Quien ama la vida, ama el Cine.

Quien ama la vida, ama el Cine.
El cine es como la vida,pero vista a traves de la subjetividad de un lente.

sábado, 14 de septiembre de 2019

IT, CAPITULO DOS Y EL HORROR POSTMODERNO :

¿ Cuáles son los referentes del terror de los años 70 y 80 ?


Se estrenó en las salas de cine "It, capítulo dos", la continuación de una de las películas terroríficas más logradas de los últimos tiempos y que se inspira en los clásicos de terror de los años 70 y 80. Descubrimos que características tienen estas películas, que las hacen tan atractivas para el público de esta época. 

El regreso del payaso asesino.


"It, capítulo 2 " de Andy Muschietti. Se trata de la novela más compleja del universo literario del famoso escritor norteamericano Stephen King. Como el libro cubre un amplio espacio de tiempo a través de 1.500 páginas, la productora Warner decidió hacerla en dos capítulos. Con la dirección de Andy - y entre los productores está su hermana Barbara Muschietti-, se completa el relato de horror cuya primera parte fue estrenada en el 2017 con gran aceptación popular. En esta versión y la de 1990 hecha para la televisión, se concentraba la trama en dos tiempos separados por 27 años, y con los personajes que crecen y se desarrollan en este proceso. La primera parte como recordarán, se centraba en sus siete jóvenes protagonistas, cuando ya dejaban la infancia por una adolescencia complicada y amenazada por las irrupciones de un espectro que bajo la apariencia de un payaso asesino, domina a los habitantes del pueblo de Berry.   


El Club de los perdedores como ellos se bautizaron cuando más jóvenes, son los únicos capaces de doblegar las fuerzas malignas del ente devorador de almas. Y en este proceso, que es amistad y lealtad a brazo partido, los protagonistas regresan 27 años después para proteger al pueblo de esta fuerza siniestra. La fórmula de King es perfecta, porque entremezcla terror con humor, aventuras inesperadas con algunos deslices amorosos, y unas gotas de gore lo suficientemente elocuentes como para mantener al público al borde de las butacas. 


El director Andy / Andrés Muschietti extiende las ideas de su película anterior, ahora con un brillante elenco adulto integrado por Jessica Chastain y James MacAvoy, donde "todos los elementos que aparecen en la primera parte, están intensificados en la segunda como las emociones, el humor el terror...", para beneplácito de los admiradores. Sin embargo, la historia inicial deriva a un juego de elementos capaces de alivianar los supuestos reflexivos más categóricos de la novela, bordeando lo superficial que tiene el texto, por una sucesión de sustos y vertiginosas secuencias casi surrealistas dentro de una feria de entretenimiento. 


La película parece sobrevivir a estas ligerezas compositivas con unos toques suficientes de amenidad y aventuras, que nos sumerge por casi tres horas, en una pesadilla de vertiginosa sucesión de acontecimientos espantosos. Habrá que aguantar la extendida duración con algunos manejos sustanciales de recursos conocidos en el género, que no logran superar a la versión original en sus resultados narrativos. Así y todo, es una cinta atendible, que merece su visionado si no se está en frecuencia con los orígenes literarios de King, que parece disminuido ante la parafernalia de excelentes efectos visuales y golpes duros de mentón más propios de una cinta palomitera para pasar el rato. Amena y por momentos muy divertida.


Jessica Chastain salva la aventura de terror, porque su personaje dimensiona todos las ansiedades y temores de una sociedad inerte frente a las fuerzas de un ente devorador. Ella es el sostén dramático del relato, y una de las piezas clave para resolver el conflicto. 


Los prodigios Jaeden Martell, Sophia Lillis, Jack Dylan Glazer y Jeremy Ray Taylor, regresan dos años más tarde para repetir sus papeles, ahora seguros de haber participado en la película más taquillera de la historia del cine de terror. Ellos también están estupendos.  

