "La Juventud" retorna con esta historia de amor, ambientada en Italia y protagonizada por su actor fetiche Tony Servillo y la hermosa Anna Ferzetti. 

"After the Hunt"/"Caza de brujas" de Luca Guadagnino. Julia Roberts encabeza este intenso drama, acerca de una profesora universitaria que está en una encrucijada personal cuando uno de sus alumnos acusa a uno de sus colegas, lo que vulnerara su propio oscuro pasado.  

"Estrany Riu"/"Extraño Rio" de Jaume Claret Muxart. Del solvente cine español es esta maravilla que habla del despertar sexual y emocional, los vínculos familiares y los ríos, que fluyen correntosos y a prisa, transformando todo a su paso. Promete conquistar Venecia.

Fotos-Gentileza: La Biennale di Venezia 2025- Warner Bros Pictures- Variety- Cine Europa- Entertaiment Weekly- Archivo. - 

Hermoso y singular poster de "No Other Choice" la nueva película del realizador coreano Park Chan-Wook que compite en la Bienal de Venecia este año.

Afiche oficial del 82 Festival Internacional de Cine de Venecia.