Andy/ Andrés Muschietti. Director y productor argentino, que comenzó en el cine, con un corto "Nostalgia en la mesa ocho" en 1999. Su primer largometraje de terror lo reveló internacionalmente como un esteta original y una narrador oficioso. ¿ Recuerdan Mamá ( 2013 ) con Jessica Chastain ? Después se concentró en las dos parres de "It" que le han dado gran prestigio. Ahora se rumorea que será el realizador que lleve a la gran pantalla el comic de "The Flash".   


Títulos Emblemáticos de Miedo.


"Tiburón" ( 1975 ) de Steven Spielberg. Si "El Exorcista" y "La Profecía" inauguraron a su modo el terror doméstico, ésta colosal cinta de terror playero, vino a contribuir a mirar la naturaleza en el mar con cierta distancia y temor. Del best seller de Peter Benchley, el joven realizador Steven Spielberg homenajea a Hitchcock, y parece sublime su constatación de los recursos expresivos del cine atendibles a una historia modélica. La irrupción del escualo carnívoro reforzada por la extraordinaria banda musical de John Williams, está en todas las antologías del cine. A nivel de actuaciones, cada personaje es un universo aparte e ilustra convenientemente los temores sociales golpeados por una escalada de hechos sangrientos atribuibles al tiburón. No sólo Richard Dreyfuss, Robert Shaw y particularmente, Roy Schneider están magníficos en sus papeles de cazadores de alta mar, sino que, la descripción de la comunidad de Amytville es maravillosa, por como se ajusta a describir actitudes, comportamientos y ansiedades de una población costera que pasa de la quietud al infierno con el ataque de un tiburón gigante.  


Escenas como el primer ataque masivo quedan en las antologías del cine de terror. Es verídico que produjeron tal impacto entre la audiencia que, bajaron ostensiblemente las reservaciones de hotel en las zonas costeras aludidas en Estados Unidos por largo tiempo. La cinta inicial originó al menos cuatro secuelas y varias derivaciones donde se sobreexplotó el miedo que provocan los tiburones. Hubo inclusive, algunas fotocopias italianas que le sacaron provecho al gore más visceral y horroroso. 


Spielberg acomodando su cámara para fotografiar las fauces del tiburón mecánico que se utilizó en la película. Existe una réplica exacta en el paseo por los estudios Universal en California. 


"Suspiria" ( 1977 ) de Darío Argento. Todos los conceptos estético-narrativos del cine italiano de terror más celebrado en Avoriaz y Sitges, están aquí concentrados dentro de una Academia germánica de danza, y encarnados con desesperación, por la magnífica actriz Jessica Harper. Pero está también el dominio absoluto del montaje, la insinuación sexual imbricada en la inocencia de la cultura de la danza, y los apegos más bebestibles del cine gore. Se trata, por cierto, de una película de culto, modélica en su estilo, colorística, claustrofóbica, elegante, de encuadres matemáticamente elaborados y con una atenta observación al alma femenina rota por traumas y situaciones espeluznantes. 

El simbolismo del color en Argento, adquiere una connotación de sublime paso hacia la muerte, con una significativa exaltación de la locura entendida como una arma ideológica de ruptura a las tradiciones clásicas del género.


Está en el director presente la idea del encierro, como castigo a la brutalidad del comportamiento anómalo también relativo al sexo, a la ambigüedad, y al subjetivismo de vivir en constante amenaza. Notable el sentido que da al ritmo en la serie de asesinatos escabrosos, donde Argento perfila los siniestros y oscuros recovecos de nuestra propia conciencia.


"Halloween" ( 1978 ) de John Carpenter. No es la manera externa de filmar lo que ha hecho grande este realizador americano de serie B. Es su exactitud interna para medir los tiempos, los silencios, los espacios argumentales, las acciones sorprendentes, y la correcta descripción de personajes muy en la senda de Howard Hawks y Alfred Hitchcock. Perfeccionista en la forma y en el fondo, Carpenter se reveló popularmente con esta obra menor, muy B, que recaudó una friolera cifra de millones de dólares en sus pases de exhibición por todo el mundo. Jamie Lee Curtis está ejemplar emulando a su madre en "Sicosis" y Michael Myers, el cara de cuero, se convirtió en un monstruo pop  nacido dentro de la sociedad, y que inauguró toda una nueva vertiente para el cine de horror de aquellos años donde se unieron las sagas de "Martes 13" y "Pesadilla".


"Amanecer de los muertos vivientes" ( 1978 ) de George A. Romero. Lo más llamativo que tiene esta gran película de terror sangriento, con un relato inteligente como pocos y un desarrollo atrevido, grotesco, golpeador, y de estilo muy contemporáneo, es su magnífica metáfora contra el consumismo y la banalidad de los tiempos que se pierden en los paseos al supermarket. Los zombies en realidad somos nosotros, explicó una vez su director. Sumergidos en la vida doméstica del confort, la comodidad, el emprendimiento laboral entendido como un factor exclusivamente económico y materialista, las bondades manifiestas del american dream, aunque con la mirada corrosiva de la guerra fría, están en esta elocuente película de muertos vivos, que vagan sin rumbo fijo, dentro de un centro comercial donde todo es light.   


George A.Romero arremete contra el sistema establecido y lo hace desde los conceptos teológicos que hablan de la resurrección de los muertos. Esta auto destructiva manera de mirar a la humanidad como zombies que se devoran unos con otros, viene a subrayar la autocrítica que el director integra en una trama que le saca partido al suspenso, a la acción desmedida y a las situaciones escabrosas y sangrientas. Detrás de la mirada subversiva, se esconde la crítica nada agradable que el mundo va directo a una destrucción masiva producto del consumismo exacerbado. Romero insiste que el hombre es el destructor de su propio destino. Y lo hace con un estilo sugerente y original, que hizo escuela dentro del cine de terror moderno.


"La Niebla" ( 1980 ) de John Carpenter. Esta es una de las películas más complejas de rodar por su director, porque fue difícil lograr un equilibrio y un ritmo adecuados. Y lo consiguió de manera ejemplar. A través de la historia de un pueblo costero amenazado por una espesa niebla, donde se ocultan seres de ultratumba decididos a ajustar cuentas con sus descendientes, Carpenter enuncia una metáfora ingeniosa sobre la culpa y el castigo. "Es un poco lovecraftiana. Una historia de fantasmas que adoro", dijo una vez. Como en todo el cine de Carpenter, aquí transforma un lugar apacible y cotidiano, en un sitio donde ocurren hechos increíbles y espeluznantes.


Como es recurrente en su filmografía, el ataque de los miedos está concentrado en un puñado de personajes muy bien descritos  e interpretados por figuras conocidas como : Jamie Lee Curtis y su madre Janet Leigh, Andrienne Barbeau -su actriz fetiche de aquellos tiempos-, John Houseman, Tom Atkins, Hal Hoolbrook, entre otros.   



"Martes 13" de Sean Cunningham. Al Campamento de Crystal Lake llega un grupo de jóvenes estadounidenses buscando diversión. El lugar esta precedido por una leyenda oscura relativa a un monstruo llamado Jason Voorhees que asesinó a varios teenagers de manera sadomasoquista utilizando hachas, lanzas, cuchillos y demás. Betsy Palmer, Adrienne King, Kevin Bacon y Harry Crosby entre otros, encabezan el reparto del inicio de una saga irregular, llena de clichés, soporífera, grandguiñolesca, que usa y abusa de los elementos dramáticos más comunes, para transformar un relato que tiene mucho de "Halloween",  en un pandemium sólo apto para adolescentes que buscan lo impresionable para estremecerse. Es la más débil de las secuelas que se rodaron sobre monstruos modernos y, paradójicamente, una de las más taquilleras. 


"Scanners" ( 1981 ) de David Cronenberg. Con "La Furia" de Brian De Palma estrenada tres años antes, ya se insinuaba el poder que adquiría el tema del dominio telépata de las mentes humanas en situaciones impredecibles. Esta película sobrepasa los límites permitidos, al contrariar la lógica del desenlace ( muy parecido a lo que hizo Nicolas Roeg con su innovadora "Performance" en 1971 ), con una lucha final entre un telépata bueno y uno antagónico corrompido en su dominio del poder. Además, es una película refrescante, vitalista, muy bien narrada, que explora en la ciencia y la sicología, la ventaja  que tiene la humanidad en su cerebro para darle rienda suelta a la ficción más política. Difícil olvidar a Michael Ironside luchando hasta extremar su yo absoluto contra la mente de un ansioso Stephen Lack, y una preciosa y ofuscada Jennifer O"Neill, más aterrizada que sus pares masculinos en el uso de sus poderes telepáticos.  


Detrás del experimento de seguridad militar, está el fruto de estos desaguisados científicos encarnado por un Michael Ironside en el extremo opuesto del equilibrio emocional, y más cercano a los outsiders que reniegan de todos. En el papel de su vida, Ironside muestra las duras flaquezas de un individuo que nació puro pero que se corrompió con la grandeza de su dominio mental sobre los otros. Es un simbolismo atávico, que Cronenberg transmite en unas imágenes realmente tensas y sobrecogedoras. 


Patrick McGoohan, otrora ícono de la serie "The Prisoner", resuelve las claves científicas del dominio de la mente para comprobar los ilimitados esfuerzos que puede adquirir un hombre en su manejo del control mental. Su papel en los resultados del conflicto central, resultan vitales para comprender por qué no se juega con estas cosas.


"La marca de la pantera"/"Cat People" ( 1982 ) de Paul Schrader. Remake al clásico B del mismo nombre del director Jacques Tourneur de 1942. De hecho, Schrader repite la escena clave del ataque a la joven zoóloga en la piscina, como lo hizo magistralmente la obra original. La actriz Nastassja Kinski en todo su esplendor erótico y sexual, acomoda su personaje a los desvaríos de aceptarse así misma - incluyendo su particular transformación en pantera -  secundado por su hermano encarnado por Roddy McDowell a quien visita por una semanas. La película es una metáfora sobre el poder del líbido, las pulsaciones sexuales irrefrenables de una chica que necesita aparearse con su hermano, en una relación incestuosa producto de una maldición vudú.


La pantera simboliza la fuerza vital de lo sexual, y su atractivo está en lo desgarrador que significa para el personaje asumir que no puede alterar su destino. Enamorada de un zoólogo interpretado por John Heard, - mucho antes de transformarse en el papá de Macaulay Culkin en "Mi pobre angelito"-, ella hará lo imposible por controlar su líbido, y la metamorfosis que sufrirá en noches de luna llena, le llevará a asesinar para alimentar su deseo carnal, que es también sexual. Esta doble pulsación, Schrader la transforma en una tragedia casi griega, donde se insinúa que todo comenzó hace mucho tiempo con los progenitores de ambos personajes, que también fueron hermanos como ellos.


Con una actuación estupenda donde la dupla Kinski-McDowell se mueven como felinos, dentro de los sets más cerrados que los mantiene en constante fricción, la película se nos abre a una solvente metáfora respecto a la ansiedad sexual de la naturaleza sobre el individuo. Annette O"Toole, Ed Begley Jr. y Ruby Dee completan un cuadro pintorequista donde cada personaje le revela a otro, una causal sin explicación lógica, y que termina por prevalecer en el desconcierto del comportamiento humano. Escenas gore como el ataque desprevenido de una pantera en el zoológico, o la matanza sangrienta del hermano a una prostituta, se equilibran con las salidas nocturnas de la Kinski desnuda, paseando su espléndido cuerpo entre matorrales oscuros y sombras de víctimas anónimas.  


El desenlace digno de cualquier drama contundente, nos sumerge por los misterios más profundos de la especie humana. Es siempre valioso repasar este clásico del cine de terror, porque descubres las mayores virtudes que tiene para el género el célebre guionista de "Taxi Driver". Muy recomendable para adultos con criterio ( o descriterio ) formado. 

"Pesadilla" ( 1984 ) de Wes Craven. ¿ Que hizo atractivo esta película ochentera respecto al cultismo del terror ? Una historia hecha para adolescentes, que es compleja por el juego de ilusión/ realidad, y que llevó hasta los extremos, la máxime de la conciencia onírica usurpando lo objetivo. Un monstruo atractivo y ambiguo, que juega con las coordenadas del bien y del mal para arropar con su estilete de manos filosas, a los chicos descendientes de los familiares que le quemaron décadas antes acusado de pedofilia y sadomasoquismo. Una sólida metáfora sobre el cambio físico en la adolescencia, el despertar sexual y la pérdida de la inocencia, siempre movida entre dos niveles que chocan entre sí, la del líbido que pugna por salir y la de la identidad que aprisiona a sus personajes entre las pulsaciones ambiguas y las categóricas aceptadas por la sociedad.   


La insinuación sexual es permanente y es una de las motivaciones para que Freddy Krueger ataque desde los sueños húmedos de sus adolescentes protagonistas. El filme es un  manejo perfecto de lo virtual/ onírico y lo objetivo/ real a nivel de un relato donde todo es factible de que ocurra de manera fortuita e inesperada. Esta manera que tiene Craven de sugerirnos que no todo lo objetivo que ven nuestros ojos puede ser auténtico, subvierte a la propia ficción cinematográfica, para escalar un punto más arriba en el proceso de gestación de su argumento.   


El sombrero de Krueger que llega desde los sueños a la realidad, no es más que, la insinuación que toda la película está construída sobre la base de lo onírico. Es una pesadilla adolescente que se puede extender si las raíces que la orientan permanecen en las conciencias de sus personajes. Esta estructura que Craven lleva a buen puerto, le permitió elaborar sendas secuelas cada vez más perfectibles, pero siempre atisbando que, no todo lo que vemos concientemente es real. De alguna manera, Craven homenajea a la ilusión cinematográfica, ese proceso creativo que se mueve en los sueños y que puede trascender de manera sangrienta en la realidad de una joven como Nancy ( Heather Langenkamp ) perseguida por sus propias pesadillas.  

Robert Englund se transformó en un ícono del terror adolescente, que obligó a aceptar la idea de que el progreso humano está construido sobre la base de los sueños de la Humanidad. 


"La Mosca" ( 1986 ) de David Cronenberg. No hay que ser experto en ciencia ficción para considerar esta remozada versión a la Metamorfosis de Kafka, en una obra maestra del género. Tiene todos los ingredientes que la hacen especialmente interesante desde el punto de vista reflexivo. Está el joven Seth Brundle ( Jeff Goldblum ), el científico obsesionado con la posibilidad de teletransportarse de un lugar a otro sin precaver la posibilidad de un accidente. Esta la heroína Verónica Quaife ( Geena Davis), testigo de los acontecimientos, que se desvanece de amor por el hombre de su vida, aunque no entiende de adónde viene tanta vehemencia rayana en la locura. Y también están los atisbos de la versión anterior filmada por el artesano Kurt Neumann de 1958, sobre un guión de James Clavell que toma de base la historia original de John Langelaan, que es perfecto y asombroso.  


La chica asume que la vida es hermosa, si se tiene un cerebro aventajado como el de su amado científico, pero también que, es muy peligroso cuando se rompen las leyes de la Naturaleza y se pretende emular a Dios. El hombre poco a poco perderá su cordura, hasta transformarse en una especie de híbrido entre humano e insecto. Los efectos de la creatura pertenecen a Chris Walas, un experto aventajado en F / Xs que dió sus mayores frutos en películas como "El Regreso del Jedi", "Gremlins", "Enemigo Mío" y "Aracnofobia". Además, dirigió la segunda parte de esta película, con las andanzas de un niño genéticamente curado por una corporación, pero que después en su crecimiento,  culminará de la peor manera transformado en una monstruosa creatura.    


Otra vez David Cronenberg insiste en su temática recurrente de los peligros de la ciencia y de la tecnología, fusionando el impuso del temor de una enfermedad contagiosa con los designios del relato fantástico, donde la carne se expande para transformarse en una nueva forma algo insípida, asquerosa y repulsiva. 



"La gran masacre de Texas 2 " ( 1986 ) de Tobe Hopper. No hay película más gore y sangrienta que esta secuela de un relato original de serie Z estrenada en 1974, que agrupa a una pandilla de desadaptados, seres marginales, monstruosos y poliformes, que persiguen a los humanos con lo que encuentran a la mano, incluyendo motosierras para comérselos literalmente y devorarlos como alimento sustancioso. La película es una carnicería donde desfilan mutilaciones en directo, cercenamientos, explosiones de hemoglobina, y monstruosas alusiones a la descomposición de la carne humana. No apta para menores y enfermos cardíacos.


El actor Dennis Hopper hace un papel demencial montado en una motosierra persiguiendo monstruos como loco de atar. Para los fans de estas historias hay un alarido cada dos minutos, y es conveniente verla con el estómago vacío. ¿ A que responde tanta carnicería ? A un tipo de cine de terror extremo que recapitula los supuestos del horror con suficiente adrenalina y hemoglobina como para llenar un banco de sangre. Quedan los recuerdos de haberla vista con unas amigas, que salieron tan traumadas de la función, que prometieron no ver nunca más una cinta gore.  


"Príncipe de las tinieblas" ( 1987 ) de John Carpenter. Me encantó repasar esta grandiosa obra maestra de un realizador norteamericano tachado de independiente e inconformista. Según la historia escrita por Martin Quatermass,- seudónimo del mismo Carpenter-, por siglos la Iglesia ha guardado en las catacumbas de un abandonado edificio, la encarnación biológica del mal, que es la puerta de entrada para el demonio. Con esta premisa básica, Carpenter ahonda en los temas más profundos de la existencia humana desde la teología, la ciencia y la fé. Es una película que nos descubre la categórica idealización de que todo lo concerniente al mal, tiene un origen bioquímico, que nace y se nutre del dominio utilitario de los hombres y de las mujeres para sus propósitos apocalípticos.  


Un elenco multiestelar que conforman : Donald Pleasence, Lisa Blount, Jameson Parker, Victor Wong, Dennis Dun, Susan Blanchard, Anne Marie Howard, Ann Yen, Dirk Blocker,  y Peter Jason convierte a esta magnífica película de terror, en una alegoría sustanciosa donde comulgan la metafísica, el onirismo, lo trascendental y  lo científico, lo teológico y pragmático, y el pesimista futuro a grados superlativos. Es , por lo demás, una de las grandes películas de su director, y que contrasta lo humano con lo divino con una auténtica manera de sugerir lo anómalo desde el comportamiento de las cosas que nos rodean. Imposible no verla sin encantarnos con sus mensajes de cierta ironía y acidez ( 1999, es el año en que nació la bestia que ya interactúa entre nosotros ). Es una gran película muy recomendable sobre todo para los asiduos al género del miedo. 


Fotos- Gentileza : Universal Pictures-  Warner Brothers Pictures- 20 th Century Fox Internacional- United Artist Pictures- New Line Cinema- The New York Times- Variety- Cine de Terror- Cine Fax- Antología del Terror- Archivo.- 


Afiche publicitario de "It, Capítulo Dos"que se exhibe en los cines. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario